La facturación de 2011 y sus razones

Ya estamos bien adentrados en la segunda quincena de enero y faltaba por hacer un mínimo análisis de los números de 2011, tras el rápido balance que compartimos aquí en diciembre pasado. Ese año pasado hemos facturado, IVA incluido, por importe de 227.231,10 euros. Esto supone la mayor cifra desde que comenzamos a andar. Frente a los dos años anteriores, que se mantuvieron casi a la par en facturaciones un poco por encima de los 200.000 euros (siempre hablo de cantidades con IVA incluido), ha supuesto, por tanto, un incremento del 12%.  Hablo de facturación porque es el dato que más me interesa si seguimos con el objetivo de distribuir y no acumular. Y en esto me quiero parar un poco.

La contabilidad oficial, quede claro, es cosa de nuestra asesoría. Ellos hacen los números oficiales y yo deposito plena confianza en su gestión. Al margen de eso manejo una sencillísima hoja de cálculo donde listo ingresos y gastos. La cuenta de la lechera. Así de simple soy con estas cosas de los números. Del total de gastos, algo más de 70.000 euros han tenido que ver con facturación emitida por personas y entidades que, de alguna manera, forman parte de nuestra red… dicho sea en el mejor de los sentidos. Porque esto de «la red» hoy en día nos suena más a caso Urdangarín, Camps, Gurtel y similares, ¿no?

En este año que ha terminado sobra decir que David y yo somos quienes tenemos dedicación completa, pero creo que hemos conseguido abrir más el grifo de las colaboraciones. En este sentido, el vínculo con Naiara Pérez de Villarreal se ha incrementado. Colaboramos con ella también en labores docentes en la universidad y procuramos hasta donde podemos que haya un flujo constante de participación suya en los proyectos que vamos captando, siempre que entre todos veamos que hay contenido interesante. Aprendemos con ella, no me cabe ninguna duda.

La jornada que organizamos en febrero sobre economía abierta en Eutokia también ha permitido que pudiéramos compartir facturación (muy humilde) con un conjunto de profesionales a quienes sentíamos cerca. Y esto incluía a ponentes y a quienes nos ayudaron a narrar la jornada. En este sentido me gustaría comentar las colaboraciones con Josi Sierra a través de su proyecto Conocity. Y, por cierto, también con Ubiqa para generar el video de Transandalus… que algún día tendrá continuación.

Un proyecto diferente, por su dimensión y alcance, es el que estamos desarrollando para Gobierno Vasco con el soporte que damos a las comunidades de práctica y equipos de innovación que se van constituyendo. Está suponiendo una colaboración potente con Odilas y con Amalio, además del soporte de MIK. Ha sido el primer proyecto que considero aprovecha el potencial de colegas de #redca. La experiencia de colaboración creo que está siendo muy positiva. Hemos conseguido extender la facturación también en este colectivo. Quizá es de lo que más ilusión hace.

En 2011 también se ha producido otro hecho relevante. La colaboración con MIK y Enpresagintza ha dado un paso al frente y ha crecido significativamente en facturación. No obstante, es en este curso académico de septiembre 2011 a julio 2012 donde eso se está reflejando con mayor claridad. En gran parte tiene que ver con las actividades que desplegamos alrededor de nuestra investigación en empresa abierta, con un curso avanzado y un postgrado en perspectiva, y también con un pequeño congreso y otros asuntos que iremos explicando y que queremos hacer de aquí a julio de este año.

Este año pasado también ha sido el año en que -extrañamente, dicho sea de paso- ha explotado la facturación para la Administración Pública. Muy condicionado por el proyecto con Gobierno Vasco, pero también influido porque hemos trabajado para Lan Ekintza e Inguralde. Proyectos un tanto frustrantes estos últimos, dicho sea de paso. Pero sí que ha supuesto un dato curioso: sin buscarlo expresamente ha aparecido lo público en el horizonte. Ah, y por cierto, con unos pagos en plazo muy inferior a como lo está haciendo la empresa privada. En este sentido, nuestro reconocimiento.

Porque esto es lo último con lo que quería terminar: excepto un caso concreto con una empresa privada y otro con una entidad pública de otra comunidad autónoma, los pagos han llegado en plazo. Supongo que tenemos que tocar madera y quizá bendecir la suerte que tenemos. Las cosas como han sido. Es cierto que cobramos tarde unas facturas de Gobierno Vasco, pero ha sido por errores propios no achacables a la Administración.

Bueno, pues tampoco me lío más porque la simplicidad espero que siga siendo un valor de los números que usamos.  Sigo pensando que solo merece la pena facturar más si conseguimos distribuir más ese dinero. Si no, lo siento, pero las ambiciones se me quedaron por el camino. Creo que con la situación económica general que tenemos, bastante suerte es trabajar con esta holgura. En este sentido soy un privilegiado, no me cabe duda. Y si hay que pagar un montón de impuestos es porque hemos ganado pasta. Ojalá nos pase durante mucho tiempo.