¿Hacen falta los años sabáticos?

by Julen

Pinos Reconozco que me encantaría. Es algo que de forma recurrente se empeña en posarse por aquí dentro de mis pensamientos. Romper la inercia y dejar que un año sirva para otro tipo de actividades. Claro que con la situación actual habrá quien pueda pensar que esto es casi un insulto: mientras hay quienes no consiguen encontrar empleo otros andamos jugando con el que tenemos. Bueno, nadie dice que sea simple ponerlo en práctica.

En su día ya lo comenté aquí como idea radical: implanta la práctica del gap year en tu empresa. En el fondo lo que estamos buscando es oxígeno, aire renovado. Y desconectar de nuestras rutinas seguro que pone en marcha otras capacidades que sabemos que están ahí pero a las que a lo mejor no damos oportunidades para que se desarrollen. Parar y dejar que corra aire por dentro de lo que somos y por lo que queremos puede ayudar a nuestra salud mental.

Sin embargo, como decía, hoy se antoja muy complicada esta práctica en el entorno supercompetitivo en que nos movemos. Suena a ciencia ficción. ¿Que una empresa se planteara un año de licencia para quienes trabajan para ella? Tú estás tonto, Julen.

Pero, ¿y para quienes de alguna forma nos hemos salido del sistema empleado-empleador? El año sabático que planteo no tiene por qué obligar a una única modalidad. Es más, no lo veo como blanco-negro, como un salto brutal de hiperactividad a encefalograma plano. Ni mucho menos. Lo que planteo es un suficiente cambio en la rutina. Admite grados y no tiene por qué asociarse a un desentendimiento completo de la actividad laboral.

Por ejemplo, en mi caso, ¿puede suponer un abandono temporal de las actividades de consultoría y dedicarme a la universidad y el campo académico? Incluso pudiera ser que no tuviera que ser con una jornada completa. Incluso puede organizarse para que exista una «presencialidad» parcial durante ciertos momentos y otro tipo de dedicaciones en otros períodos. Eso sí, la condición básica y obligatoria es la ruptura con las inercias de lo cotidiano. ¿O me estoy engañando y un año sabático es lo que dice la wikipedia y tengo que renunciar al completo a mi vida profesional?

[…] período de doce meses consecutivos en que una persona se libera voluntariamente de sus actividades laborales o académicas con el fin de dedicarse a intereses personales como viajar, descansar, disfrutar de la familia o desarrollar una actividad personal.

Da cierto vértigo abandonar lo cotidiano. Claro, porque uno no sabe qué ocurrirá cuando, tras este período, se regrese a ¿lo cotidiano? Quizás a lo mejor esa cotidianidad ha perdido sentido o se ha visto de alguna forma afectada por el período sabático. Pero en el fondo es que se trata de eso, ¿no? Me refiero a encontrar motivaciones diferentes a las que arrastrábamos mientras vivíamos en la normalidad.

El refrán dice que «tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe» y a lo mejor algún año de estos sucede. Primero es pensarlo y después hacerlo, aunque también pueden ser de esas decisiones más pegadas a lo intuitivo e irracional que a lo que parece que nos puede convenir, ¿no? Porque si somos muy fríos y análiticos a lo mejor acabamos por no hacer aquello que se sale un poco fuera de la caja. Pero solo pasamos una vez por aquí según parece, ¿no?

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26 comentarios

bizibidaia 07/08/2012 - 06:42

…que se te ve el plumero… demasiados pájaros en tu cabeza… aunque la versión «light» esa que propones parece más asequible. Lo que comparto plenamente es el vértigo que comentas. Tengo unos cuantos amigos desubicados tras una experiencia de ese tipo y eso asusta… y lo más cachondo es que además lo que planteas puede ser muy barato, mira lo que acabo de publicar en el Fb de Ibilbideak… ¿quién no duda de nuestra cotidianidad viendo algo asi?

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Julen 07/08/2012 - 09:57

Mikel, acabo de dejar comentario en el Facebook de Ibilbideak, de acuerdo al cien por cien. Nuestra forma de vida tiene mucho que ver. Podemos vivir de otra forma y disfrutar sin tanta necesidad de ingresar pasta. Pero, claro, a lo mejor hay que ir sobre ruedas para no tener la tentación delante todo el tiempo 😉

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David Bartolomé 07/08/2012 - 07:19

Aunque en muchos casos no sólo sería necesario sino casi obligatorio somos cobardes y más con el panorama actual. Desgraciadamente los pocos casos que conozco se lo plantean tras un despido o una situación sería en lo personal o familiar.

