Crowdsourcing y chantaje emocional

by Julen

crowdedUna de las condiciones básicas para que funcione bien un auténtico proceso de crowdsourcing es la elección adecuada de incentivos. No cabe duda de que hay que apelar a factores que movilicen motivación intrínseca, esa que «sale de dentro». Aunque cabe pensar en ciertos escenarios donde unas recompensas extrínsecas muy golosas sirvan para conseguir que la gente aporte, parece que son necesarias motivaciones más hondas para que un proceso de estas características se mantenga en el tiempo.

Como la tentación vive arriba, es evidente que está aflorando un mercadeo complejo para tocar nuestra fibra sensible. Frente a las transacciones duras de otros tiempos (comprar-vender) hoy prevalece la carga emocional. Así se explica que  la donación, por ejemplo, cobre cada día más relevancia. Nuestras maltrechas conciencias del primer mundo necesitan algo con lo que purgar penas. Y ahí el crowdsourcing puede hacer su agosto. Por supuesto que esto incluye a su versión más tentadora, el crowdfunding. No digo que, por supuesto, no haya procesos absolutamente admirables pero también creo que el río anda revuelto y que hay muchos pescadores tratando de sacar partido.

A fin de cuentas este tipo de procesos se dirigen a la persona que somos, a nuestra forma de entender el mundo. Quieren tender una conexión emocional intensa. Solo cuando se consigue es cuando nos movemos y hacemos clic en ese icono que dice «participa», «dona», «contribuye» o lo que sea. Ahí se produce una decisión muy íntima. Acabamos de elegir entre un océano de propuestas que nos llegan por todas partes. Pero ese acto íntimo pudiera no ser tan neutro, pudiera ser el resultado de un elaboradísimo chantaje emocional del que no somos conscientes.

En psicología hay muchas maneras de provocar conductas concretas en las personas. Los mecanismos que pueden emplearse conforman una lista enorme dependiendo de la corriente desde la que quieras aproximarte. Así que ya veo un renacer de la profesión de psicología al recurrir al manejo de incentivos. Pero a la psicología se la une el marketing más sensiblero. Porque mira tú que todo el mundo está apelando a nuestros valores y a nuestra conciencia para vendernos de todo. Ya puede ser Iberdrola, Repsol o BMW. Se trata de conexión emocional, un territorio salvaje donde los haya.

El problema es que parece que todo el mundo recurre a lo mismo. En mi caso colaboro con Médicos Sin Fronteras y con Aministía Internacional: aporto una cuota mensual y la conciencia viaja más relajada. Pero es que las campañas de sensibilización de otras ONGs compiten también con mis opciones iniciales. ¿Con quién colaborar? Ya, es una decisión personal. ¿Afectada por lo tan bien que hayan realizado su campaña de marketing? Pues va ser que, en parte, sí. Así son las cosas.

El ego de cada persona está siendo asaltado por propuestas crowdsourceras. Terreno complejo, pero sugerente: ese en el que tú y yo damos lo que tenemos por poca cosa a cambio. Bueno, porque nuestro ego o nuestra conciencia sobrevivan. Todo tiene su lado oscuro, también el crowdsourcing, sobre todo cuando lleva detrás una buena campaña de marketing. Profundizaremos en este asunto con algunos ejemplos que llegarán en próximos posts. Hoy solo se trataba de levantar alertas, nada más.

Ah, y una bola extra que viene de Alfredo Varela, cuyo blog descubrí el otro día y al que llevé directamente a mi delicious por su poder infográfico. El caso es que tiene una buena colección de recursos visuales sobre crowdsourcing, como el ejemplo que inserto a continuación.

 

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4 comentarios

Paco 28/06/2012 - 08:02

Desde mi humilde punto de vista, hay un elemento clave que distingue unas opciones de otras en el ejercicio del crowdfunding, y es el grado de transparencia en el manejo de las aportaciones solicitadas.
Y aunque este mal el hacerlo, te pongo un ejemplo en el que estoy involucrado: http://equocordoba.org/transparencia/.

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Julen 02/07/2012 - 05:15

Paco, pues sí que sí: transparencia es un requisito. Solo que a veces no veas cómo funciona el marketing de la transparencia.

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Isabel 28/06/2012 - 19:57

Hay alternativas, lo que ocurre es que llegar a esos «factores que movilicen motivación intrínseca», cuesta más, por eso el camino fácil que nos invade y provoca un auténtico sarpullido de causas que, personalmente me produce alergia.
Hay alternativas por construir, lleva más tiempo pero merece la pena.
Espero con mucho interés la continuación de esta alerta.

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Julen 02/07/2012 - 05:14

Nosotros, por tema de trabajo, andamos mirando muchos procesos de crowdsourcing y algunos de ellos necesitan una mirada crítica, sí o sí. Hay por aquí muuuuucho marketing que está trabajando en la capa base de la motivación.

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