Amazon y otras empresas extrañamente globales

by Julen

Yin Yang Sky Earth - IllustrationHace tiempo que un mantra se ha apoderado del éxito empresarial: tienes que pensar en un mercado global. Globalización. Tierra plana. El mundo del siglo XXI ha empequeñecido. Piensa en mercados que pueden explotar en cualquier rincón del planeta. ¿Éxito? Pues internacionalízate. Es una manera de que a tus negocios les vaya bien.

Hay muchos casos de empresas que presumen de que el mundo es su hogar. De entrada todas las multinacionales, que para algo se definen como «multi», ¿no? Luego están todas esas empresas más pequeñas que han sabido encontrar competitividad en mercados que no andan tan jodidos como los de aquí en la vieja Europa. Incluso Mondragón es ahora Corporation porque el mundo habla en inglés, el idioma de los negocios, la eficiencia y la competitividad.

Claro que ayer le escucho a una amiga que se ha comprado un Kindle Fire y ha caído en la cuenta de que «global» admite diversas acepciones. Hablamos de Amazon, no de cualquiera. Ella usa Internet y mira dónde puede comprar eso que le gusta. ¿Qué tiene enfrente? El mundo mundial a través de la pantalla de su ordenador. Puede hacer con facilidad una transacción o, en este caso, localizar información para luego llevar a cabo una compra local en un país que no es en el que reside.

Oh, oh. Problemas. No en el proceso de compra. Ahí casi nadie tiene problemas, aunque los hay tan tarugos que no cumplen ni siquiera en esa fase inicial. Pero suele ser mucho más habitual que el problema venga después. Te puede ocurrir que tengas un problema técnico o que lo que pensaste que podía ser una experiencia de uso fácil, derivada de una «compra global», finalmente no lo sea.

Resulta que Amazon no es Amazon. Son muchas Amazons, según parece. O, al menos, unas cuantas Amazons. Sus clientes no son de Amazon sino de un Amazon local con unas políticas comerciales y de atención al cliente específicas. El ejemplo me sirve para explicar que «global» puede ser una manera simple de utilizar lo que conviene de esa «globalidad». Cualquiera que sufra tarifas de roaming lo sabe: por ejemplo, ¿Vodafone es «un solo Vodafone»? No, según cómo interese. Es un solo Vodafone para decirnos que son la hostia. Pero luego, cruzas una frontera que desapareció en lo físico pero que tiene plena vigencia si de cobrarte se trata.

Extrañas empresas globales. Sí para unas cosas, pero no para otras. Esta amiga de la que os hablo nos comentaba que es posible que tenga que abrir una cuenta corriente en Estados Unidos. No sé hasta dónde llegará su peripecia. Pero al final te das cuenta de que en muchas ocasiones «global» no es una actitud, sino simplemente una maniobra para hacer negocio. Y fíjate lo que podríamos escribir si esa maniobra tiene que ver con la fiscalidad. Que se lo pregunten también a esas grandes estrellas del deporte y ejemplo para la juventud, que por si acaso procuran sentar el culo en algún país donde pagar la mínima cantidad de impuestos que sea posible.

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4 comentarios

Jose Alcántara 06/01/2012 - 23:50

Quizá por eso cuando te hablan de adherirte a valores de empresa hay que considerar no ya que la empresa rara vez es el eje vertebrador de nuestras vidas (lo puede ser, pero no lo es para el 99,99% de trabajadores de ese Amazon hipotético) sino que caso de existir, el compromiso será para quienes te rodean en el día a día de esa oficina.

La diversidad, que es irreductible (afortunadamente). Supongo (y me la juego contra Akismet…) que la tierra no es tan plana como la veía Friedman.

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Iván 09/01/2012 - 18:06

Hola Julen. Lo de Amazon lo veo distinto a lo de Vodafone , y como usuario-cliente que pilla regularmente libros ( muchos usados en Reino Unido ) tengo que decir que Amazon tiene cosas buenas , malas imagino que como en todas siempre has hay 😉 . Obviamente es un gigante , pero de cara a ciertos libros en mi caso me ha resultado un buen lugar donde realizar ciertas compras que de otra forma sería casi imposible realizar ,y obviamente tanto ciertos libros como ciertos precios son imposibles de encontrar en nuestro entorno del sur de Islandia . He comprado este pasado año en las diferentes Amazons 😉 , en el .ES .COM y .UK. y en mi caso tanto el email como la contraseña y cuenta bancaria sirve para conectarte entre todas, lo cual desde un punto de vista de usuario ayuda en el proceso de compra y no hace que necesites diferentes cuentas. Otro tema que no va con el post es si debido a su tamaño afecta al mercado minorista, pero esa es otra historia en la que influyen muchas variables como son las editoriales, el precio del libro, o las estrategias sobre el ebook 😉

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Rafael Soler 15/01/2012 - 12:59

EL problema no lo tiene con los formatos físicos, sino con la amazon app store que no te deja comprar desde fuera de EEUU.

Así que tiene un kindle fire sin la market store de android y con la de amazon, que no puede usar.

Mi recomendación es que se pase por xda developers y mire lo que tienen para el K Fire, que ya van haciendo progresos.

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Bocados de Actualidad (141º) | Versvs 08/08/2013 - 03:05

[…] punto de vista del usuario. También sobre Amazon, Error 500 y los libreros jugando al despiste y Julen Iturbe y la extraña globalidad de algunas […]

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