Sobre el manifiesto «Queremos contratar»

by Julen

SemillasTeketen me ha puesto sobre la pista del manifiesto «Queremos contratar» que, como tantos otros, había pasado por alto. Vivimos en la sociedad del manifiesto en un inacabable intento por fijar posiciones y marcar identidades. Sin embargo, el mundo continúa licuándose y se mueve de aquí para allá como un poseso. El manifiesto compartido por el Foro de Emprendedores de Adegi se posiciona sobre su voluntad de «querer contratar» aunque, como bien señala Gorka en su extenso artículo, sin desarrollarlo. Se centra más los antecedentes que en el despliegue de la propuesta.

Yo ya he expresado mis miedos sobre el desmedido protagonismo que se está asignando al «emprendedor» en la época actual. Por cierto, el lenguaje sexista del manifiesto es de hacérselo mirar: tras una primera frase para la galería, adiós muy buenas. Pero en la testosterona y los cojones (con perdón) va mucho del sentido épico empresarial que, parece, debe mover el mundo moderno. Retos, objetivos y dificultades conforman la escena donde el chico bueno llamado empresa aparece para rescatar a la princesa. Aunque luego la engañe con la primera que pase.

No conozco a las personas que están detrás de ese manifiesto. No soy nadie para juzgarlas. Solo pretendo contribuir a una reflexión general sobre la propuesta que hace el manifiesto. Gorka se ha tomado su tiempo para repasarla con detalle y colocar sobre la mesa argumentos que se extienden también en los comentarios. La conversación está abierta y no creo que nadie tengamos el saco repleto de los argumentos correctos. Seguro que hay opiniones que rebaten mi posición. Pero, lo reconozco, me asusta el modelo implícito que está detrás no solo de este manifiesto sino de muchas otras propuestas de la empresa «tradicional».

Mi reflexión tiene que ver con la institución «empresa» y su consustancial modelo de crecimiento y ambición. La constante alusión a las personas como eje en torno al que gira todo proyecto empresarial se desvanece como una azucarillo en el café al crecer. Las personas empiezan a perder su nombre y apellidos, empiezan a perder la persona que son para pasar a ser trabajadoras: «creemos que es deber de los emprendedores generar proyectos atractivos para los trabajadores: la implicación en una propuesta que entusiasme es la mejor formación continua que podemos crear». Personas convertidas en trabajadoras porque el modelo imperante así lo consagra.

La empresa es una interfaz en el mercado. Para que se produzcan transacciones económicas y se genere riqueza -con asimétrico reparto casi siempre- se inventó esta institución llamada empresa. Pero hoy es solo una de las formas de jugar en el tablero económico. Mikel Ihidoi se pregunta si «social» es el gran instrumento de la economía en su bien trabajo artículo. Por supuesto, Mikel, «social» es el peaje que muchas empresas han comenzado a pagar para entrar en beneficios. La responsabilidad social corporativa juega como una pieza más en el tablero de la competitividad moderna.

Mientras tanto, «empresa» empieza a no ser nada. Porque dime qué personas están ahí y te diré de qué empresa hablamos. Y me da igual un megacentro comercial tecnológico que un ayuntamiento o una empresa de Aizarnazabal. Dime qué personas están allí, porque el ente empresa convertido en «corporación» es un monstruo de siete cabezas. La dimensión humana de una organización es condición necesaria para que las personas sean protagonistas, en igualdad desde su diversidad.

No queda sino aplicarse al refrán: a Dios rogando y con el mazo dando. Las empresas hoy son las que son y tenemos que tratar con ellas. Siempre hay personas que lo merecen todo. Y viven más o menos escondidas allí dentro. Da igual de qué empresa se trata. No hay que obsesionarse por «los mejores». La gente normal es mayoría y creo que es un colectivo fatalmente olvidado a día de hoy. Cada vez que leo un manifiesto como este me asalta la duda de hasta qué punto nos han vendido el modelo supermán emprendedor.

Y para terminar con una burrada (son mis neuras, no me hagáis mucho caso), a veces me parece que LEINN es otro ejemplo del mismo poso de fondo. Y que incluso yo mismo vivo inserto en un modelo de autocomplacencia que trato de ocultarme, porque no hago sino jugar a lo que más me conviene. Mi obsesión por contar las bondades de la atomización y de una economía distribuida quizá solo son otra forma de no mover ficha. Pero reconozco que me da un poco de miedo el aire mesiánico del manifiesto del foro de emprendedores de Adegi y de otros muchos:

Los emprendedores, como responsables de liderar la creación y el crecimiento de proyectos, debemos reflexionar sobre el tipo de empresas que estamos desarrollando. No podemos esperar a ninguna ley para hacer nuestras iniciativas más competitivas a través de un cambio radical. Ser emprendedor implica valores como la innovación, la proactividad, la creatividad y la voluntad de asumir riesgos.

