Emprendedor, que mola más que empresario

by Julen

youEn los matices anda el juego. La patronal, la banca, el empresario, el poder… bufff qué mal suena de cara a la gente joven en pleno 15-O. Así que el sistema se reinventa una vez más y lanza un mensaje alegre y combativo: ¡hazte emprendedor! Destierra esa corbata que suena a empresario y sigue siendo tú mismo para divertirte en esos nuevos territorios por colonizar. En el emprendizaje está la tierra prometida. Vendamos la figura porque nadie va a darte de comer mejor que tú mismo. Tú serás responsable de tu propio éxito… y de tu propio fracaso. No mires a otro lado. Nos referimos a ti.

Hace poco escribía en este blog que el lenguaje (sexista) modela la realidad. Pues aquí va otro ejemplo. Nada de empresario (en masculino, que da más seriedad); ahora eres emprendedor. Y vaya si hay actividades paramilitares alrededor de este nuevo símbolo de los tiempos modernos. Donde menos te lo esperas te montan un sarao a mayor gloria del futuro. Con un lenguaje que recrea las gestas épicas pero almidonado con cláusulas políticamente correctas y doscientos gramos de coaching a granel, allí están los elegidos para la gloria.

Fuera, en la puta cola del paro quedan quienes no aceptan asumir el peso de su propio futuro. El sistema consume carne humana. Es la llamada «mano de obra». Son los «recursos humanos». Pero eso no es el emprendedor. No, quien emprende ha decidido que el futuro está ahí para comérselo. Al ritmo de la propia ilusión y con una extraña mirada en la espalda de un gran hermano que busca invertir para ganar dinero.

El matiz épico es importante. La RAE ya lo tiene bien asumido. Emprender es:

Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro.

Mola el reto, la dificultad, el peligro. ¿Empresario? No, por favor, eso es otra cosa. Aunque empresa sea, también mirando a la RAE:

Acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo.

Así que es más o menos lo mismo. Pero empresa y empresario soportan una carga emocional que no pueden obviar. En cambio, emprender aún está vacío de ignominia. Ni siquiera hay un término unívoco como sustantivo: emprendeduría y emprendizaje no son hoy palabras que puedas encontrar en la RAE. Así que terreno por conquistar.

Ojo, que no seré yo quien quite ánimo a toda la gente que quiere emprender, pero también es cierto que huele un poco tanta venta institucional del asunto. Parece que quien no emprende es un moderno paria en nuestra sociedad. Postmodernidad a tope: cada cual tiene en sus manos su destino. Así exagerado da un poco de miedo. Porque nos lo venden con patatas y allá que nos lo comemos sin apenas degustarlo. Y cuando lo quieres hacer despacio entonces caes en la cuenta de que no era tan rica la comida como nos la presentaron. Eso sí, la clase política ya tiene nueva novia a la que adular: los emprendedores, que molan más que los empresarios.

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11 comentarios

J.G. del Sol 18/10/2011 - 08:15

Emprendedor guay,funcionario malo.Pero los 2 chupan de la misma teta del estado,aunque el 1º a un ritmo mucho mayor.

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Julen 19/10/2011 - 05:07

Bueno, digamos que hay un «sistema» que impulsa emprendedores como rosquillas a mayor gloria del individualismo moderno. Lo jodido es que entre toda esa marabunta hay gente estupenda que corre peligro de diluirse como un azucarillo en el café.

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wangpuig 18/10/2011 - 13:24

En parte te doy la razon en lo que dices, pero la fina linea que diferencia a un emprendedor de un empresario, pienso, es que el empresario es un emprendedor consolidado que ya no quiere arriesgar..
Te felicito por el buen articulo, hace pensar en la dura realidad en la que nos ha tocado vivr.

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Julen 19/10/2011 - 05:08

wangpuig, seguramente que el riesgo del principio en muchos casos se convierte en conservadurismo cuando los resultados económicos comienzan a aflorar. De todas formas, a mí lo que me mosquea es esta venta continuada del «producto» emprendedor. Es signo de nuestros tiempos y me temo que no para bien.

