Consultoría artesana, microempresas unidas por una marca

by Julen

micro_buggy1Supongo que necesitas una imagen, una identidad corporativa, una marca. Vamos, un conjunto de elementos visibles a los ojos de quien te mira y de rasgos que conecten emocionalmente con sus corazones. Pero de esto hay gente que sabe mucho más que yo; así que no voy a meterme en camisas de once varas. Lo que me interesa es hablar un poco de las microempresas y su relación con una marca ¿común?

Claro, no me queda otra que recurrir a los ejemplos cercanos. Perdonad que me mire al ombligo pero ahí está lo de la consultoría artesana en red, sea lo que sea. Porque, ¿es una marca? A ver, por favor, los más jóvenes, si quieren aportar alguna idea, por mí encantado. Pues fíjate que yo no lo veo como una marca… en sentido estricto.

Por supuesto que si salimos ahí fuera es posible que «consultoría artesana» se perciba como un estilo, unas maneras y unas prácticas. Y eso hace que deba dar mi brazo a torcer y decir que sí, que pulpo es animal de compañía. Pero también supongo que una marca hay que trabajarla «intencionalmente». Bueno, ya, seguro que hay quien me machaca los hígados porque a ver para qué tengo un blog o para qué incluyo un logo en propuestas y documentos varios. Ya, pero esta marca no es, ni mucho menos, de mi propiedad. Ahí estoy 100% de acuerdo con Jon Fernández, gerente de Orbea, cuando explicaba hace unos días en una clase de MBA que compartí con él cómo «Orbea» es una marca en poder de sus usuarios.

Hay gente que me pregunta de vez en cuanto si puede utilizar eso de «consultoría artesana». Fue un debate de hace mucho mucho tiempo, allá por Málaga creo que tres años atrás. El manifiesto que parimos reflejó parte del sentir sobre una cierta forma de trabajar en consultoría. Y el calificativo de «artesana» volaba de flor en flor porque encajaba con el enfoque que otra gente quería dar a su actividad profesional. Así que, ¿quién era yo para decir que ese concepto de «consultoría artesana» me pertenecía? Nadie, no podía apropiármelo antes y mucho menos ahora.

En realidad, lo bonito de este asunto, ahora que sé que al menos una escuela de negocios se ha fijado en este variopinto sector de la microempresa, es que cuanta más gente usa la ¿marca? mejor. Y sí, ya sé que si esto sirve para vender, a lo mejor luego hay que renegar de ello. Pero no estamos en ese estadio. Ahora que la crisis aprieta como nunca y que en vez de precariedad dicen emprendizaje, puede ser momento para renovar el enfoque. ¿Qué nos distingue me gustaría que nos distinguiera? En el fondo es un estilo, una ética, tan difusa y tan difícil de replicar.

Así que lo que parece más lógico es impulsar microempresas y que cada una, si así lo decide, pueda beneficiarse de una marca que le proporciona cobertura para reflejar una manera concreta de entender la consultoría. Digo «microempresas» porque va pegado a la idea de artesanía. No soy tan purista como para hablar de unipersonal pero sí que diez personas son multitud. ¿O no?

Realmente lo bonito de esta historia no es ni siquiera que haya más gente que hable de «artesanía» en su trabajo consultor. Más que las palabras importan los hechos. Cuando veo que a gente a mi alrededor le va bien, de veras que me entra un subidón maravilloso. ¿Qué hay más reconfortante que otra gente también pueda salir adelante con sus proyectos, humildes y a la vez ambiciosos? ¿No se merecen que les echemos una mano con todo lo que podamos?

Mientras, la marca «consultoría artesana» se mantiene difusa, etérea, compleja de asir. No hay una frase lapidaria que se repite una y otra vez. No hay un esfuerzo mediático por enfatizar un mensaje convergente. No, la ¿marca? tiene que volar, tiene que romper amarras con quienes -viejunos ya- la empezamos a usar. Ni que Sennett se cruzara por el camino ni que un grupo de figuras nos encontráramos a gusto. Da igual. Lo que importa es que a la gente le sirva.

Vamos, resumiendo, que si tuviera que colocarle una licencia de Creative Commons, no lo dudaría: cesión a dominio público, esa que la misma gente de Creative Commons no recomiendan porque no tiene cobertura legal. Aún así, al igual que en el caso del manifiesto de la consultoría artesana -nada de legalidad-, merece la pena pensar en la marca como cedida al dominio público, de acuerdo con las premisas de este manifiesto, ¿no? Pues hasta aquí puedo leer. ¿Es esto branding abierto? 😉

Artículos relacionados

7 comentarios

Hitóbito Studio 11/07/2012 - 08:59

Un buen post, Julen.

Creo que lo que nos hace falta es replantearnos lo que significa «marca» respecto a lo que significaba hace 30 años, por ejemplo. A lo mejor es que ya no sólo son «adidas», «IBM», o «MacDonalds» como dioses de un estatus, sino que la marca es algo qe da uniformidad a una idea o estilo, por ejemplo.

El mismo Macdonalds podría servir como precursor de esto mismo, al fin y al cabo, qué es una franquicia sino un grupo de pequeñas empresas que funcionan por separado vendiendo «lo mismo».