A mi me dan cierta envidia los países nórdicos, que pueden acumular semanas de vacaciones durante años (las guarda el estado para mantenerlas aunque cambies de trabajo)

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Julen 07/08/2012 - 09:52

David, te ha quedado estupendo con un teclado móvil; lástima de un punto final que faltaba 😉
Yendo al grano, desde luego que mucha gente llega al «sabático» por una situación no deseada. Eso se llama desempleo o paro, vamos. Pero aquí de lo que se trata es de tomar una decisión que rompe contra el estándar de que hay que trabajar, sí o sí. Lo que quizá estamos poniendo en cuestión es el valor intrínseco del trabajo en nuestra sociedad. Bufff, en menudo lío me estoy metiendo, jejeje.
Disfruta del verano.

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Álvaro Andoin 07/08/2012 - 09:13

Coincido con lo que dice David. En mi caso de hecho fue así, algo reactivo más que proactivo. Una crisis vaya. Qué importante es también que el entorno lo facilite y veamos más ejemplos alrededor…

Pero lo importante es que merece la pena, no la crisis. Que descubres capacidades, que conectas con tu intuición, mejoras tus relaciones,…cada uno que rellene sus puntos suspensivos. ¿Y todo esto porque te tomas un año sabático? No mi amor, porque te lo curras. Día a día. Aunque estés de sabático. En ese (re)conectar vas haciendo cosas.

Supongo que algo de inconsciencia también hay que tener vale pero Julen, ¿acaso no fue inconsciente lanzarte por tu cuenta cuando lo hiciste en su día? A mí me lo parecía cuando me lo contabas. Seguro que el camino recorrido te dice mucho ahí. En fin, que no hay recetas pero igual ayuda.

Creo que lo bueno de parar un año es que después empiezas a plantearte muchas cosas de manera diferente. Con espacio tiempos mini sabáticos para poder dar valor añadido. Hasta que vuelvas a «industrializarte» jeje. Para eso hay que ir ligeros de «estilo de vida», hipotecas, etc. Hay cosas que dejas atrás a cambio de otras pero ya sabes que en agosto, todo es más caro.

Si al final «tienes que volver a la rueda» creo que será de un modo más sano internamente y externamente. Creo que esas «ruedas» no quieren ya trabajadores que solo sean «rodamientos. Yo tampoco los querría en la mía.

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Julen 07/08/2012 - 09:53

Pues va a ser que estamos muy de acuerdo… como ya me suponía 😉

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francesc 07/08/2012 - 10:56

Ya sabes que entre tus lectores, seguidores y amigos tienes grandes practicantes de esta disciplina (quizás algún día olímpica). Es algo 100% recomendable, tanto si es en caso de crisis como si, y sobretodo, en la línea de lo que decías que no tiene que significar un parón radical, viajar y seguir con una antena puesta es un momento creativo y de reflexión tan productivo, que no conozco experiencia que se le pueda parecer 🙂

Saludos!

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Julen 07/08/2012 - 15:48

Es que en esto, Francesc, me llevas años de ventaja 😉
De mayor quiero ser como tú.

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Amalio Rey 07/08/2012 - 11:14

Jjj… “se te ve el plumero”, y me dejas con el culo al aire, colega. Ains, los sueños… Genial, Julen. Muy agradecido por este post. Estoy por sospechar que entre el Sur y el Meta-Sur de Islandia hay conexiones telepáticas subterráneas. No podía explicarse mejor lo que ahora mismo pienso.
Ya yo había leído tu “idea radical” del “gap year”, y ese texto llegó también en un momento que yo estaba reflexionando sobre esos temas. Siempre he creído en las “migraciones creativas”, tanto en espacio como en tiempo. Hasta ahora las he practicado en períodos máximos de 3 semanas (aparte de mis vacaciones), pero no es un tiempo suficiente para, como explicas estupendamente, “encontrar motivaciones diferentes a las que arrastrábamos mientras vivíamos en la normalidad” o para “poner en marcha otras capacidades que sabemos que están ahí pero a las que a lo mejor no damos oportunidades para que se desarrollen”. Ya ni te digo el impacto que tiene en la salud mental, como tú mismo comentas.
Totalmente de acuerdo con que hay muchas variantes de “sabáticos”. #yoconfieso que estoy rompiéndome el coco para ver cómo “innovar” en esto porque me apetece mucho. A los años que uno va cumpliendo, es hora de superar inercias y oxigenar la mente.
Ja… me has picado para escribir un post sobre esto y así cuento las variantes que yo veo más factibles para hacer este sueño realidad, que es también el mío 🙂

