La luz

by Julen

Luz y blancoSi diría que no se ve sino que se siente. La luz es líquida, fluye por aquí como por ninguna otra parte. Solo tienes que estar aquí. Entonces caes en la cuenta de que está contigo. Es una presencia, tranquila, sin mayores estridencias. Está aquí.

Hacia arriba es azul. Inmensa porque nunca acaba. Miras y miras y sigue ofreciéndote un espacio sin fin. Das la vuelta y es la misma sensación. Mires donde mires. Incluso hacia abajo la tierra es de color más intenso. Como si las distancias encogieran porque la transparencia explota callada.

Así que algo que uno descubre aquí es que la luz es diferente. Pero no tanto porque la veas sino porque la sientes. Los sentidos se trastornan. Aprecian, captan, perciben. Pero no en la forma en que pudieras esperar. Percepciones y sensaciones entrecruzan miradas para revolver la lógica.

Cierras los ojos y sigue ahí. Un tono brillante permanece quieto al otro lado de tus párpados. No se escapa. Ni siquiera lo intenta. Simplemente espera. Brilla suave ante tus ojos cerrados. Nada del otro mundo. Simple, concisa, la luz es diferente. En esta parte del sur de Islandia el horizonte flirtea con la imaginación y se derrite a la luz del cielo.

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