La obsesiva escapatoria del jueves

by Julen

Nudo por allá abajo en las tripas, punto de desasosiego recursivo. Menos mal que estamos en la parte del mundo donde el nacimiento nos trajo suerte. Con la estadística en contra, muy en contra. Y aun así, nos tocó la lotería.

Jueves de una semana cargada. Actividades que se suceden unas a otras a ritmo frenético. Algún que otro olvido; disculpas a las partes afectadas. Telegrafío hacia mi conciencia algunas pautas para rebajar la tensión. No hay que olvidar que sólo pasamos por aquí una vez.

En breve de nuevo a trabajar. Ahora me estoy generando una isla en un inmenso océano de obligaciones. Y detrás, a mi derecha, un paquete todavía sin abrir. Otro proyecto para jugar con la imaginación. Porque ese es el engranaje que lo filtra todo: la imaginación. Podemos viajar y experimentar. Con la ilusión de llegar o con la ilusión del viaje. Necesitamos un guión.

Ayer llegué cansado a casa. Como el día anterior y como llegaré hoy, me temo. Es solo una parte de mi tiempo entre montañas repletas de pistas y senderos. Un valle, otra forma de apreciar el territorio. En la diversidad está el gusto. Y en la rutina de lo mil veces repetido, pero a la vez sentido. Es simple comunicación con la actividad que uno lleva a cabo; es el ritmo. Es nuestra decisión, la de cada cual.

Es jueves y busco escapatoria. Un inciso para soltar aire mientras respiro en busca de la tranquilidad. Detengo el mundo y respiro. Aire por la nariz que baja más allá del pecho en busca de expandir el diafragma. Tiene que llegar hasta allí, es un camino que debe recorrer para recargar la cabeza. Hasta el corazón lo agradece. Una vez más, coger aire, dejar que baje. Sin prisa.

Mañana se parecerá extrañamente al día que es hoy. ¿Tengo trabajo? Vaya si lo tengo. ¿No debo reconocer que tengo suerte? ¿De qué puedo quejarme? ¿Simplemente de unos días donde el tiempo se comprime porque la densidad de tareas lo reduce? Más en menos cuando lo lógico sería menos en menos. Pero el tiempo nos iguala, tu hora y la mía duran lo mismo. No pido más.

De nuevo en marcha. Tranquilidad. Tiempo para dejar que todo encuentre su lugar. Escapatoria en jueves. Ficción para dejar la escena por una esquina. Sin que apenas se note. Ustedes me disculpan.

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Nota.- La imagen está tomada de un recursivo Telémaco, sometido a la maldición de Sísifo.

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6 comentarios

telemaco55 10/03/2011 - 15:43

Que se escape usted bien!

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Julen 21/03/2011 - 06:21

@telemaco55, una escapada tiene que ser -algún día llegará- un pequeño encuentro con Lula. A mi cuenta.

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josi 10/03/2011 - 22:14

Julen:
cuidate hoy jueves, mañana viernes, todo el finde… 😉
Y empieza la semana cuidandote todo lo que puedas.
Si respiras y oxigenas las tensiones, las reuniones y te dedicas a las aficiones… mejor seguro!
Un abrazo
Josi

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Julen 21/03/2011 - 06:21

@Josi, me defiendo, me defiendo como gato panza arriba 😉

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Miradas y caminos | EnPalabras 21/08/2011 - 01:13

[…] La conquista de lo posible viene de la mano de miradas en compañía, de soñar realidades, de aprender haciendo. Sólo hace falta respirar. […]

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Miradas y caminos | IG 14/04/2013 - 18:03

[…] La conquista de lo posible viene de la mano de miradas en compañía, de soñar realidades, de aprender haciendo. Sólo hace falta respirar. […]

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