Abrir un consejo de dirección

by Julen

Natura Bilbo handianPocas prácticas pueden costar tan poco y resultar tan provechosas. ¿De qué hablo? Pensemos en un consejo de dirección. Ese bulldozer que avanza mes tras mes -las cadencias pueden ser diferentes- para devorar la gestión operativa. Pertrechado en su correspondiente plan estratégico, el ¿equipo? directivo se reúne. Se cierra la puerta y allí dentro se practica el arte de tomar decisiones. Bueno, eso se intenta.

No sé si alguien aplica la teoría de roles de Belbin a quienes componen un equipo de dirección, pero debería. Reflexión, acción y una buena dosis de sentido de la conexión social deberían estar bien balanceados allí dentro. Porque un equipo directivo debería, sobre todo, complementar capacidades de cada una/o de sus miembros. Frente al «más de lo mismo» (se busca mucho directivo «a imagen y semejanza» de gerentes o personas clave) lo que se suele necesitar, es precisamente lo contrario: más de diferentes, pero que se complementen.

Guillermo Dorronsoro en alguna ocasión me ha dejado caer que anda con estas ideas de «abrir» un consejo de dirección. Lo veo coherente con su manera de plantear la manera en que las empresas deben conectarse (ver diapositivas 40 a 50 de esta presentación). Hoy en día esto implica una red distribuida, abierta en su definición de origen. Así que ¿por qué no aplicar algo parecido a la manera en que funciona un consejo de dirección?

Yo le veo mucho potencial a esta idea. ¿Por qué? Porque eso que creemos que a veces son secretos militares dentro de las cuatro paredes de un consejo acaban gangrenándose. ¿Cuántas vueltas al mismo asunto con comportamientos cien por cien predecibles por parte de quienes participan? Ya nos conocemos, ya sabemos lo que dirá menganito o zutanita; así que podemos preparar nuestros argumentos sin necesidad de escuchar. Y el mundo sigue rodando.

Abrir un consejo puede ser algo que lleve a cabo de diferentes maneras:

  • Invitando a una persona (o a varias) para compartir reflexión sobre un hecho concreto que requiere análisis desde múltiples ópticas
  • Mirando nuestra cadena de valor e incorporando personas relevantes de organizaciones de esa cadena de valor. Por supuesto, que ahí están los clientes. Aunque los proveedores siempre parecen generar menos tensión, claro 😉
  • Compartiendo con nuestros grupos de interés algunas cuestiones que nos vinculen más y mejor a ellos.
  • Buscando personas que complementen capacidades desde una perspectiva de roles de Belbin, incorporando complementariedad como guía básica.

Así pues, hay diferentes enfoques que «abren» ese sagrado órgano colegiado del management denominado «consejo de dirección». Por supuesto que también podemos abrir «hacia dentro» el consejo de dirección. El oxígeno no sólo procede del exterior; también puede ser útil mezclarse con personas de otros niveles organizativos y romper dinámicas que no hacen sino moverse en círculos viciosos la mayor parte del tiempo. Esa gente «de dentro» pero que no es habitual puede dar retroalimentación, aportar aspectos técnicos, moderar discusiones o introducir elementos críticos.

Abrir un consejo de dirección es dar un paso para desacralizar un mecanismo de gestión a veces enmohecido por la falta de aire. ¿Cuantos consejos provocan ilusión? Más bien suelen parecer eso de «Joder, otra vez me toca». ¿Cuántos miran hacia el futuro? La mayor parte surcan las aguas de las que venimos y en vez de mirar a proa. Se recrean -aunque suele ser más habitual fustigarse- con la estela que dejamos en el mar.

Ánimo, no es tan grave. No es tan amenazante. No pasa nada si vamos abriendo el templo. Hay mucho más que ganar que perder. Las rutinas pueden convertirse en un cáncer. Si no hay aliciente, si no hay novedad, la entropía negativa se encarga de dejarnos planos. Piénsalo un poco, ¿no sería interesante abrir ese consejo de dirección? Claro que otra cuestión es para qué hacemos ese consejo de dirección… o si hace falta 😉

Por cierto, ¿cuánta gente atendería con atención en una pantalla gigante lo que sucede en un consejo de dirección? Sí, la respuesta tiende a cero. Acertaste. Aunque conste aquí que la perversión admite múltiples caras y no deja de sorprender.

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6 comentarios

Prudencio 24/03/2011 - 17:13

Me son muy útiles tus reflexiones y propuestas, Julen. Utilizas bien la expresión de nuevo aire, como esencia de una capacidad mantenida para tomar decisiones.
Gracias.

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Julen 30/03/2011 - 05:29

@Prudencio, gracias, joven 😉

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Roberto 25/03/2011 - 10:01

Cuanta verdad hay en tus comentarios Julen….he tenido la oportunidad de asistir a algunos de estos consejos donde realmente se percibe eso mismo que tu has descrito. Del mismo modo, los intentos de aplicación de metodologías como la de Belbin en estos contextos tan solo han permitido abrir una pequeña ventada de aire que enseguida ha vuelto a ser tapada por la rutina….

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Julen 30/03/2011 - 05:32

@Roberto, los consejos se convierten en rutina la mayor parte de las veces. Por eso hace fata abrirlos e introducir en ellos ciertas novedades de vez en cuando. Si no, se vuelven planos.

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guiller 29/03/2011 - 20:09

Gracias Julen,

La idea de Consejo de Dirección es equívoca, como la idea de Consejo de Administración. Mucho más de lo que fluye en el Consejo fluye tomando un café en la máquina, acompañando a un fumador en la puerta, en un recorrido en coche…

Las ideas que propones para abrir el Consejo me parecen acertadas, alguna ensayaré.

Ando estos días cansado y más perdido que de costumbre (el invierno me suele poder, todos los años), y he tardado en repasar tus últimos posts, siempre cargados de futuro.

Gracias por seguir aquí, cerca.
guiller

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Julen 30/03/2011 - 05:36

@Guiller, suave suave, que de tantas cosas que queremos hacer a veces cogemos una carga que nos sobrepasa. Y conste que yo ando ahí, en esa pelea porque a veces me vence.

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