Cantidades y calidades de la participación en una empresa

by Julen

EUTK_3DBM_EDUCINTERINSTITU_31No me queda ya ninguna duda de que en una organización, como es lógico, nunca llueve a gusto de todos. Y menos mal que es así, que si no, esto resultaría demasiado aburrido. Pero también es verdad que puede frustrar el  permanente intento de que todo el mundo «sintonice» en la misma onda. Un ejemplo sucede con la participación. ¿Tenemos que construir organizaciones donde todo el mundo participe y que, además, lo haga con la misma intensidad? No, no y no.

Personas diferentes, actitudes diferentes. Unas más participativas; otras menos. Unas con más gusto por «un tipo de participación» y otras con gusto por «otro tipo». Me temo que no nos sirve eso de que «en tal proceso han participado tropocientas personas». No, porque me tienes que explicar cómo han participado. ¿Un simple voto para pedir opinión no vinculante es participar? Pues depende. Desde luego que no suena a «intensa participación», pero menos es nada, ¿no?

O sea, que no queda otra que diseñar alternativas de participación. Esto, por ejemplo, cuando hablamos de «comunidades» es algo a lo que le damos muchas vueltas. Porque el núcleo duro de la comunidad normalmente tira de personas muy comprometidas y que por tanto participan mucho, en cantidad y calidad. Pero, ¿de cuánta gente hablamos? No voy a volver a mis constantes alusiones a Pareto y a leyes del estilo 1:10:89, pero es evidente que las más de las veces nos suele ocurrir lo mismo: la mayor parte de la participación conseguida viene protagonizada por un reducido número de personas.

Entonces, ¿pasamos nosotros, a su vez, de toda esa gran cantidad de gente que pasa de participar? No, no necesariamente. Pero los objetivos que nos vamos a plantear con ese colectivo no debería ser tan ambiciosos. En el fondo, de lo que hablamos, es de montar «escaleras de participación», sistemas donde graduamos la participación para tratar de que tanto los vagos recalcitrantes como las personas más comprometidas encuentren cauces adecuados para participar.

Si trasladamos los modelos de participación graduales a una empresa, parece lógico disponer de un menú de opciones que contemple, por ejemplo, estas posibilidades:

  1. Para la gente muy participativa se podría utilizar el modelo Aprendices: «quien la propone, se la come». Es decir, que si la iniciativa «sale de dentro» de la persona, habría que darle cancha, sí o sí. Diamantes en bruto no hay tantos. ¿Cuántas personas «activistas» tenemos dentro de las organizaciones? Quizá no tantas. Así que sería un pecado mortal no aprovechar este potencial disponible. ¿Tienes la lista de quiénes son? Pues si no es así, ya tienes por dónde empezar.
  2. Creo que hay otro grupo de gente que quiere participar en temas concretos. Si en el primer bloque tienes a la gente que se apunta a todas porque le gustan estas salsas, en este segundo grupo hay que cruzar con temas específicos. Puede ser posible una participación en origen de estas personas pero siempre que estemos hablando de esos temas que les ponen. Es decir, podrían estar en el grupo 1, pero solo en esos temas que les interesan. ¿Tienes la lista? Venga, ponte a ello.
  3. Otro colectivo que me parece sencillo de identificar es la gente «que no suele protestar». Sea por pasividad, por cierta resignación vital o porque no quieren meterse en jaleos donde nadie les llama, es un grupo de gente con la que se pueden montar dinámicas estructuradas. Me refiero a algún tipo de invento en plan world-café, open space o dinámicas de grupo más tradicionales.
  4. Después viene otro grupo, más o menos extenso, según la organización lo haya «favorecido» o no a lo largo del tiempo, que son los que pasan.Aquí metemos a quienes se quedan en su rol pasivo (por diferenciarlos del siguiente grupo: quienes, además de «pasar», son «revoltosos»). Con este grupo plantearía actividades de participación básicas y que supongan poco esfuerzo. Algo así como «votar», «hacer click» en cierto sitio, acudir a una reunión donde haya un sistema de participación estructurado (tipo rondas, ejercicios individuales  o cosas por el estilo). Es decir, que sea como sea nunca busquemos la típica participación con un folio en blanco, sino algo que haga participar sí o sí y mediante un método muy bien estructurado.
  5. Por fin, tenemos un último grupo: gente que pasa de participar pero que además anda enfadada con el mundo en general o con la organización para la que trabajan en particular. Los ha habido, los hay y los habrá, campana de Gauss que te crió. y conste que habrá más de una razón para que el asunto sea como es. No convendría verles solo como «los malos» de la película porque a lo mejor el guión no lo han escrito ellos. Es importante saber cuántos son y cuánto follón montan. Y no hay que descuidar un cierto análisis de los porqués. Sí de hasta cinco porqués. Si son pocos, allá ellos mientras no contaminen. Si son muchos, entonces «Houston, tenemos un problema». Mi consejo: lo les dedicaría mucho tiempo. O sea actuar solo por excepción.

Hacía tiempo que no escribía sobre la participación, pero creo que voy a tener que darle muchas vueltas a este asunto en tiempos venideros. Ya seguiremos charlando.

Más entradas en este blog sobre participación y trabajo colaborativo.

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9 comentarios

Juanjo Brizuela 14/12/2011 - 23:14

si tuviera que describirlo con una palabra, ésta sería INTELIGENTE. Bravo Julen

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Julen 15/12/2011 - 05:16

Tú es que eres muy participativo, no cuentas jajajajaja

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Jose Mari 15/12/2011 - 11:43

Kaixo Julen,… primero eskerrik asko por la labor que haces.
No sé en cual de las categorias me sitúo. Seguro qe no en los enfadados con el mundo.
Quiero que sepas que soy un seguidor constante de tus/vuestras aportaciones, ademas de un activo difusor de algunas de tus/vuestras aportaciones en los circulos en los que me muevo y trabajo. Me interesan particularmente la participacion de las personas en la empresa, los modelos de organización participativa, …. enfin en el viejo argot de los tres ultimos decenios. Me decolaro un ferviente militante de la «democracia activa»

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Julen 16/12/2011 - 07:47

El «activismo» es cosa sana, desde luego. Ya tomaremos contacto, que trabajo no falta para conseguir mejor calidad de participación en nuestras organizaciones.

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Rafael Moreno 15/12/2011 - 18:02

Coincido plenamente con tus 5 categorías y con las apreciaciones introductorias, llevo muchos años en el mundo cooperativo y en otros movimientos sociales y entiendo algo de «la participación», ese objetivo que perseguimos tan ansiosamente y que tantos disgustos nos da cuando no se consigue. Te felicito por tus aportaciones y reflexiones. Procuraré participar más a menudo.

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Julen 16/12/2011 - 07:48

Rafael, de todas formas los «disgustos» muchas veces tienen que ver con expectativas equivocadas. Gracias por los piropos. Voy a echar un vistazo a la web que enlazas y que no conocía.

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Consultoría artesana en red » Más activismo, más ideas 16/12/2011 - 07:57

[…] Cantidades y calidades de la participación en una empresa […]

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Participación de las personas en la empresa 03/02/2012 - 12:00

[…] la participación de las personas en la empresa en función de su actitud hacia la participación. http://blog.consultorartesano.com/2011/12/cantidades-y-calidades-de-la-participacion-en-una-empresa…. Comentar 2 admin Todos mis posts [+] […]

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