Menuda la que ha levantado Amalio con su post sobre eso de bloguear. Nos muestra su punto de vista admitiendo que, a fin de cuentas, cada persona en la medida en que mantenga durante cierto tiempo la costumbre, acaba por proporcionar una seña de identidad propia a su blog. Su entrada me ha recordado, buscando en la noche de los tiempos, un artículo que escribí hace casi seis años: Un blog es una persona.
Con el paso del tiempo quienes somos viejunos en esto de bloguear acabamos retratados, sí o sí. Para bien y para mal. Es difícil que tras miles y miles de líneas no te hayan cazado. Eres lo que blogueas, así de sencillo. Vale, que habrá ciertas facetas que si te empeñas no aparecerán en forma explícita, pero cualquier que se detenga a leer con una mínima atención acabará por calarte. No puede ser de otra forma.
Quienes mantienen un blog en el terreno estrictamente profesional a lo mejor pueden pensar que no. Yo lo dudo mucho. Si opinas, acabas proyectando tu personalidad. Por lo que dices y la forma en que lo dices, no queda otra: debes aceptar que esta ventana al mundo llamada blog explica quién eres. Es una simple cuestión de lógica: los comentarios, por ejemplo, acaban por mostrar la manera en que reaccionamos y dicen mucho de nuestra conducta como personas.
Por cierto, la tremenda ristra de comentarios que ha dejado ese post de Amalio me lleva a considerar lo vivos que siguen determinados blogs a pesar del paso del tiempo. Frente a todo el ejército de herramientas alineadas con lo que hoy se llama social media, esta manera tradicional de expresar opinión y generar diálogo llamada blog mantiene, por lo que parece, su vigencia. De hecho esos comentarios son una manera de acceder a una conversación bastante elaborada y mucho más rica que otras alternativas en redes sociales en Internet. Habrá de todo, pero hay blogs en los que sus comentarios evidencian que existe una densa red de conversación.
Otro detalle que me parece relevante de blogueros viejunos -como el que mantiene este dinosaurio- es el valor que nos proporcionan como almacén. ¿Que hay que preparar contenido sobre no sé qué tema para unas clases? Pues a bucear en el blog. ¿Que hay que recordar aquel recorrido desde Ginebra en bici por el Camino de Santiago? Pues a bucear en el blog. Porque el blog hasta cierto punto se convierte en un gran almacén de recuerdos. Ahí reside una buena parte de lo que hemos estado haciendo estos últimos años. Y además de buscar en mi memoria fisiológica puedo recurrir a Google para encontrar algunos retazos que me ayudan a saber quién soy.
¿Suena un poco bestia? Claro que si llevaras ya casi 8 años con un blog y hubieras estado escribiendo con el sentido compulsivo con que lo hago no te quedaría otra: este blog soy yo. En gran parte, no lo dudes. Como decía, para bien y para mal.
18 comentarios
Para bien, sin duda. Por lo menos para los que te leemos con habitualidad…
Y mira que los hay que tras un buen período en barbecho, vuelven 😉
En efecto, lel blog no deja de ser como la casa de uno, el tema social media parecen más como el bar donde conversar o tomarse una cerveza 🙂 . Lo bueno de bloguear es que como bien dices transmite parte de lo que es una persona, desde el prisma personal, profesional y muchas veces emocional. Pues eso, larga vida a los blogs 🙂
Es un vicio, Iván, es un vicio esto de bloguear 😉
Me encantaría coger el vicio. Lo he intentado dos veces. Pero todo quedó en… casi nada. Obstáculos: 1) Me cuesta hacer «desnudarme» en público, aunque me gusta mucho ver y sentir a otros que lo hacéis con tanta naturalidad, y, claro, tenéis una vida e ideas dignas de transmitirse. 2) El segundo obstáculo es el temo a no tener eco. Como veis, si el blog suena a «viejuno», yo soy de la era en que el instrumento eran los palimpsestos.
Julen y sus seguidor@s (esto de la @ ya es arcaico, ¿no?) , seguid viciosos y románticos. El comentario sobre la crisis de Fagor te quedó redondo como un taco bien dicho. Mis familiares de FAGOR te lo agradecerían.
El blog (no) ha muerto. ¡Larga vida al blog! 😉
Isabel, que somos viejunos. Mi blog ya va para los 8 años… y parece que fue ayer cuando día sus primeros pasos jajajaja
Que buen post!. Muchas gracias Julen. Por cierto que si, no somos pocos los que consideramos el blog como la casa de uno, con el mismo afecto se podría decir. Éste espacio tan personal donde uno comparte opiniones con los que quieran recibirlas y en el camino generar ese micromundillo con quienes podríamos tener o no, intereses similares.
Saludos Santiagueños.
Hay extrañas conexiones entre quienes blogueamos. Es una parte bien bonita de reconocer que ante la inmensidad de Internet, lo pequeño e íntimo también tiene su hueco. Abrazos y saludos de vuelta desde esta otra parte del Atlántico, Jorge.
Eres un romántico… 😀
Ya sabes cómo somos los del barrio cuando nos ponemos 😉
Gracias, Julen, por la mención. Pienso que, efectivamente, los blogs todavía ofrecen la oportunidad de mantener una conversación enriquecedora que no es posible en otros medios. Creo en eso.
De acuerdo con que «eres lo que blogueas» y sobre todo lo que comentas de la utilidad de los blogs para documentar lo que nos pasa, esa especie de «almacén» de historias que uno va generando. A mí me pasa mucho eso que comentas de ir al blog a buscar fechas, reseñas de eventos, resúmenes de proyectos o ideas que escribí en su momento. Es de las cosas más útiles de bloguear. Además, como vamos dejando una huella fiel de lo que pensamos en cada momento, cualquiera puede cazar nuestras incongruencias, esas que produce el tiempo o la complejidad en la que nos movemos.
Por cierto, hermosas fotos las de Noemí en su blog.
Un saludo 🙂
Amalio, es que si te gusta escribir y has elegido esto llamado blog, no cabe duda de que aquí tenemos una parte de nuestra vida. No sé cuánta, pero desde luego que una parte.
He aprendido a disfrutar de los blogs con grandes maestros: tú, Amalio… y unos cuantos y cuantas más. Creo que fue una de esas decisiones que más me costó tomar pero de la que más contento estoy. Y de lo que más, el poder participar en otros blogs comentando y tratando de aprender aportando. Espero estar consiguiéndolo, ¿o no maestro? 😉
Aprendes rápido, discípulo, aprendes rápido, jajajaja
Amén.
De vez en cuando hay que volver a la reflexión y reivindicación de las personas con blogs, ya está bien de tanto modelo de negocio ¿no?
Saludos.
Mejor así, Alberto, personas. Nos iría mejor con más enfoque hacia las personas que somos y no hacia los negocios que todo lo abarcan.
[…] allí entre Digitalde, Goi Solutions y servidora, ayer tocó el turno de evangelizar sobre el noble arte de bloguear. El caso es que después de ese taller, cuando uno se para y mira lo que un blog es o deja de ser, […]