De El Colmenar a Ronda, entre barro anda el juego

by Julen

Nota.- Post escrito desde el móvil

Ahora mismo la tormenta descarga sobre Ronda. El cielo negro negro no dejaba lugar a dudas. Truenos tras los relámpagos junto a unos enormes gotorrones que suenan de lo lindo ahí fuera. Venan ya esta camino de Manilva de donde se ha subido a pasar la tarde conmigo. Todo un detalle. Mil gracias, te debo una comidita en Bilbao 😉

El día ha salido precioso. Desde Colmenar una agradable subida por carretera hacia el Puerto del Negro dejaba el pueblo pegado al valle con los primeros rayos tímidos de sol. A medida que subía se abrían horizontes, cargados de verde y azul, vegetación y cielo despertando con la luz de la mañana.

Después se coge una pista que tras pasar por un cortijo se convierte en un constante disfrutar: cabras en el camino, corcho de los alcornoques, quejigos espectaculares, verde radiante…, un tramo para recordar, de veras. De lo más bonito de la Transandalus, aunque son tantas las etapas que van quedando ancladas al recuerdo que la colección de momentos mágicos se va haciendo bien extensa.

Este tramo finaliza en un alto, el puerto de Las Heras. De ahí para abajo. Claro; si no fuera porque un barro pastoso, espeso y pegadizo se quería quedar a vivir conmigo y sobre todo con la bici. Vuelta para arriba; imposible seguir en esas condiciones. A limpiar toca, como puedo. Y a buscar alternativa para retomar ruta más adelante. Maravillas del GPS, no problem.

El siguiente tramo es una vía pecuaria, la Cañada Real de Gibraltar, que comienza ancha y luego se vuelve «graciosa». Paso por debajo de las vías del tren donde me doy el primer baño en un caudaloso riachuelo. Luego llega una zona de sendero, un PR, que está hecho un fangal aunque al menos hay que cruzar varios arroyos donde dejar que el agua nos limpie un poco, a mí y a la bici. Veo caballos: claro, ya entiendo el fangal.

Tras mis amoríos con el barro, decido seguir por carretera para Ronda. Toca una hermosa subida hacia Benaoján. Porque aunque el pueblo está no muy alto respecto al río Guadiaro queda por medio una hermosa carretera que sube por las crestas calizas de la serranía. Todavía con barro a cuestas decido pasar por manguerazo: la misma medicina para máquina y humano.

Quedaban catorce kilómetros para Ronda y en el camino he decidido parar a comer. Es cuando Venan me ha pasado mensaje de que se acercaba a Ronda para saludarme. Encantado. Así que hemos pasado la tarde callejeando. Tremenda turistada, para lo que uno acostumbra en la Transandalus. Pero hay que reconocer que este sitio lo merece. Espectacular, no cabe duda.

Creo que voy a tomarme dos etapas para llegar a Antequera más tranquilo. Hoy han sido más de 1500 metros de desnivel acumulado, como ayer. Los caminos están muy pesados por las lluvias y mejor voy con calma. Dos etapas para cerrar los más de 2000 kilómetros de Transandalus. Hace ilusión terminar.

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2 comentarios

Miguel Angel 26/04/2011 - 00:51

Un lástima lo del barro. Ánimo que ya tienes la TA en el bolsillo. Me viene recuerdos de cuando yo estaba a punto de terminarla…sí que te emocionas.

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Miguel Angel 26/04/2011 - 00:53

Por cierto ni lo dudes lo de Ronda-Antequera en dos etapas, aunque no creo que encuentres mucho barro es duro

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