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Julen 07/08/2012 - 15:49

Pues espero entonces tu post para ir añadiendo alternativas. Acabaremos practicando alguna y no solo teorizando, ¿no? 😉

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Txetxu 07/08/2012 - 14:32

Yo también le ando dando vueltas…. http://kcy.me/aaov

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Julen 07/08/2012 - 15:52

Ya te he contestado en tu blog… esto… ¡¡que te des prisa!! 🙂 🙂

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Iván 07/08/2012 - 17:22

Hola Julen
Lo primero es gracias por el post y por comentar esas cosas que suenan tan raro por el Sur de Islandia. Creo que ya comenté en post anteriores, pero en el vídeo reflejan bien algunas cosas. http://www.youtube.com/watch?v=MNuOmTQdFjA Cada 7 años se toma un sabático, es su forma de cargar pilas

Algunas razones fundamentales que considero

1) Necesitamos pensar y desconectar, es así de simple. Es humano y necesario romper a veces con eso de currar 11 mees y descansar 1 mes cuando el Sistema lo marca. Quién dice que mucha gente en estos tiempos no trabaja de otra forma en la sociedad del conocimiento? Es absurdo decir para una cosa sociedad del conocimiento y marcarse por los rigores y tiempos de la sociedad industrial…

2) La creatividad, la frescura , las ideas, el conocimiento muchas veces sale fuera del status quo, es decir, no viene a un despacho, fábrica. La gente no lo quiere ver pues eso romple ciertas estructuras pre concebidas de antes, pero es algo que cae por su propio peso.

3) Un Gap Year no es tirarse a la bartola como algunos creen, puede hacerse muchas cosas, aprender, leer, ver, sentir, relacionarse, y todo eso si se mezcla con otras latitudes multiplica por mucho el conocimiento de estar con la rutina de siempre. Creo que con Internet hoy en deia se pueden seguir haciendo muchas cosas igual. El espacio tiempo se rompe, pero no nos dejan verlos en las organizaciones

4) Aprendizaje a lo largo de la vida, invisible, autodidacta y de otros, Y cada vez más eso de aprender everywhere

Lo que comenta Amalio es verdad, la dictadura de 3 semanas de vacaciones, eso suele ser una gran putada y limitación para valorar el tiempo , la experiencias, las sensaciones ….. Se necesita otro enfoque como se necesita un curso muchas veces en la Uni o en la Empresa.

Pero claro, chocamos con el Sistema, imaginar que un Responsable de RRHH piense que viajando son siempre vacaciones es seguramente el problema de los que tenemos, tuvimos o tendremos los que nos toca eso de currar por cuenta ajena.

En vuestro caso como Consultor Artesano considero que tienes todas las de ganar y que si decides dar el paso el riesgo es pequeño pues tienes a mucha gente y organizaciones ganadas por tu saber hacer y trabajo.

Ya me imagino que yo en breve tendré que esconder algunos meses de viaje, pues no les va a gustar a algunos de empresas que buscan un Ingeniero cortado por un patrón, pero bueno, raro que es uno 🙂

Puedes tomarlo en perspectiva, con estancias en un lugar más tiempo, viajando o mezclando ambas, el considerarlo viaje o reposo depende de tus sensaciones.

No lo dudes, Julen, cuando se dean las circunstancias vete a por ello, dejando lo del curro de lado, es bueno siempre te voy a decir que es algo excelente para ti como persona . En otras latitudes lo consideran algo necesario a lo largo de la vida.

