La risa

by Julen

Solo en el coche, por la autopista, a carcajada limpia. Punto y seguido, puntos y aparte. El lenguaje judicial caricaturizado por sus propias sentencias. Momentos incoherentes donde la risa entra furibunda. Grandes momentos que funden surrealismo con paz interior. Risa, risa, incontenible por algo que, en el fondo -pensaba yo- quizá no tuviera tanta gracia.

La gran revolución del lenguaje judicial: la introducción de puntos y seguido y de puntos y aparte en unas sentencias para leer con la respiración contenida. ¿Esto me hizo reír? ¿Quién inventó el críptico lenguaje judicial? Ah, claro, los jueces, aquellos señores serios en cuyas casas había comedor ante la atenta mirada de un crucificado. Cuando no con el señor mayor del bigote, aquel que murió en la tele. Franco ha muerto, escena genial.

La risa del momento sólo tiene sentido en ese breve instante en que se entremezcla con lo incomprensible. Quizá es una ligera pendiente desde la sonrisa o un desbordamiento instantáneo con felipitos incluidos. Quién sabe de dónde y por qué sucede. Quién sabe qué extraña conjunción de astros acaba por salir a carcajadas de su cárcel de cristal. Allá dentro llegó el punto de cocción adecuado: el hambre y las ganas de comer se encontraron por casualidad.

Jajajaja, 🙂 🙂 🙂 Ya, pero qué más da. Hay tantas formas de reír que no sólo de payasadas vive el hombre. Si no, que se lo digan a aquel ministro suizo. Pobre, te partías de risa con él. Porque él se partía de risa. Seguramente sin saber por qué no podía contenerla. ¿Y para qué tratar de hacerlo? El cartel del apuntador decía «risas». Y claro, a reír por reír. Me parto la caja de la cara que pones al leer esto.

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3 comentarios

Andres Bedia 28/11/2010 - 19:04

Aupa Julen,
Pues que mejor que un domingo por la tarde para promocionar las risas, ¿no?. Casualmente un amigo ha publicado hoy esto sobre la risa y el contagio de las emociones: http://www.youtube.com/watch?v=GUmCd_T5aM0&feature=player_embedded

un abrazo

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Julen 28/11/2010 - 19:15

A lo mejor soy un poco ganso y sinsustancia -que diría mi madre- pero de vez en cuando reír por reír es impagable. Ejercicio sano. Gracias por los dos minutos de viaje que has compartido, Andrés 😉

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Mónica Carratalá 30/11/2010 - 16:51

Julen, es un artículo bastante tonto, jejeje, pero he de reconocer que yo soy la primera que me voy riendo sola en el metro (me miran raro, lógicamente) o en el coche, o en cualquier sitio. :))

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