El espectáculo de las ideas

by Julen

TELE BASURAPodíamos saberlo casi todo. ¿Por qué renunciar? Almacenar, guardar, acumular. Todo tenía sentido porque las grandes máquinas indexadoras luego hacían su labor. Alimento para el espíritu, los bancos de ideas cotizaban al alza en las bolsas de la sabiduría. La carrera apenas dejaba señales. Un día sí y otro también, más y más. Todo podía ser útil, todo podía valer. Escondido, agazapado en un minúsculo pedazo de espacio que no parecía molestar.

Cada idea junto a otros miles. Una lujuria absoluta, un festival de conocimiento al servicio de los seres humanos. Señal de avance, señal de progreso. Cada persona disponía de una llave que abría la habitación de los intangibles. El cartel lo decía claro: pase sin llamar. Pero una vez allí dentro, más era menos. Nos convertíamos en un embudo que explotaba por su parte más estrecha. No dolía; tan solo nos empequeñecía.

La habitación ni siquiera parecía desordenada. Las toneladas de ideas se autoorganizaban en un festival de luces y sonidos. El magma se deslizaba por debajo y ejercía presión, pero los bulldozers del saber taponaban aquí y allá las posibles salidas. La pelea era por el orden. Abajo el estrépito, arriba una plácida sensación de que los movimientos sísmicos siempre serían imperceptibles para nuestros sentidos. Hasta que al final caías. Sin apenas ningún síntoma previo. Sencillamente, explotabas.

Pero el proceso continúa. No tiene sentido hablar en tiempo pasado. Cada día se desempolvan las rutinas y de nuevo desembocan en el mismo río de la abundancia. Se aceptan sugerencias, todo puede ser reutilizado. No tiene sentido dejar escapar nada. Solo tienes que expresarlo. Dilo, escríbelo, actualízalo, cuéntanoslo. Es por tu bien. Es por tu salud. Necesitas expresarte, tienes que sacar lo que llevas dentro. Verbalízalo, es el principio de tu curación. No tienes alternativa.

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1 comentario

Ricardo_AMASTE 20/11/2011 - 19:40

Cuanto más profundizo en el procomún más claro veo que el ‘truco’ está en el modelo de gobernanza. En el orden y la norma para que lo común fluya, frente al free rider… A mi también me parece curioso, siempre me he considerado bastante free rider y bastante iconoclasta y poco dado a conservar. Y de repente ya ves… ¿Dóno está el equilibrio entre la ‘norma’ y la ‘libertad’? ¿Cuánto tiene de lo otro cada cosa? Desde luego, yo no tengo respuestas. Pensando EN_LA_NEVERA no puedo evitar acordarme de los archivos de la pelíclula Brazil… Espero que no estemos fomentando eso, sino un ejercicio crítico que nos ayude a encontrar una-otra posible posición desde la que actuar… Para terminar este comentario de un modo algo optimista, diría que el intento es por reutilizar y sacar partido a lo que ya hay, no por poner en valor y fomentar la sobreabundancia.

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