Recuerda sobre todo aquello, solamente vivimos una vez 🙂

Algunas de esas citas que siempre inspiran

«Un viaje de mil millas comienza con el primer paso» Lao-tsé
«Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse» Robert Louis Stevenson

«Viajar es una buena forma de aprender y de superar miedos» Luis Rojas Marcos
«La civilización es un movimiento y no un estado, un viaje y no un puerto» : Arnold Joseph Toynbee
«Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia» Enrique Jardiel Poncela

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Julen 07/08/2012 - 18:45

Pues sí, alguna vez habrá que hacerlo. Eso sí, en mi caso -cada cual tendrá sus circunstancias- tengo que organizarme porque hay familia de por medio por ejemplo. Ya buscaremos la forma. Por eso digo que hay que pensarlo no de una única forma sino que la cuestión de fondo admite puntos de vista. Eso sí, de una cosa estoy seguro: en mi caso me lo puedo permitir mejor que bastante otra gente. Así que habrá que decidirse 😉

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Lola Cañete 08/08/2012 - 05:20

Me encantan los nuevos arranques… personalmente todos empezaron en mi vida con un sabático… ahora que me planteo tomar serias decisiones sobre la vida que quiero tener cuando caigan los 50 –a los que me acerco peligrosamente- … me limita el hecho de que cada cambio debería acercarme más a dónde quiero estar cuando sea mayor –por decirlo de algún modo-… dejo menos margen a la improvisación y al “lo que tenga que llegar llegará”… el típico “dios proveerá”… que claramente, con la que cae, el hombre estará con el almacén bajo mínimos.
La lástima es que cada vez van quedando menos lugares emocionales a los que no ponerle “peros”… a mi la edad no me hace más transigente… más bien, más exigente… así que veo cada vez más peros. ¿O son manías mías?
Mucha gente que ha hecho sabáticos parece que regresen de ellos como si estuvieran de vuelta de todo… y con un ruido mental de narices –dicen que el sabático te llena ideas renovadas y creatividad reforzada, también de planes de futuro y tal- sin duda, elementos ideales para asumir una nueva rutina… pero qué pasa cuando incluso antes de iniciar un nuevo sabático lo que sí sabes es que no quieres volver a ninguna rutina, ni antigua ni nueva? … a mi me pasa justo eso… ¿será que el mejor sabático es el que proporciona el silencio?… bueno, en eso estoy… en el debate previo que siempre hay antes de las tomas de decisiones importantes en la vida de uno.

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Julen 08/08/2012 - 05:32

Buena reflexión esa del silencio, Lola. Yo creo que estamos acostumbrados a un nivel tal de hiperactividad que cualquier cosa que lo ponga en barbecho nos levanta todas las alarmas. No sé, mucha gente nos exige por todas partes y parece que no eres buen ejemplo si «dejas de trabajar», más aún en estos momentos. Pero si no lo pruebo también me parece que algo me estoy perdiendo.

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Iván 08/08/2012 - 14:14

Interesante lo que dice Lola, Hay una certeza y es que ciertas personas que han hecho años sabáticos ( o viajes largos) en nuestras latitudes se encuentarn con varios dilemas y con ciertas sensaciones extrañas a su vuelta. El primero es personal, obviamente tras un periodo así se necesita asimilar muchas de las vivencias, no se puede pasar de blanco a negro tan sencillo. Lo peor no obstante no creo que sea personal de las personas que lo viven, lo peor suele venir del entorno ( y en ello incluyo a las empresas u organizaciones).
Es decir, casi nunca se puede compartir, explicar o transladar eso vivido a nuestro entorno, y de la actitud de la mayor parte de las organizaciones ni hablamos, resulta curioso que las organizaciones que mejor valoran eso sean aquellas internacionales.
El Sistema juega implacable, en nuestras latitudes a ( casi) nadie le interesa todo eso que las personas han vivido, y curiosamente realmente creo que cuando una persona hace eso tiene una mirada outside the box que debería ser aprovechada, pero nada, casi nadie sabe leer ese transfondo…
Quiero decir que la palabreja de en barbecho como dice Julen viene como anillo al dedo. En Agronomía el barbecho se hace para conseguir mejorar las tierras y la rotación de cultivos. Es decir el campo nos muestra que se debe dejar el calma el espacio y el tiempo para mejorar, creo que es una muy buena metáfora para trasladar a nuestra vida ( personal y profesional).
Tengo un amigo que ha vuelto de un año en Asia, formado, con buen don de gentes, idioma inglés, actualmente desempleado, le dijo la Orientadora Laboral que quitará eso de un año en Asia, esto no interesa a nadie, es así de duro. MI amigo intentó hacer a la mujer razonar, que como persona y profesional no era solamente lo que su formación indicaba, que creía que tenía otras habilidades, capacidades, las soft skills que dicen los anglosajonas…Pero nada para el embudo del Sistema ( mercado ? ) solamente era lo que la dictadura del CV marcaba, triste como la vida misma. Nos queda mucho que aprender de todo esto y entender todo lo que representa, y nos hace ver la mirada que tienen en otras latitudes con estas realidades

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Julen 09/08/2012 - 04:50

Pues sí, Iván. El «sistema» no traga demasiado bien este tipo de iniciativas. En muchas ocasiones se interpretan como «chaladuras». Triste pero cruda realidad, me temo.

