La organización abierta primero lo tiene que ser hacia dentro

by Julen

CandadoReconozco que a veces podría justificarse como una táctica al estilo del caballo de Troya. Abres la empresa… hacia fuera y no queda más remedio que abrirla hacia dentro. Porque abrir hacia el exterior puede generar una ganancia neta en reputación, visibilidad y ¡negocio! a fin de cuentas. Pero también es bien cierto que cuando insistes mucho en el impacto externo de tu actitud abierta, si dentro no eres coherente, entonces tienes muchos boletos para que te saquen cantares.

A Aitor Bediaga siempre le he escuchado insistir en este sentido cuando comienza sus charlas sobre innovación abierta con le primero de los escenarios: la innovación abierta INTRAorganizacional. Y a veces no le damos suficiente importancia. ¿Qué pasa si no abres hacia dentro? Que cada esfuerzo que realizas hacia fuera genera el mismo volumen de anticuerpos hacia dentro. Cada vez que des una conferencia, cada vez que expliques cómo abrir la empresa, sea pública o privada, estás dinamitando la confianza interna.

Esto aplica por supuesto a la Administración y al gobierno. Me da igual el tipo de organización. El caso es que para una construcción lógica del edificio de la apertura, los pasos hacia dentro son de los primeros. Y aunque podamos concebir en paralelo pasos hacia fuera y hacia dentro, éstos últimos son imprescindibles. Son condición necesaria. No suficiente, pero sí necesaria.

¿Cuántas veces encontramos cercenado el derecho a acceder a datos e información en el interior de nuestras organizaciones? Si miramos de una parte: los datos no han sido abiertos. Si miramos de la otra: no hay herramientas ni cualificación para acceder a ellos. Se juntan el hambre con las ganas de comer. Accedemos a aquello que nuestro perfil de usuario nos permite. Ni un gramo más.

Cuando se pone mucho énfasis en la comunicación de lo abierto pero dentro no hay ni herramientas ni actitud no es que le falte algo al modelo. Es que le falta una condición básica. Le falta el aire. Es como si fueras capaz de llegar a Marte: todo parece abierto y casi infinito allí pero no hay condiciones para darte un paseo y disfrutar. El esfuerzo por llegar ha sido tremendo. Pero una vez allí hay que volverse porque si no tienes los medios para moverte en ese entorno no tienes nada.

¿Por qué escribo de nuevo sobre todo esto? Porque como vivimos en tiempos de espectáculo mediático, la moral de la tropa va cuesta abajo y sin frenos. Cada vez que encendemos los focos y no volcamos la misma intensidad hacia dentro, estamos dinamitando los cimientos. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

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9 comentarios

J. G. del Sol 09/01/2012 - 08:17

Que cada cual pueda acceder sólo a los recursos que correspondan a su cargo y responsabilidades es el equivalente a la arquitectura de ese SO que tanto te gusta, Linux 😀

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Julen 09/01/2012 - 09:25

Pues lo quemamos…
Ah, no. Que yo soy muy de paradojas. ¡Chúpate esa, helpdesker! jajajajaja

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Bianka Hajdu 09/01/2012 - 10:39

Me recuerda a la importancia de la respiración en el yoga. A menudo, en el empeño de hacer una postura bien, dejamos de respirar. Error. Lo primero es concentrarse en mantener la respiración fluida. Es lo que abre el paso para hacer bien la postura. Sin respiración fluida nos caemos.

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Julen 12/01/2012 - 05:27

Pues eso, es una especie de premisa, ¿no? A lo mejor es el principio y lo olvidamos demasiado a menudo 😉

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Paz Domínguez Ara 09/01/2012 - 11:00

Lo he visto y lo he sufrido. Lo sigo viendo y muy de vez en cuando lo sigo sufriendo: Un gran despliegue de dentro afuera y estructura decimonónica de puertas adentro. Efectivamente se dinamitan los cimientos y no queda nada. Energia, ilusión, ingenio, creatividad, inteligencia personal y colectiva… todo al carajo. Y no se enteran. #QLSDN
Un abrazo Julen!

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Julen 12/01/2012 - 05:28

Yo también soy del gremio de los afectados. Hay que andarse con cuidado y no magnificar ciertos asuntos porque luego olvidamos a la gente de a pie que tenemos dentro. Fuera todo luce y dentro no hay sino sombras.

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Yuri 10/01/2012 - 12:07

Primero hay que lograr una organización abierta… sí…. pero estoy de acuerdo en parte.
Mi experiencia en este tema es que:

– Parece paradójico, pero depende del tema es más fácil «ser abierto» hacia fuera que dentro, porque al fin y al cabo, fuera hay más personas más afines que dentro.

– Si una organización es abierto SOLO hacia fuera pero no hacia dentro…. a eso lo llamo «I CAN». Tiene su valor, pero desde luego, estaríamos perdiendo la gran potencialidad organizacional como es lógico (Una organización abierta tanto dentro como afuera…. sería por supuestos «WE CAN», donde permite la existencia de red externa e interna, todo bien é inteligentemente mezclado).

Pero… estoy cansada de escuchar eso de «primero dentro». Porque ya interpreto como una excusa de no hacer, una razón más para posponer muchas de las acciones que se pueden poner en marcha si realmente hay un ‘Querer’ (o ¡Tener Visión!).

Creo que se puede trabajar tanto «abrir hacia dentro» como «abrir hacia fuera» al mismo tiempo. Estoy convencida que el esfuerzo de uno beneficiada al otro. No se trata de elegir cuál…. sino tener bien marcado el objetivo o el propósito y ….a por ello. Quizá para lograrlo hace falta que primero sea hacia dentro y luego hacia fuera…. o incluso podría ser viceversa. .

Bueno… es como pienso hoy 🙂
Un saludo Julen.

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Julen 12/01/2012 - 05:31

Gracias por la reflexión, Yuri.
Me recuerda una cosa que me pasaba en Maier. Cuando llevaba allí temas de gestión del conocimiento, de vez en cuando andaba fuera dando alguna que otra charla. Ya tuve que escuchar eso de que «a ver qué hacía por ahí fuera en vez de dedicarme más a lo de dentro». Según empresas, puede ser cuestión de táctica y quizá fuera puedas encontrar aire fresco que luego puedes empujar hacia dentro.
No sé, cada empresa requerirá un mínimo diagnóstico para ver cuáles son las tácticas más adecuadas para dejar que corra aire por su interior 😉

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Lucía Abad 17/01/2012 - 00:13

Si una organización no se abre hacia dentro y si se da a conocer hacia fuera lo que conocen de está es una parte que mejoraría con una libertad en ambas partes. El no abrirse puede llegar a crear malestar por las contradiciones que se perciben.

Un saludo.

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