Después de 2.200 kilómetros, volvía a Antequera por el camino que llaman de Las Arquillas. La típica emoción de los momentos finales para terminar la TransAndalus. Claro que ha tenido su coña esta jartá de kilómetros para terminar en el follaero municipal 🙂 🙂
1 comentario
Julen. Creo que no hay mejor sitio que ese para acabar cualquier «aventura». Felicidades por la gesta.