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Iñaki Murua 09/08/2012 - 11:58

Y, conociéndonos algunos, ¿no podría acabar siendo un período de trabacaciones? 😉

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Julen 10/08/2012 - 04:50

Pero trabacaciones… trabacaciones, nada de un mesecito para despistar jeje

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Ricardo_AMASTE 09/08/2012 - 20:40

Parece que este tema es importante. Entre quienes ya se lo han tomado, quienes se lo están pensando y quienes sabemos que la respuesta es sí, aunque ni nos lo estemos planteando. Está claro que el ritmo que nos imponen y nos imponemos no hay quien lo aguante. Puro sadomasoquismo. Gracias por esas citas Iván… está claro que yo viajo demasiado poco y eso para algunas cosas es una limitación a la hora de replantear las propias maneras de vivir.

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Julen 10/08/2012 - 04:51

Ya ves, Ricardo, que es tema que genera conversación. Será que mucha gente anda revuelta alrededor de su vida y su profesión, sea artista o no 😉

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Juan 11/08/2012 - 09:50

Muy interesante articulo y estupendo el debate generado. Coincido con la mayoría de los puntos ya expuestos. Así que sólo puedo añadir algunos detalles sobre la experiencia que estoy viviendo.

Después de un año rebajando duro en un evento deportivo de vela alrededor del mundo me he dado cuenta de que me gustaría reconectar conmigo y tratar de hacer las cosas de forma algo distinta.

El proyecto en el que he trabajado me ha hecho ganar confianza en mi mismo y en los buenos equipos de profesionales trabajando en conjunto por un mismo fin. También me ha permitido hacer contactos interesantes que podrían ayudarme a orientar mi carrera, pero al mismo tiempo las largas horas en hoteles y aeropuertos me han servido para reflexionar y llegar a la conclusión de que aunque el ambiente sea bueno y el proyecto interesante si lo profesional no se alinea con las inquietudes personales al final todo cansa.

Asi que he decidido tomarme un año sabático para reinventarme como «emprendedor social». Es arriesgado, lo sé, pero quiero apostar por ello.

Una de las cosas que pedía en la empresa donde estaba era una intranet donde los trabajadores pudieran bloguear para compartir propuestas y recomendaciones (ideas de proyectos relacionados con la empresa o no, campañas y peticiones, libros, películas, conciertos, teatro…)

Al parecer no se ve cabida para cosas que no estén relacionadas con lo meramente productivo, con lo que se desaprovechane posibles sinergias, creatividad e innovación que empleados motivados podrían generar ya medio plazo revertirían en bien de la empresa; bien mediante el desarrollo de nuevos proyectos o simplemente por fomentar un buen clima de trabajo y reducir las tasas de rotación de los empleados.

Finalmente creo que iniciativas así solo van a tener cabida en pequeñas empresas que entiendan la relación laboral como una inversión en capital humano y no como un mero»recurso»

Gracias por vuestra idea del barbecho y por el comentario del año en Asia. Si mi proyecto va adelante lo tendré en cuenta a la hora de buscar socios y/o entrevistar trabajadores.

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José Miguel Bolívar 11/08/2012 - 09:57

Me encanta ver que somos varios los chalados que rumiamos este tipo de ideas… Yo también estoy condicionado por el factor familia pero, en cuanto las condiciones lo permitan, esto es algo que quiero experimentar. Creo que el trabajo intelectual «de calado», la serendipia auténtica, precisan de otros «tempos», de bastante más que unas semanas de trabacaciones. Sueño con «perderme» una larga temporada en cierto archipiélago…
Sigamos soñando hasta convertirlo en real 🙂

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ana 13/07/2015 - 11:59

No es que hagan falta, es que son accesibles a un porcentaje de la sociedad muy bajo. Desgraciadamente, los años sabáticos son, para la mayoría, obligatorios y sin cobrar.

Responder
Julen 14/07/2015 - 06:17

Me temo que llevas toda la razón en lo que dices, Ana. 🙁

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