Investigamos, o eso decimos que hacemos

by Julen

Test tubes and other recipients in chemistry labEn realidad mi caso es el de un recién llegado a la investigación y sin vocación inicial, lo reconozco. Perdón por este ombliguismo de hablar de mí desde la primera frase de este post, pero creo que sirve para entender la paradoja en que creo estar instalado cuando digo que soy «investigador» y cómo afecta eso a la línea de trabajo en torno a la empresa abierta. Si me preguntan antes de los 40 años, nunca hubiera dicho de mí soy «investigador». Acepto otros términos pero no ese. Aceptaría: lector, crítico, enredador, inquieto…

El caso es que creo que fue allá por 2007 cuando el asunto cambió. Por aquel entonces ya conocía a David Sánchez Bote y a Aitor Bediaga. Y sí, yo estaba con mi proyecto de tesis. Así que, ¿cómo no iba a decir que era investigador si habíamos «inventado» un concepto y andábamos liados leyendo y documentando todo lo que podíamos a ese respecto? David ya iba para doctor y Aitor se ponía manos a la obra. El único fracasado, de momento, el que se suscribe. Pero dos no se pegan si uno no quiere.

Y sucedió también que comenzamos a trabajar en proyectos que caían en la caja «investigación» de lo que entonces era ETEO y hoy es Enpresagintza. Traducido todo ello: ciertos proyectos me hacían, sin más, «investigador». Luego, con MIK ya reorganizado, mis horas investigadoras eran todavía más fáciles de evidenciar porque había una facturación específica que podía asignar a tal concepto. Por poner un ejemplo, la investigación para documentar veinte casos de economía abierta en el proyecto que realizamos para la EOI con dinero de Fondo Social Europeo, justificaba que sí, que ya podía decir de mí mismo que era investigador. Había pruebas de ello.

Consultoría Artesana en Red, sea lo que sea, tiene vocación investigadora. Entre otras cosas, porque están David y Aitor por aquí. Y cualquiera les dice que no son investigadores. Además, nos buscamos la vida para conseguir financiación para ese tipo de cosas porque sería difícil que un cliente las percibiera como consultoría.

En fin, dicho todo lo anterior, nuestra forma de investigar creo que presenta ciertas particularidades:

  • En gran parte está vinculada a un centro de investigación , MIK, pero a la vez la consideramos «abierta» -como no podía ser de otra forma- a cualquier persona o entidad interesada en los asuntos de empresa abierta. Lo que nos enlaza es el interés investigador en un campo de conocimiento. Punto.
  • Investigar, si quieres vivir de ello, es tener pasta para hacerlo. Así de crudo. Pero hay que echarle imaginación para ampliar la financiación a lo «posible adyacente», que diría Steven Johnson (a esto le dedicaré un artículo algún día). Me refiero a que la línea que delimita la investigación y otras actividades cercanas es tan fina y tan móvil que no ganamos demasiado siendo pulcros en la materia. Porque pasta hace falta.
  • Nos sentimos felices escribiendo. Pero -yo, al menos- las formalidades del lenguaje académico se dan de tortas con nuestros blogs. Las fuentes que manejamos vienen más de la web social y menos de la literatura académica formal. Y no digo que no usemos también estas fuentes, pero el peso de lo que está fuera de la caja es grande. Insisto, sé que, sobre todo, hablo de mí.
  • Salir de la universidad y pasar tiempo fuera de ella es fundamental. Hablar con la gente que pisa las empresas, con otras gentes que se dedican a la consultoría o con funcionarios que hurgan en los límites de sus sistemas, es fundamental. Si la investigación pasa demasiado tiempo intramuros seguro que acaba enmoheciéndose. Nuestra investigación es experimental porque se nutre de contactos.

Una última reflexión para aclararnos aún mejor: vamos a abrir en breve -ya estamos tardando- nuestro sitio web de referencia alrededor de la investigación sobre empresa abierta. ¿De dónde sale ese sitio? De lo bien que lo pasamos enredando con todo esto. Así de simple. Seguimos en busca de casos, de críticas, de textos, de referencias, de filias y fobias. Porque investigar no es sino una forma de activismo. Incluso de activismo con enfoque político. Porque la observación modifica el objeto de estudio por el simple hecho de ponerse a ello.

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6 comentarios

Txus Ordorika 16/01/2012 - 08:55

En mi opinión, la clave está en «salir de la universidad». Mi experiencia de 3 años en el mundo de la investigación, ví que justamente faltaba eso: salir de los muros, del despacho, para ver otras experiencias y compartir experiencias con los que están a pie de calle para conseguir que el fruto de dicho trabajo termine siendo útil.

Enhorabuena por el doctorado, por cierto 🙂

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Julen 21/01/2012 - 06:54

Txus, buen apunte. Yo también creo que esa es una de las claves: hablar con otra gente, pasar tiempo fuera, contrastar puntos de vista. Vamos meter algo más de diversidad.

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Iván 16/01/2012 - 13:15

Me identifico con muchas de las cosas que escribes en el post, mis relaciones con el mundo académico siempre han sido tormentosas a pesar de haber pasado por varios aros. Pues nada, salud y larga vida a ese mix de artesanos investigadores 😉

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Julen 21/01/2012 - 06:55

En tiempos tormentosos vivimos me parece 😉

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Isabel 16/01/2012 - 22:09

«Porque la observación modifica el objeto de estudio por el simple hecho de ponerse a ello»

Y añadiría: y el objeto de estudio modifica nuestro punto de vista por el simple hecho de ponernos a observar». Y en esa remezcla se van gestando las nuevas realidades.

Menos mal que los blogs no se auto limitan con las formalidades del lenguaje académico, para suerte de los amantes del conocimiento por sí mismo.

Saludos!

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Julen 21/01/2012 - 06:56

En los blogs podemos saltarnos las normas. Objeto y sujeto acaban remezclados a base de escribir y someternos a cierta conversación pública. No me cabe duda.

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