¿De verdad tiene que ser así? ¿No hay otras formas menos agresivas? Malos tiempos para la lírica.

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14 comentarios

Teketen 01/03/2012 - 08:45

No sabes hasta que punto coincido contigo. Lo de empresario=emprendedor es de manual. Una palabra que ha sido quemada, sustituida por otra para atraer a nueva gente, diferente marca para igual final, a no ser que lo evitemos. Este post intenta justo eso, sin ofender a la gente que pone su pasión en lo que hace, pero intentando que no caigan en lo mismo.
Yo igual que tú, dudo incluso de leinn, pues que te voy a decir estoy totalmente de acuerdo. Cuando ves la diferencia que se hace entre clases con sofas y clases con pupitres (old style) pues sabes que aquí algo anda mal. ¿No serán estas clases metáforas de otras?¿Otra saga de lideres? Esperemos que por lo menos vuelvan a las raices, porque sino…
Gracias por aportar al debate.

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Julen 07/03/2012 - 07:24

Gorka, una cuestión que a lo mejor tenemos que plantearnos es que ese tipo de «emprendedor» puede tener su papel y que quizá se trate más de que no sea «el modelo». En la diversidad seguro que está el enriquecimiento de la sociedad. Lo digo porque es bien cierto que ves gente que va de «líder» bajo el paradigma de «tracciona», «empuja», «busca el riesgo», que desde luego aporta su valor. Mi miedo es que todo quiera someterse a ese paradigma. Eso me aterra.

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J. G. del Sol 01/03/2012 - 08:47

No he leído el manifiesto, ni lo voy a hacer. Mucho menos les voy a mencionar, estudiar o enlazar. Yo sí conozco a algunos de los que lo han promocionado por Twitter, y por eso tengo la íntima convicción de que su verdadero título es «Queremos despedir». Pero son cosas mías. Yo aquí vengo a picarte a ti, para variar 🙂

Me parece genial tu forma de afrontar el asunto producción-empresa-hacer cosas y cobrar por ellas. Si los del manifiesto la siguieran, se lo alabaría también. Pero ni ellos ni tú caéis en los motivos de alguien para «trabajar para». Todos tenéis vuestro «proyecto vital» en forma de empresa (en sentido amplio si quieres,pero empresa). No contempláis que el motivo de alguien para trabajar para otro es realizar su propio proyecto vital al modo por esa persona libremente escogido, y que eso no tiene por qué pasar por fidelizaciones, entusiasmos ni amores que a la larga son sólo eufemismos empleados por quien paga para que quien cobra haga más que lo contratado. Si un empresario quiere que alguien trabaje entusiasmado en su proyecto de vida llamado empresa, ¡que le haga socio!

Ante eso las reacciones son graduales: desde quien no contrata, como es tu caso, y prefiere aliarse, a quien quiere contratar esclavos que no lo sean sólo de nombre, como los del manifiesto, toda ADEGI, toda Confebask y toda la CEOE al completo.

Si fuera otro, abriría un wiki, se lo lanzaría a mis chopecientosmil seguidores y entre todos proclamaríamos un manifiesto «Queremos trabajar para ti». Magnánimo como soy, incluso aceptaría lenguaje incorrecto de ése que te gusta a ti 😛 Pero lo malo de llevar mi proyecto de vida gracias a toda la población vasca que paga bien sus impuestos es que mi tiempo no es todo mío.

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Julen 07/03/2012 - 07:26

Pues, Goyo, no puedo sino estar de acuerdo contigo… ¡anda la que vamos a liar! Mi proyecto personal es una opción y el tuyo otra. Y tan respetable el tuyo como el mío. Miedo me doy a veces… 🙁

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Jon S. 01/03/2012 - 12:19

Plas, plas, plas.
Una vez más, la has clavado, señor mayor.

Creo que lo has comentado más de una vez, pero esto de que crear empresas sea más un fin y no un medio no creo que es el camino…
Está pasando de ser una cosa de cojones y testosterona, a ser una cosa de «soy emprendedor» y mira como molo. Y con eso hay que tener más cuidado todavía.
Supongo que es un espejismo provocado por todo lo que me rodea, pero también me atrevería a decir que de lo que tú hablas «gente normal» está pasando a ser «gente atípica».
¿De qué vales si trabajas por cuenta ajena? No creas riqueza ni empleo, puto becario de mierda.
Pasa lo mismo con el caso Mondragón. Está bien el Storytelling y todo… pero no podemos hacer creer a la gente que todo lo que vemos es gracias a un líder… aunque quede muy bonito (Y yasta. No voy a hablar más de esto que se me calienta la lengua…)

Ahora sí, cada vez también me fio menos de todo lo que lleva el apellido «social». Como todo, se está abusando y prostituyendo el término.

