Cada vez menos reputación de la reputación online

by Julen

matriuskasEs evidente que un mundo hipertransparentado, la reputación importa. Claro que cuando personas o empresas se preocupan mucho de su reputación suelen acabar gestionándola a través de terceras partes. Es decir, a más necesidad percibida de reputación online, más gestión profesional y menos autenticidad. Vengan aquí los proveedores, que alguno de ellos recibirá premio. He aquí un impresionante nicho de mercado que crece y crece.

Así pues, la reputación online comienza a querer decir: «tápeme usted estas podedumbres y miserias y haga lucir lo que tengo y no tengo de guonderful y marvelus«. Y con esto no se juega, no se «hace por hacer», no se disfruta. Es asunto serio, que requiere que cada palabra salga donde tiene que salir y con la forma adecuada. Deme aquí su twitter, caballero; y también su facebook, que le vamos a sacar lustre. Seremos lo que usted quiera: políticamente correctos o incorrectos, con toque picarón o perfil más neutro. Pero no se preocupe: construiremos su reputación online, la mejor de las mejores.

Las cosas como son: estamos en 2011 y, sí o sí, hay que lucir en Internet. ¿Cuántas voces naturales? Las hay, porque entre la cantidad, debe haberlas. Pero estadísticamente empiezan a ser las menos. Responsabilidad social corporativa y marketing a tutiplén para mostrar la cara más amable. «Sáqueme el perfil bueno», que lo tengo. Y allí hay proveedores para prestar este servicio. Cada vez más.

También es cierto que la explosión en el uso de las redes sociales en Internet ha hecho que la plaza se llene de gente. Y de empresas. Y en ese maremágnum hay de todo. Pero hay quienes están por estar -una forma muy extendida y humana- y quienes están porque sienten que tienen que estar y que deben hacerlo de una determinada manera. Hecha la ley, hecha la trampa. Fiarse de esas caras amables es tanto como no darse cuenta de que la capa cosmética lleva al menos un par de centímetros de volumen… y va en aumento.

Conversar en Internet es una continua exposición a que la cagues. Así que muchas organizaciones han decidido que mejor si nos dedicamos:

a) A monitorizar quién nos pone a caldo y conversar allí con todo el arsenal de lo políticamente correcto (siempre que el page rank de quien critica lo merezca).

b) A generar unos contenidos fríamente pensados para que sirvan a nuestra estrategia de comunicación global y entonces todo es lo que debe ser.

Hay que andarse con ojo. Mucha reputación y bien construida puede querer decir falta de autenticidad y mensaje hasta cierto punto hueco. El arte de construir reputación online hierve por los cuatro costados. Como no podía ser de otra forma, claro. Y a ver quién es el guapo que distingue ese twitter subcontratado de otro original. Tan bien se hace que cuesta distinguirlos, ¿verdad? Por cierto, uno de esos artículos que recomendaría leer es de alguien con criterio en estas cosas: el señor Fernando Polo hace ya su tiempo escribió ¿Reputación online o identidad digital? Y allí decía que, de todas formas, el asunto es… ¡que no hay opción!

No hay opción, Social Media Marketing, sí o sí. Ojo con pensar que todavía se puede decidir si usar o no, los medios sociales. Ya no queda mucha elección.

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8 comentarios

patricianpitto 30/03/2011 - 12:29

Al final no me ha quedado nada claro, no se si criticas o bendices, vamos que el Social Meida Marketing ya no es opción, que la reputación debe cuidarse, que hay profesionales para ello, que es un arte, y yo aquí preocupada por tu opinión, por mi reputación profesional y mia personal, que me gusta leerte y a veces me dajas K.O.

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Julen 11/04/2011 - 05:43

@Patricia, o no me siento nada cómodo en la inundación de «social media». Creo que la comunicación que hacemos suele pecar de excesiva a la hora de «vender». Para mí una cosa es generar contenido y otra tratar de divulgarlo con toda la artillería internetera. La reputación viaja así muy edulcorada y vuelve al estado del que se suponía debía salir: de que más que «realidad», es «venta».

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J. G. del Sol 30/03/2011 - 14:04

Sé que has escrito esto para llevarle la contraria a mi mensaje de estado en GMail 😀 😀 😀

¡Qué tensión esto nuevo estar todo el rato simulando!, ¿no?¿O sólo tienen impostura digital en horario laboral?

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Julen 11/04/2011 - 05:44

@J.G. del Sol, usted no puede, a usted esto de la impostura no se lo explicaron en parvulitos 😛

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Elena 30/03/2011 - 15:20

Efectivamente, no hay más cera que la que hierve por los cuatro costados.

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Julen 11/04/2011 - 05:44

@Elena, pero hierve demasiado a veces, ¿no? 😉

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Franck 31/03/2011 - 06:15

El arte de disimular es lo que hacen los departamentos de Marketing & Comm verdad?

¡La mentira siempre ha sido un gran negocio!

y si se trata de sistema de información mejor que mejor (por cierto Salesforces.com acaba de compra Radian6 (monitoring redes sociales))

Pero eres lo que haces, y como lo haces.

Para mi, no hay opción entre reputación y identidad. La identidad la defines tu, la reputación es como te percibe el mercado. Son 2 focos distintos y complementarios…a veces sorprendamente extraños el uno del otro…gracias a grandes gurus de Mkt comm que pretender «vender» al mercado una empresa distinta de lo que es.

Apuesto por ser yo mismo, es más sencillo, y no me cuesta nada

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Julen 11/04/2011 - 05:46

@FRanck, lo que pasa es que hay una cierta obsesión por construir reputación limando las partes innobles de la identidad. Muchas empresas solo quieren mostrar un perfil, su perfil bueno. Y no es el único 😉

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