¿El mejor residuo digital es el que no producimos?

by Julen

Cada vez encuentro más enlaces rotos, más información desactualizada, más contenido olvidado en la red de redes. Me incluyo, por supuesto, como productor de ese desaguisado. En los proyectos de 5S en entornos industriales siempre estamos buscando una gestión de mínimos: si no necesitas algo a corto-medio plazo es mejor que no lo tengas contigo ocupando un espacio que complica la gestión. Sin embargo, cuando hablamos de soportes digitales, no parece haber problema en vomitar basura a quintales terabytes.

Hasta el momento no parece que nadie ande preocupado por la suciedad. Que Internet sea un estercolero y que en él haya mierda hasta decir basta no es sino un pequeño daño colateral de la forma en que trabajamos. Como quiera que el coste de distribución de información digital hace tiempo que es casi cero, pues nada, dale que dale a echar mierda. Y nada de ubicarla en sus contenedores específicos para que se recicle. No, aquí en Internet no hay amarillo para envases, azul para papel o cosa similar. Hay un saco inmenso que escapa a la razón humana donde cabe todo.

Claro que decimos -nosotros los primeros- que tenemos herramientas para bucear en ese hediondo lugar. Armados de nuestros filtros, de nuestras alertas, de nuestras fuentes RSS, de nuestras listas, de nuestras amistades, de nuestros gurus del content curating, de nuestros smartphones para aprovechar ese rato tonto, de las tablets, del pocket para el read it later para leer luego lo que ahora no puedo, de… ¡¡¡socorro!!! ¡Que alguien lo pare!

Eso sí, somos personas preocupadas por nuestra salud mental y corporal. Los establecimientos de cuidado del cuerpo ganan terreno en la ciudad y las baldas de manuales de autoayuda son sección fija en cualquier librería que se precie. Combatimos el stress no mediante prevención sino mediante terapias posteriores a la agresión de la desmesura. Nada de parar la producción. Esto es un circo y si dejas de vomitar información estás muerto. O le das al twitter y comentas qué tal las lentejas de hoy o vas a ser un proscrito palurdo y analfabeto. Vale, exagero. Pero tú bien que tienes twitter.

Pero a lo que iba en la primera frase de este artículo, que ya me iba paseando embobado por los cerros de Úbeda. Me está pasando en las mejores casas, en gente de bien que vive de su reputación online. Vas a hacer click en no sé qué cosa que parecía estupenda y ¡zas! allá que no hay nada, que se perdió el enlace, que ha debido volar a otro estercolero donde las gaviotas hacen su agosto a base de zamparse toneladas de bytes. Y a ellas les da igual la reputación online de quien produjo su alimento. Se tragan cualquier cosa.

El caso es que no veo solución. Más madera. No sé si hasta que hayamos quemado todo el tren y tengamos que reconocer, junto a los hermanos Marx, que mientras quemábamos combustible el tren iba a toda hostia y hasta lo pasábamos bien. Claro que el panorama empieza a ser un poco triste: quienes deberíamos dar ejemplo porque se supone que andamos en el Internés con soltura -vete tú a saber qué es esto a día de hoy- no hacemos sino dejar mierda esparcida que alimenta frustraciones. En fin, que me pongo tarea:

Ya, y voy y me lo creo. Pero al menos lo intento. De verdad, voy a ser bueno. Y si no me meto un par de fortasecs a ver si la diarrea se calma un poco 😉

Dicho todo lo anterior referido a la información, el título del post me lleva también a pensar en esa otra basura, esta vez física: la cacharrería que el mundo moderno tira a la basura para sustituirla por el último gadget. Esa basura da quizá hasta más miedo que la otra.

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4 comentarios

Txetxu 24/09/2012 - 10:53

Quizás haya que proponer el ‘puerta a puerta digital’

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Julen 27/09/2012 - 05:06

No sé cuál es el mejor método de reciclaje pero desde luego que la cantidad de residuo que generamos empieza a tender a infinito, ¿no? 😉

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jaio 25/09/2012 - 19:58

O convertir los enlaces en «enlaces cuánticos» sólo existirán mientras los observemos…

(¡hics! perdón, es una ‘boutade’ fruto del jet-lag)

Tu reflexión me pone los pelos de punta porque tienes muchísima razón pero no tengo ni media solución que proponer… y la bulimia ‘bítica’ que padezco se me antoja incurable…

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Julen 27/09/2012 - 05:00

Incurable de verdad. Y yo ahí le ando 😉

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