Empleo, profesión y pasión, un nuevo homo economicus

by Julen

happiness is ...La ola que recorre estos tiempos postmodernos de falta de norte y sálvese quien pueda es la pasión. Punto de partida para la felicidad y también punto de partida de la economía extendida en que se ha convertido nuestra sociedad. Eso sí, marca una curiosa línea de fuga para toda la corriente de pensamiento alrededor del homo economicus como modelo triunfante frente al homo sociologicus. Lo digo porque el homo economicus se ha equiparado en gran parte con la teoría de la elección racional. Pero pudiera parecer que la «pasión» incorpora un nueva variable en el tablero de juego que doblegaría la racionalidad que atribuimos al homo economicus. Nada más lejos de la realidad. El capitalismo emocional ha incorporado la pasión como manera de consolidarlo. Nueva paradoja a una lista que no hace sino crecer.

Para hablar con propiedad, concretamos este concepto de «racionalidad» que estamos usando. Extraído del capítulo «La invasión del hombre económico» en el libro que Patrick Baert y Filipe Carreira da Silva han publicado sobre Teoría Social Contemporánea:

Por racionalidad se entiende, de forma somera, que el individuo, al actuar e interactuar, tiene un plan coherente y que intenta maximizar la satisfacción de sus preferencias, a la vez que pretende minimizar los costes. En consecuencia, la racionalidad implica el «presupuesto de conectividad» según el cual el individuo en cuestión tiene un completo «orden de preferencias» en las diversas opciones.

Es decir, que la racionalidad nos define como seres que tomamos las decisiones más adecuadas para satisfacer nuestras ansias. Traducido: para perseguir la felicidad. Y la felicidad, ese concepto tan de moda que tiene ya sus congresos Coca-Cola y sus gurús bien identificados, todos sabemos que es signo de nuestros tiempos. Bueno, felicidad buscada y no encontrada, permanente tensión interior que provoca una licuación del mundo en terminología manejada hasta la saciedad por el señor Bauman.

En otro orden de cosas, empleo y profesión caminan por rutas diferentes en esta sociedad de «o tienes éxito o eres un paria», de «todo o nada», de «millones ojos te observan pero te hemos dado un altavoz: las redes sociales en Internet». El empleo es a lo que aspiran quienes no triunfan en la vida. Si eres vulgar búscate un empleo. Si estás en la lista de quienes quieren buscar el éxito -permanente insatisfacción líquida de nunca llegar a él porque si llegas aburre- entonces no debes buscar un empleo. Tienes que mirar en tu pasión y sacar de ahí tu profesión. Es el discurso imperante para salir de la crisis: te reinventas, sacas lo mejor del homo economicus que llevas dentro y ¡zas! a emprender.

La profesión es más que el empleo. Te define mucho más. El empleo es transitorio; solo es una manera de establecer una relación contractual por la que alquilas tu tiempo para recibir un dinero. El empleo es el estándar de la masa trabajadora. En cambio, la profesión pudiera ocupar un lugar privilegiado en el olimpo del éxito. Si haces de tu pasión tu profesión, entonces cumples, curiosamente, con la idea de «racionalidad» que expresábamos antes: de ahí se deducirá «un plan coherente» para «maximizar la satisfacción de tus preferencias».

El empleo está por los suelos. Eso que unos creaban y a lo que otros accedían parece romperse en mil pedazos. De hecho hoy en día no sabemos muy bien qué es. Porque se ha convertido en un apestado de la sociedad. «Empleo» es sinónimo de pasivo, de derecho y no obligación, de lastre, de coste. Flexibilidad y pasión se le contraponen. Este es el engaño en que vivimos, el engaño que hemos relatado tantas veces que parece realidad. Vivir de tu pasión es una máxima de la motivación personal para triunfar. Esta en cualquier manual de autoayuda.

Traducir económicamente tu pasión tiene premio. Tendrás reconocimiento social, serás «buena práctica» y te llamarán para dar conferencias. Serás un orgullo para tu madre. «Empleo» será una palabra de tu pasado. En cambio, la pasión será tu combustible inagotable. Adiós a los combustibles fósiles. Demos la bienvenida a una inmensa energía renovable: la de tu pasión. De ahí el inmenso mercado del alma que se genera: coaching y libros de autoayuda para la moderna religión del homo economicus movido por su pasión. Hay que cultivarse para que la racionalidad tenga cada día más armas a su disposición.

Tienes que conquistar tu felicidad. ¿De verdad que nos lo creemos?

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9 comentarios

Jon S. 26/04/2012 - 21:35

Gracias, Julen.

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Julen 27/04/2012 - 04:20

De nada, joven, de nada.

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Alfonso Vázquez 29/04/2012 - 12:04

Te adjunto un enlace a la crónica de un libro sobre el tema («Pour une philosophie du travail») que me está gustando:
http://www.mezetulle.net/article-pour-une-philosophie-du-travail-de-m-verlhac-recension-par-e-fuchs-101651212.html

Alfonso

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J. G. del Sol 30/04/2012 - 08:12

Sabes que no, Julen: no me lo trago.

Nadie vive de su pasión, sino del trabajo que esa pasión le logra vender a alguien. O sea, del empleo de esa pasión. Si no le da empleo remunerado, pues estará en paro, y a ver quién en paso vive toda su vida sólo de sus sueños.

Ah, ¿y por qué hay que «economificar» los sueños?

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carme 01/05/2012 - 02:16

Para que tu pasión sea profesión tienes que vender, porque de lo contrario es hobby.

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Isabel 01/05/2012 - 08:50

Ocupación-profesión-trabajo-empleo. Ciertamente hay mucha confusión, nada ingenua, en los discursos.

¿Pasión mercantilizada con un completo “orden de preferencias” en las diversas opciones? Imposible, aunque se quiera vender o creer.
En cambio, aunque agotador, considero imprescindible apasionarse por lo posible, por la búsqueda, por el aprendizaje…

Saludos!

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Ocio, trabajo y el derecho a la pereza | Consultoría artesana en red 08/06/2012 - 06:00

[…] me temo, para muchas personas esto no es así. Mientras tanto, para ennegrecer más el panorama, el “empleo” esté en franca recesión y se ha encumbrado al máximo la figura del “emprendedor”. Así, en masculino y dotado […]

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Videojuegos independientes, software libre y espíritu hacker | derrotero.net 13/11/2012 - 23:19

[…] un poco estas observaciones. Si la primera característica que define a un hacker es la pasión, hacer un juego gratis completo en dos días es una de las mejores pruebas de pasión que se me […]

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Videojuegos independientes, software libre y espíritu hacker | derrotero · net 15/02/2013 - 11:29

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