De todos modos, aunque no me cree tranquilidad, prefiero que saquen ese manifiesto a que no saquen nada… supongo que todavía me trago esas cosas.

Ala, que tengo una mañana de mala leche hoy…

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Julen 07/03/2012 - 07:28

Jon, hay que reconocer que la publicación de este tipo de manifiestos provoca conflicto. Y creo que eso está bien. Hay diferentes posturas y obliga a buscar argumentos.

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Aitor Calero García 01/03/2012 - 12:20

Hola Julen, sigo tu blog de forma ocasional, pero este post está justo en linea con lo que vengo pensando hace tiempo. Si el modelo «todos emprendedores» nos sacará de esta. Me da la impresión de que, más que nada, es un modelo cómodo para los políticos porque traspasa la responsabilidad de crear empleo a la gente, ellos se limitan a crear «el ambiente favorable» y si no funciona es que no hay suficiente «espíritu emprendedor».

Mi duda es, ¿podemos generar empleo suficiente en una sociedad de emprendedores? ¿y si el problema es que el modelo de automatización e informatización no da para más?

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guiller 01/03/2012 - 19:44

Aunque el modelo capitalismo+globalización esté en inexorable declive, es un declive que va a durar muchas décadas, y que en los próximos años seguirá moviendo una proporción muy mayoritaria de la actividad económica. Esperar que ese modelo se libre de sus historias y su lenguaje, es pedir peras al olmo, me temo.

Me conformo con que en sus reflexiones busquen el espejo en los nuevos modelos que están emergiendo, y que se van extendiendo poco a poco, rompiendo las barreras que tenemos dentro de la cabeza. En el tiempo esa imagen reflejada le ayudará a avanzar en la dirección correcta.

Por supuesto que el reflejo es deforme, eso no podremos cambiarlo. Entiendo el cansancio de quienes trabajais en lo nuevo, el sentimiento de sentirse utilizado y sobado por lo viejo. Entiendo la preocupación por el riesgo de ser fagocitado por lo «viejo modelo vestido de nuevo».

Agradezco mucho leerte Julen, eres muy consciente de las trampas en las que yo caigo casi sin darme cuenta. Elevas mi nivel de conciencia, eso siempre ayuda.

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Julen 07/03/2012 - 07:31

Guiller, es lo que le decía a Gorka Teketen contestando a su comentario. Creo que la diversidad es positiva y en este caso, al mismo tiempo que sometemos ese manifiesto a crítica, por el hecho de hacerlo lo estamos valorando. Esa propuesta es digna y convive (quiero pensarlo así) con otras opciones. Lo que buscamos es que no sea «el modelo», sino una de las opciones.
Por cierto, una pena que no pueda asistir a tu charla en Mondragon Unibertsitatea. Tengo la agenda ya comprometida para ese día. Ánimo.

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Centro del accidentado 02/03/2012 - 18:11

Muy interesante. Coincido en algunos comentarios. Es imprescindible que seamos más emprendedores pero también debe darse un entorno que favorezca que ese esfuerzo no sea en vano.

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Dabid Martinez 04/03/2012 - 15:28

Julen creo que la has clavado, tanto con los comentarios de empresa=emprenderdor como con los comentarios sobre la confianza en al empresas.

El modelo de emprendizaje que nos proporcionan (que algunos ya sabéis que me esta tocando vivir), no es bueno, pero no es solo que no sea bueno si no que encima es viejo y se ha quedado obsoleto. Poner una palabra bonita para hacer un discurso viejo no es bueno, ni sano.

Y por mi experiencia propia puedo decir, nadie me ha hablado de sistema diferentes de emprender (solo elkar-lan), nadie me ha facilitado nada para conocer modelos diferentes de empendizaje y no es solo que no me lo hayan facilitado, si no que encima los esconden.

Y digo que los esconden por que creo que la mayoría de las cosas están inventadas, solo hay que darles nuevas formas de vida, eso nos toca a nosotros.

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Julen 07/03/2012 - 07:32

Dabid, yo estoy convencido de que hay alternativas. Más humildes, más pequeñas, más pegadas a necesidades de la gente. El lenguaje épico lo dejo para otros modelos.

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Caminos, piedras y contextos | IG 13/04/2013 - 08:51

[…] referencia a la composición sectorial, a la estructura de las plantillas, a su evolución o a otros discursos que parecen querer imponerse a estas alturas bajuras del explosivo encadenamiento de […]

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