El lenguaje (sexista) también construye la realidad

by Julen

WerlisaEn general, la sensibilidad que observo con el uso del lenguaje para no usar en él marcas sexistas es mínima. Mínima tendiendo al cero absoluto. Para una persona que muestra interés hay otras miles no se sienten ni aludidas. Incluso quien, como yo, «dice» que tiene sensibilidad por este tipo de asuntos, luego en la práctica cae en multitud de errores. Todo lo anterior no tendría mayor problema, si no fuera porque mediante el lenguaje construimos realidad. Esto es lo más delicado.

Como señalan en La Lupa Violeta, una iniciativa para usar un corrector de lenguaje sexista en Word (ojo, no lo tengo testado):

Entre las consecuencias, una de las más obvias es que, mientras las mujeres existen en el mundo (es un hecho obvio que algo más de la mitad de la población es femenina) no ocurre así en las representaciones que de ese mundo se hace, y la manera más cualificada que tenemos de representar es, precisamente, a través del lenguaje oral y escrito, una particularidad de la especie humana. Ningún otro ser vivo se comunica entre sí mediante palabras, forma básica de comunicación desde la noche de los tiempos hasta esta sociedad nuestra, llamada por teóricos como Manuel Castells, del capitalismo informacional, en que el lenguaje lo invade todo, y con él, el sexismo que perpetúa su uso inadecuado y viciado.

Es evidente que yo no soy ningún experto ni nada que se le parezca en esta materia. Este artículo pretende, sin más, incidir en algo oculto a los ojos de la inmensa mayoría. Si no vemos el problema, no hay solución. Si no reconocemos que escribir de forma inapropiada está contribuyendo a que las desigualdades en función de género pervivan, entonces es que tenemos un obstáculo en el origen.

No sé si es cuestión de utilizar la lupa violeta con Word o de seguir unas sencillas reglas básicas. Quizá no debamos complicar mucho el asunto para no dar la impresión de que esto es «cosa técnica». Porque hablar y escribir es un acto demasiado cotidiano como para no prestarle atención. Hoy en día mucha gente profesional del coaching toma referencias de la ontología del lenguaje. ¿Trabajan en las empresas la perspectiva de género con sus métodos? No sé hasta dónde somos seres «intrínsecamente lingüísticos» pero, insisto, el lenguaje construye realidad.

En fin, no sé si hay que GRITAR MÁS ALTO, pero los modelos testosterónicos de gestión también se construyen a través del lenguaje que usamos.

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20 comentarios

Isabel 10/10/2011 - 08:45

Hola Julen. Me parece más útil lo de las reglas básicas que lo de la lupa. Sobre todo porque no es una cuestión de palabras (aunque también) sino de conceptos y de enfoque de muchas situaciones. Aunque con este desmorone generalizado puede que muchos los escenarios y estereotipos que damos por hechos se caigan por si mismos.

De todas formas, yo tambión investigo y trabajo con estos temas. El problema está más en el fondo, en los marcos conceptuales que activamos con las palabras. Es que estoy leyendo «No pienses en un elefante» por recomendación de un amigo. Se nota, verdad?

Un saludo

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Julen 10/10/2011 - 18:35

Es que el elefante es muy grande y según dónde lo toques te llevarás impresión diferente 😉

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mikel 10/10/2011 - 09:13

El uso sexista del lenguaje es un tema complejo de corregir. En mi opinión, las soluciones «oficiales» que habitualmente recibimos me resultan poco ágiles y artificiales. Me gusta lo que proponen entre otros Toni Lodeiro en su libro «Consumir menos para vivir mejor,» con un uso indistinto del género, me resulta más práctico y a mi no me molesta decir «nosotras» incluyendome yo en el colectivo. Menos mal que en euskara resulta menos follón.

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iarenaza 10/10/2011 - 10:08

¡Totalmente de acuerdo con Mikel!

Saludos.
Iñaki.

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Julen 10/10/2011 - 18:37

Mikel, va a resultar que lo que complicamos no funciona. Hay que simplificar. Y ya que Iñaki está de acuerdo, lo menos somos tres, toda una multitud 😉

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Amalio A. Rey 10/10/2011 - 14:51

Ya sabes que hemos hablado de esto. Totalmente de acuerdo con Isabel y Mikel. Creo que en algunos casos esto del «lenguaje sexista» cae en las mismas simplezas que critica. Coincido con Isabel cuando dice que «el problema está más en el fondo, en los marcos conceptuales que activamos con las palabras». Así es, hay palabras que el manual ortodoxo de esta disciplina acusa de «sexistas» pero que sin embargo, no activan en absoluto pensamientos discriminatorios. Por ejemplo, si yo digo «los compañeros», en ningún momento pasa por mi cabeza que me refiero solo a hombres, y decir «los compañeros y las compañeras» me parece, como dice Mikel «poco ágil y artificial». Por el contrario, si yo generalizo una profesión con la etiqueta de «las secretarias» o me empeño en llamar «ingeniero» a una mujer, entonces la cosa cambia. Es cierto que con el lenguaje construimos realidad, pero pongamos cuidado en cómo lo hacemos, para no generar el efecto contrario… Salud!!

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Julen 10/10/2011 - 18:44

Amalio, cuando dices «los compañeros» puede que no estés pensando solo en los hombres, pero eso es asunto tuyo. Quien te escucha tendrá que interpretar lo que quieres decir. ¿Cómo lo resolvemos? Tendrás que pensar dónde estás diciéndolo. Si lo dices en un taller hablando de quienes coordinan grupos de trabajo y resulta que solo son hombres, al decir «los compañeros» puede que estés contribuyendo a mantener un prejuicio: que esas personas solo pueden ser hombres.
¿Qué problema tiene que digas «los compañeros»? Que una cosa es lo que dices y otra lo que las personas que te leen interpretan. Si dices «las compañeras» lo mismo podemos pensar que te refieres a «todas las personas». Compañeros y compañeras, todas son personas 😉

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Isabel 13/10/2011 - 14:33

«Quien te escucha tendrá que interpretar lo que quieres decir»

Una de estas obviedades que me encantan. A veces «lo tenemos tan claro» que se nos olvida plantear las posibilidades de interpretación. Anotado.