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Recursos web: Iniciativa emprendedora - 134empresa.com 29/10/2011 - 13:24

[…] Emprendedor, que mola más que empresario – Consultorartesano.com […]

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Consultoría artesana en red » Las bicicletas y el macho alfa emprendedor 24/12/2011 - 07:22

[…] en nuestros tiempos modernos hay un rasgo asociado al encumbrado rol del emprendizaje, ese el de “alcanzar un reto“. El desafío está ahí enfrente, es una cuestión de […]

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joseba amondarain 23/10/2012 - 17:32

Uauau !

Es un tema que resulta recurrente y que creo que tengo que “hablar”.

En primer lugar, estoy de acuerdo con el hilo conductor del post. Una cosa es emprender,y, otra cosa es crear empresa.

Y, en segundo lugar, quisiera decir que hago mío la proposición comunitaria al diferenciar el sentido de la iniciativa (emprender) y el espíritu empresarial. Nos define el “sentido de la iniciativa” como la habilidad de la persona para transformar las ideas en actos. Competencia que está relacionada con la creatividad, la innovación y la asunción de riesgos, así como con la habilidad para planificar y gestionar proyectos con el fin de alcanzar objetivos. En esta competencia se apoyan todas las personas, no sólo en la vida cotidiana, en el ámbito doméstico y en la sociedad, sino también en el lugar de trabajo, al ser conscientes del contexto en el que se desarrolla el trabajo y ser capaces de aprovechar las oportunidades, y es el cimiento de otras capacidades y conocimientos más específicos que precisan las personas (tanto en una actividad social como económica). Y, todo ello debe incluir una concienciación sobre los valores éticos y promover la buena gobernanza.

A partir a ahí entiendo que todas las personas somos emprendedoras en potencia, es decir, seres capaces de desarrollar (y explotar) la reflexión, la creatividad y la innovación

Para mi, el concepto emprender evoca tenacidad y compromiso con lo que nos rodea pero, sobre todo, significa la asunción de un aprendizaje personal constante a lo largo de la vida. Y, donde la cultura emprendedora (o sentido de la iniciativa) representa un complejo elenco de habilidades y actitudes que permitirán a las personas enfrentarse de forma creativa a un nuevo entorno cambiante y globalizado. Y, en definitiva, un conjunto de valores que hagan de las personas emprendedoras (con iniciativa) protagonistas de su futuro, en una sociedad del conocimiento dirigida a un progreso sostenible y cohesionado.

Emprender es un verbo (una actitud, unas competencias, unos valores, unas acciones) que va más allá de la creación de empresas. En este sentido es importante diferenciar, y desde mi punto de vista, cohesionar, el sentido de la iniciativa y el espíritu empresarial.

En definitiva, se puede emprender (en el trabajo, en la organización, en la sociedad, en la escuela,- ¡ hasta en la administración pública !- sin crear empresa. Y, quien promueve y crea una empresa (más allá de la figura inversora), aparte de ser persona emprendedora, debe llamársele por su nombre: empresaria o un empresario.

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Julen 28/10/2012 - 19:58

Me quedo con tu reflexión final, lo de emprender sin crear empresa. Pero el establishment ha dictado sentencia: lo que mola es el emprendedor con empresa. Así anda el patio, me temo. Gracias por compartir tu extensa reflexión, Joseba. Aporta muchos matices al asunto.

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Cuando la transacción económica hace perder valor a un proyecto | Consultoría artesana en red 12/04/2013 - 10:10

[…] de ingresos para vivir? Traducido al lenguaje normal: monta una empresa en torno a tu pasión. En lenguaje moderno y que mola más: emprende. No dejes pasar esa oportunidad. Nadie va a sacarte las castañas del fuego. O lo haces tú o nadie […]

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Recursos web: Iniciativa emprendedora - Iniziar Inversiones 24/12/2014 - 16:17

[…] Emprendedor, que mola más que empresario – Consultorartesano.com […]

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Lo peor valorado: empresarios, religiosos y políticos | Consultoría artesana en red 30/04/2015 - 06:42

[…] Médicos, científicos y profesores, lenguaje sexista de por medio, aparecen en primer lugar. Empresarios, religiosos y políticos a la cola. Esto es lo que hay. La sociedad en su conjunto dicta sentencia: el empresario no cautiva, no encandila; el empresario no se percibe en su dimensión positiva. Quizá por ello asistamos desde hace un tiempo a un furibundo circo mediático por trasladar hacia “emprendedor” una imagen cool de un hecho que parece no entusiasma. […]

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