Cada vez vamos a encontrar más ejemplos de que los romanos están locos. La aldea de la Galia asiste cada vez más a comportamientos estrambóticos de las supuestas empresas ortodoxas y bienpensantes de los romanos. Ahora resulta que alguien tan poco sospechoso de contar excentricidades como The McKinsey Quarterly publica un artículo en el que describe algunos casos de empresas que han planteado un proceso masivo de definición y despliegue de sus estrategias de negocio.
Yo ya me lo veía venir. Pero es que además, estoy por negar la mayor: definir la estrategia es un rollo que nos hemos inventado las hordas consultoras para ganar pasta. El proceso suele ser tal que así: alguien -una empresa incauta- cree que debe encontrar el santo grial que la conducirá al paraíso de la competitividad eterna. Para ello monta un tinglado faraónico donde, a ser posible, se hace intervenir a alguna empresa consultora de postín. Se le colocan a ser posible seis ceros a la oferta correspondiente para dar realce al negocio que se va estrategizar y ¡adelante!
Para que el plato salga aparente harán falta datos. Si la consultora es como Dios manda, se traerá consigo un par de terabytes de datos de mercado. Buceando en secretas aguas profundas dará con informes que dicen que no sé quién anda con tales negocios y no sé quién factura euros como rosquillas, cada año cada vez más. Gráficos de barras, tablas profusamente pobladas de números en diferentes formatos y alguna que otra valoración cualitativa componen la escena.
Eso sí, al final del proceso, si llegas a ver la estrategia y haces un resumen de lo que dice (porque el documento final tendrá cerca de 200 páginas) te llevarás la sorpresa de leer algo que es pura lógica. ¿Para esto tantos bueyes y carretas? ¡Pero si dice lo que ya sabíamos! Pues eso, que la cuestión no está en el qué, sino en el cómo. Que la estrategia de un negocio que centra los esfuerzos en atinar en el centro de la diana tiene el pequeño problema de que ¡¡la diana se mueve casi todos los días!!
Por eso planteo que hay vida más allá de la estrategia como contenido: la estrategia como proceso. Algo más divertido y con mejores perspectivas. Por eso os dejo con una marcianada: montar un proceso de participación masiva para alumbrar una estrategia y disfrutar de ella. Y no lo digo yo, lo dice McKinsey. Primero hay que pensar, claro está, en la gente de casa, pero no te quedes ahí. Fuera hay más gente que puede ayudar, solo que no sabíamos dónde estaban y cómo interactuar. Así que hay que montar un feisbuk de la estrategia, un festival de lo más friki para que la gente disfrute construyendo y deconstruyendo estrategia. Lo nunca visto.
Pues léete el artículo de McKinsey y luego hablamos. Ah, de todas formas, no te creas todo lo que lees, que hay una constante tendencia a poner de color rosa lo que suele estar teñido de grises y negros. Bueno, o de otros colores. Así pues: pasen y vean. El artículo habla de HCL Technologies, Red Hat, Rite-Solutions, 3M y AEGON. Feliz viernes. A mí me toca en breve pasar por FUNDEUN, aquí en Alicante, donde comentaré estas y otras cosas 😉
1 comentario
Dios, McKinsey ha hablado …