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saioa 10/10/2011 - 15:51

Por lo poco que se, hay muchos que se llenan la boca con as/os y luego a la hora de la verdad, el mensaje sigue siendo sexista, eso sí, con un cuidado lenguaje, pero como bien decís con un problema de fondo sin resolver. Y sin embrago hay a quien empezar a hablar de forma diferente le ha hecho ver el mundo con otros ojos.
Desde mi punto de vista, el lenguaje es importante y si, a veces crea nuevas realidades, pero es nuestro cambio de observador el que hace posible que esa nueva realidad tome forma. No sirve cuando lo que hacemos es leer un discurso políticamente correcto…

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Julen 10/10/2011 - 18:46

Saioa, no cabe duda de que hay mucho de fachada en el lenguaje y que hay cuestiones de fondo que habrá que acometer. Pero hay un uso del lenguaje que no tiene por qué ser tan complicado y que debe mantener reglas no sexistas.
Eso sí, lo políticamente correcto… tiene su tela.
Besas y besos 😉

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tupinamba 10/10/2011 - 18:46

de acuerdo con la generalitat de los comentaristas y particularmente con saioa.
las formas se han convertido en algo obsesivo y, en ocasiones, en un arma. hay quienes las manejan muy bien y pueden ignorar e insultar de la forma más fina y considerada. era mejor antes cuando un determinado tono o un taco te permitían orientarte sin curso de comunicación. cultura de management norteamericano que vende libros, justifica tesis y decora servicios profesionales sin conseguir desenredar ningún nudo.

creo también que lo importante es darte cuenta de que los demás existen y conseguir ponerte en su lugar. esto no es nuevo, se llama empatía, y hay una técnica infalible para su desarrollo: desear hacerlo. (demasiado corto para un manual)

a pesar de ello defiendo y adopto la discriminación positiva -hablar en femenino- particularmente cuando hay más mujeres (siempre, para los que no somos jefes). no cuesta nada y claro que puede resultar útil a la visibilización. todo sea por el ocaso de la testosterona julen.

me apunto también vivamente a la recomendación de mikel «consumir menos vivir mejor» de toni lodeiro, además el autor es carnal mío y de mi aldea 😀

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Julen 11/10/2011 - 06:47

Pues va a ser que empatía son solo 7 letras. Pero tiene muchas traducciones, ¿verdad? No es mal consejo el que das 😉

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Cristina 11/10/2011 - 00:09

Me ha parecido muy bueno este post. Interesante la Ontología del Lenguaje y su esencia generativa, como bien dices, generador de realidades. Lo comparto!

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Julen 11/10/2011 - 06:48

Si hurgas en el lenguaje generativo, hay mucho para enredar, Cristina. Todo un mundo en sí mismo.

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mikel 11/10/2011 - 14:06

Hola de nuevo,
veo que este espacio chuta. No había participado nunca y observo un buen movimiento. Enhorabuena Julen.
En mi entorno laboral hay mucha sensibilidad por este tema, en general por la igualdad frente a las mujeres, pero para mi esa lucha pierde sentido cuando no se aplica de manera generalizada el mismo criterio.
Me explico con un ejemplo. Es algo habitual que se denuncie la violencia de género y sin embargo no se actúe de manera coherente con la violencia en general. Es algo muy habitual que personas que se posicionan contrarias al maltrato a las mujeres, justiquen la violencia a los niños.
Si le doy un tortazo a mi hijo en el parque probablemente no ocurra nada, e incluso haya quien me apoye argumentando que hay que ver cómo son los niños hoy en día, que faltan al respeto a sus padres y que bien merecido se lo tiene.
Si le doy un tortazo a mi mujer cuando la he encontrado saciando sus necesidades sexuales con el butanero, probablemente vaya al truyo.
Por ello, igualdad sí, pero para todas las personas, no para un colectivo frente a otro.

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Julen 11/10/2011 - 19:27

Mikel, no estoy de acuerdo con varias cosas que comentas. Pero el argumento de fondo es simple: «igualdad sí, pero para todas las personas, no para un colectivo frente a otro». Si cogemos «todas las personas» no resulta operativo, porque el punto de partida no es el mismo para todas ellas. Hay que abordar cada asunto de manera particular.

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mikel 12/10/2011 - 21:39

En efecto, habrá que abordar cada asunto de manera particular (eso no lo he cuestionado), pero defendiendo lo mismo para todas las personas, no solamente para el colectivo con el que me siento más próximo o afectado. E insisto, es algo común que personas que critiquen la violencia de género justifiquen e incluso sean violentas con menores. A mi juicio, totalmente incoherente.

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Julen 12/10/2011 - 11:42

Comentario de prueba

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Consultoría artesana en red » Emprendedor, que mola más que empresario 18/10/2011 - 05:32

[…] poco escribía en este blog que el lenguaje (sexista) modela la realidad. Pues aquí va otro ejemplo. Nada de empresario (en masculino, que da más seriedad); ahora eres […]

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Lenguaje sexista en la universidad | Consultoría artesana en red 23/09/2016 - 05:30

[…] una sociedad que elimine las discriminaciones por género pasa, por supuesto, por la forma en que hablamos y escribimos. Si, además, nos referimos a cómo lo hacen personas en las que suponemos una cualificación alta, […]

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