Terminamos la Transandalus en Antequera

by Julen

Moles de piedra del Chorro hacia Valle de AbdalajísTiene su gracia pero fue en este mismo locutorio de Internet aquí en Antequera donde escribí el comienzo de mi periplo transandalusero en julio de 2009. Ahora casi dos años después ya puedo decir que está terminada. Bueno, uno no sabe dónde terminan estas cosas, porque una cosa son los kilómetros por pistas y senderos y otra bien distinta los recuerdos con que te quedas. Y estos juegan de formas imprevisibles. Supongo que en la Andalucía rural quedan muchos caminos esperando que una bici los recorra, compartiendo espacio con animales y humanos.

Hoy la etapa ha sido durilla. Mucho desnivel acumulado en un sube-baja constante. La bajada al Chorro era de esos tramos que esperaba con ganas. A ratos montado y a ratos andando, el senderito baja desde una presa arriba hasta otra abajo. Quizá sean 200-300 metros de desnivel entre una y otra. Curiosa mano del hombre en un paisaje agreste que se hace duro para la bici.

En Ardales el día amanecía temprano. A las 7:30 de la mañana la plaza bullía por sus cuatro costados. Dos bares abiertos, los hombres con sus cafés y sus carajillos (no he visto ni a una mujer) y el día que arrancaba con el cielo azul. Nada más salir, cuesta arriba. Subir y subir para luego entrar en un continuo rompepiernas por pistas perdidas en las que sólo parece tener cabida el tránisto de quienes van al campo a trabajar o de quienes andamos con la Transandalus a cuestas.

En El Chorro tocaba reponer fuerzas en el bar del camping. Porque otro cuestón de aupa estaba esperando. La pista se pega a unos enormes bloques de piedra que marcan el horizonte. Mientras das pedales a 5 km/h te sientes bien poca cosa. Avanzas tan despacio como lo haría cualquiera andando. Y miras hacia arriba porque sabes que en el algun sitio terminará y entonces todo será dejar que la bici baje rápida hasta el siguiente pueblecito: Valle de Abdalajís.

Se atraviesa de lado a lado. Andan quitando los adornos festivos de la calle principal. Los camiones de reparto hacen su trabajo mientras los jubilados dejan pasar el tiempo hablando o vagando sin prisa de una esquina a otra. Subo por una calle estrecha hasta dar con la panadería de la fuente de arriba. Unas galletitas para afrontar los últimos kilómetros. Quedan 22 km para Antequera. El tipo que atiende me pregunta por el viaje que hago. Casualidad: preguntas cuando estoy a punto de terminar. Y le cuento toda la película, resumiendo dos años en cinco minutos.

Para no faltar a la tradición, la salida de Valle de Abdalajís es otro buen cuestón por campos de cereal. El sol se ha decidido a apretar un poquillo para despedir la TransAndalus. Y hasta el viento pega de atrás. Una vez arriba los diez kilómetros que quedan se hacen deprisa, incluyendo el último tramo por un camino entretenido, el de las Arquillas, que sobrevuela por la ladera para terminar en el «follaero municipal». Lo deja claro una pintada en el bordillo de la acera para dar la bienvenida a Antequera. Hazte 2200 km para llegar al final con este mensaje. Tiene su gracia. Eso sí, a la una del mediodía el «follaero» estaba vacío 😉

Ahora queda recopilar material, ordeanr algunas cosas y ver qué sacamos de estos viajes documentados a través de posts en este blog. Las entradas de los cuatro bloques de mi TransAndalus las puedes consultar aquí:

Por otra parte, los tweets con su mapa están disponibles va tweetpaths introduciendo mi usuario de twitter y las fechas entre el 19 y el 27 de abril. Hay también un album en Flickr (tengo que meter más fotos) y subiré también algunos videos. Ya iré contando por aquí porque esto es el comienzo de nuestro proyecto Rodamos Suave Suave.

Por cierto, muchas gracias a todas las personas que me habéis acompañado vía twitter. Nos vemos 😉

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3 comentarios

David Sanchez Bote 27/04/2011 - 19:11

Zorionak!! Ahora a por lo pirineos (pero primero descansa un poco eh) 🙂

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guiller 28/04/2011 - 17:13

Echaré de menos los posts y tweets entre olivos y carajillos. He hecho un segumiento intermitente, supongo que por la envidia que me da. Supongo que con Rodamos Suave Suave, la envidia irá a peor.
Espero tener alguna ocasión de tomar un café contigo, antes de que llegue el solsticio.

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Maitane 03/05/2011 - 12:23

Zorionak! Me ha encantau y desde la distancia y bien abrigadita lo he disfrutado. Eskerrik asko.

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