Aunque el formato legal no sea franquiciado, por qué no va a ser lo mismo. Hay otros mil modelos de «Marca» hoy día:

-Denominaciones de orígen
-Sellos de calidad
-Asociaciones de artesanos (esto en Castila y León, que es donde estoy ahora)
-Hasta 15M o Holliwood podría considerarse una marca llevándolo al extremo

Al final una marca es una filosofía o concepto que el usuario puede asociar con facilidad ya sea por una imagen corporativa o un nombre, no necesariamente una empresa.

Te digo todo esto, porque precisamente veo lo contrario a lo que dices en tu post. Yo lo afrontaría desde el otro punto. No es ¿Marca?, sino MARCA, con fuerza y orgullo e intentando asumir esa filosofía de «sí, somos una idea común y trabajamos en común». La unión hace la fuerza y si eres capaz de conseguir que un grupo de personas se sienta de acuerdo con una misma filosofía y aún más, se ayuden unos a otros, entonces tienes la posibilidad de llegar exponencialmente más lejos por cada persona que se una a tu MARCA.

Como soy artista y no consultor, este consejo no te lo cobro xP Pero si te sirve de algo y me llego a enterar, me alegraré de haber sido útil 🙂

Gracias por el post

Responder
Julen 17/07/2012 - 10:58

Pues encantado de que nos aportes tu visión como artista. Un placer escuchar tus argumentos. A mí lo que me pasa es que en el fondo me ha miedo todo ese torrente de «venta» hueca que se hace de tantas y tantas cosas. Nos meten mensajes hasta en la sopa y luego la realidad demuestra que van por otro lado. No sé si debo pensar en MARCA con mayúsculas como tú la escribes. Yo me siento más cómodo en los rincones, con poca gente. Las multitudes me dan miedo. No sé, voy a ser yo, que ando un poco tarado 😉

Responder
Juanjo Brizuela 11/07/2012 - 18:32

Por alusiones 😉
Pues Julen, yo sí que veo como una marca a eso de «consultoría artesana en red». ¿Por qué? Porque aunque quizá no lo hayáis gestionado como si fuera una marca comercial, o haber dedicado mucho tiempo a comunicar todo ese tipo de cosas, has/habéis logrado que «eso» signifique mucho o algo para mucha gente. Y querámoslo o no, una marca ya pasa a poder de los usuarios por el hecho de que ya significa. ¿Cuál es el problema de muchas marcas? que la relación entre lo que quieren y lo que significan realmente, hay disonancias o disociaciones.

Que tengas un logo significa algo. Simplemente representa lo que quieres hacer. Esas muñequitas de trapo sientan realmente bien a lo que proponéis. Recuperar emociones con un trabajo artesanal. Touché. Que tengas un blog sí que te ha ayudado a transmitir una imagen, una forma de hacer que es lo que ha quedado en la gente, además de tus/vuestros proyectos, evidentemente.

Una marca es un vínculo. Una idea. Una forma de hacer, en algunos casos. No es necesario repetir mensajes. Eso es de otra época Julen. Hoy se demuestra el camino, andando. No repitiendo que sales a andar todos los días. Dime dónde estás y me daré cuenta de que estás andando.

Quizá tengas también que re-pensar qué narices es eso de la marca, ahí ya sabes que un «par de locos» de tu alrededor andamos enredando (¿verdad Jon?) y que quizá con un café delante podamos hablar de ello. Lo que sí es cierto es que ahora de abierto hay mucho y cuanto más facilitemos y más hagamos «por», mejor para todos.

Me ha encantado este post. ¿Por qué será?

Responder
Julen 17/07/2012 - 10:55

Pues que sepas, Juanjo, que me gustaría mucho que Jon profundizara en lo del branding abierto. Porque creo que, efectivamente, haciendo comunicamos y eso quiere decir que hay que sentirse cómodo «abriendo» el proceso de lo que estamos haciendo. A la vez me da miedo que inundemos con tanta comunicación. Porque resulta que decimos que no comunicamos sino que hacemos pero en definitiva, al contarlo de forma inherente a la acción… ¡¡la liamos parda!! Toma más y más contenido. Es lo que me pasa con mi blog. Que soy un exagerado, claro.
El jueves he quedado con Jon. Hablaré con él para ver si soy capaz de seguir sus pesquisas y puedo aportar.

Responder
Juanjo Brizuela 18/07/2012 - 07:21

Nada de exageración es simplemente la realidad mostrada.
Nada me gustaría más que estar ahí el jueves… ya sabéis dónde me tenéis.

Responder
Modo de producción P2P #2 « Infraleves 18/07/2012 - 09:03

[…] Consultoría artesana, microempresas unidas por una marca […]

Responder
Nueva sesión con Leinners para hablar de consultoría | Consultoría artesana en red 03/12/2012 - 06:45

[…] conviene irse a la declaración que acordamos en Málaga.Pero también señalaría artículos como Consultoría artesana, microempresas unidas por una marca, Negocio pequeño o las palabras que definen este proyecto (al menos allá por 2010).  Ideas […]

Responder

Responder a Modo de producción P2P #2 « Infraleves Cancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.