On the road, carreteras americanas

by Julen

On the roadDespués de pasar por Washington, Philadelphia, Nueva York, Chicago y Boston, la segunda parte del viaje que estamos haciendo por la coste este de Estados Unidos nos tiene recorriendo millas por carreteras de New Hampshire, Vermont, New York, Pennsylvania, West Virginia, Tennesee, Virginia, North Carolina y Maryland. Creo que no me dejo nada, pero que me perdonen los puristas porque es mucho dato para tan poco espacio.

Por consejos de David y tras consultar algunas informaciones, elegimos la ruta 100 en Vermont, la Blue Ridge Parkway y la Skyline Drive que recorre el Shenandoah National Park en Virginia. Son rutas supongo que para recorrer con más tiempo y no para hacerlo a base de una buena tacada de millas cada día. Pero tenemos el tiempo que tenemos y andamos explotándolo al máximo. La verdad es que para mí cualquier ruta es bienvenida porque abriendo los ojos a un lado y otro de la carretera siempre descubres cosas interesantes.

No estamos usando (casi nada) autopistas para ver más de cerca lo que se cuece por esas carreteras y calles «normales» donde acontece la vida. Conducir es aquí lo que hace la gente a todas horas y en modo multitarea mientras comen, hablan por teléfono o consultan no se qué publicación que llevan sobre el volante. Eso sí, todo aquí es más tranquilo en la carretera. Puede que no tanto dentro de las ciudades pero en cuanto estás rulando por esos pueblos de Dios, no problem, tráfico mucho más relajado. Gente muy amable en general.

Conduciendo

Claro que las costumbres son bien diferentes. Todo es relativo. Que un camión te adelante a casi 130 km/hora no parece ser nada anormal. O que los coches tuerzan atravesando dobles carriles en dirección contraria. O que no acabe yo de entender esa enfermedad contagiosa por la que todo Dios tenga un todo terreno. A cientos, a miles, a cien miles… no sé, sea como sea, todo terreno por si acaso.

Respecto a las rutas, la 100 de Vermont tiene mucho encanto. Pasas por muchísimos pequeños pueblos diseminados a ambos lados de la carretera, en un continuo de casas comunicadas por unos terrenos de césped impresionantemente bien cortado. También atraviesas zonas verdes espectaculares que parecen sacadas de cuentos infantiles. La Blue Ridge Parkway es cosa de otro mundo: unos 800 km de carretera con un par de alfombras a cada lado y recorriendo al completo los Montes Apalaches. Ni un pueblo, nada. Se construyó así allá por los años 30 del siglo pasado. Una ruta para el ocio donde no pueden circular camiones ni vehículos comerciales. El paraíso para quien quiera disfrutar del volante y del paisaje. Y, por cierto, con muchísima gente recorriéndola en moto.

Mañana haremos la Skyline Drive y supongo que será también otra vía para disfrutar de la vista y que te pide parar en mil rincones para relajar el ritmo. Carretera y más carretera. Un país tan enorme como este quizá pida recorrerlo también de esta forma. Y al margen de rutas archiconocidas, como la ruta 66 cuyo comienzo (o final) vimos en Chicago, es cierto que cautiva muy mucho lo de hacer millas con cierta pachorra, sin prisas y dejando que pase el día.

CamionazoPor cierto, que hemos estirado la ruta para acercarnos también a las catáratas del Niágara. No estábamos tan lejos y parecía visita obligada. Tuvimos la suerte de que no estuviera invadido de turistas y ahora, visto el toro, puesssss… creo que merece la pena. Acercarte en el barco hasta allá abajo donde cae esa ingente cantidad de agua mientras te mojas como un tonto: sí, tiene su gracia.

En fin, nos quedan unos pocos días. Ahí a la vuelta hay muchos temas de trabajo esperando. Pero tiempo al tiempo, suave suave. Mañana retomamos la Blue Ridge Parkway para enlazar luego con la Skyline Drive antes de acercarnos a tierra de los Amish en Lancaster, Pennsylvania. Hasta luego 😉

Por cierto, si queréis aburriros viendo fotos, podéis echar un vistazo al álbum de Flickr en el que las vamos dejando.

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10 comentarios

Isabel 03/09/2012 - 07:47

«cualquier ruta es bienvenida porque abriendo los ojos a un lado y otro de la carretera siempre descubres cosas interesantes»

El turista nunca, el viajero siempre. Incluso aunque no viaje Pero encima con esas rutas, ¡como para no dejar que la mirada se emborrache! 🙂

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Julen 04/09/2012 - 12:14

Y no hay que olvidar a la imaginación, con la que se viaja quizá tanto o más. Actitud, solo es actitud.

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Amalio Rey 03/09/2012 - 17:03

Envidia cochina, cochinisima…. me estas dando, colega. Lo de las rutas/carreteras mola un montón, suena genial, y es algo que nunca hice por esos lares. Tomo nota, a ver si un día tengo la oportunidad. Se me hace la boca agua con lo que cuentas de la Blue Ridge Parkway por lo Montes Apalaches. Las fotos muy buenas…..
Disfruta!!!

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Julen 04/09/2012 - 12:13

Tiene su miga esto de rular por las carreteras, no te queda duda. Para hacer con tiempo… eso que nos sobra 😉

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Iván 03/09/2012 - 19:57

Buen toad trip te andas pegando 🙂 . Por cierto hay un libro que me gustó bastante, se trata de » Viajes con Charley» de John Steinbeck . Es un gran viaje que se hizo el amigo con Charley que era un perro, es un retrato fantástico del viaje y de la otra América. Buenos vientos y kilómetros 🙂

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Julen 04/09/2012 - 12:12

Supongo, Iván, que si buscamos literatura de viajes asociada a las típicas rutas americanas, la habrá en abundancia. Sobre todo, alrededor de las más populares: la 66, la 11, la Skyline Drive, la 100… Quizá mire a la vuelta de las vacaciones y te comento.

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Jaime Cuesta 04/09/2012 - 08:42

Preciosa excursión. Y lo de los 4×4, pues tiene su dosis de moda, hasta que te das cuenta que coches con carrocerías más o menos convencionales (Audi A4, Chryslers Voyager, berlinas subaru, etc) también llevan ese tipo de tracción. El invierno es duro en esa parte del mundo y la nieve y el hielo son algo muy habitual en ciudades y carreteras. Momentos en los que la tracción integral tiene todo el sentido.

Enhorabuena.

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Julen 04/09/2012 - 12:10

Ya, eso me argumentaron en Chicago, que el invierno hace que te acuerdes de tu todoterreno cuando las cosas se ponen feas 😉
Son asuntos que para quienes vivimos en territorios no tan fríos nos son ajenos. En fin, supongo que alguna razón práctica tendrán.

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Fernando Summers 23/09/2012 - 07:15

Amigo, me alegro mucho de que hayáis disfrutado casi tanto como en tus escapadas por mi tierra 😉 aunque guárdate para el futuro y la próxima ocasión, una escapada de la misma naturaleza pero al otro lado del gran país, a esos inacabables Arizona, Colorado, Nevada, Utah, California, etc que te sorprenderán y muchísimo pero de una forma bien distinta, del verde al amarillo… 🙂

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Julen 23/09/2012 - 08:28

Anduvimos por California hace ya 10 años. Nos quedaría el interior, que alguna vez caerá. Por cierto, este comentario acaba de aparecer en mi wordpress ahora, cosa rara, rara, rara 😉

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