Estándares abiertos en el management

No cabe duda de que la dimensión «abierta» traspasa muchas disciplinas tradicionales. Nosotros estamos trabajando alrededor de la economía abierta para delimitar conceptos y ver en qué forma pueden llevarse a cabo prácticas concretas que evidencien lo «abierto». En el fondo creo que una de las claves tiene que ver con los «estándares abiertos», pero no entendidos desde una visión reduccionista de software sino con una perspectiva más amplia.

No obstante, la definición de «formato abierto» en el software nos sirve para comprender el posible alcance al que aludimos. Tomado directamente de la wikipedia en castellano:

Un formato abierto es una especificación para almacenar datos digitales, publicada y patrocinada, habitualmente, por una organización de estándares abiertos, y libre de restricciones legales de uso. Un formato abierto debe poder ser implementable por programas privativos o libres, usando las licencias típicas de cada uno. Por contraste, los formatos propietarios son controlados y definidos por intereses privados. Los formatos abiertos son un subconjunto de los estándares abiertos.

La meta fundamental de los formatos abiertos es garantizar el acceso a largo plazo a los datos almacenados sin la incertidumbre actual o futura respecto a los derechos legales de uso de la tecnología de acceso, a la disponibilidad de esta tecnología, o a la especificación técnica del formato de almacenamiento de los datos. Una meta secundaria común de los formatos abiertos es fomentar la competencia, en vez de permitir que el control que un vendedor ejerce sobre un formato propietario inhiba el uso de los productos de la competencia. Por estos motivos, diversos gobiernos y compañías privadas han demostrado cada vez más interés en promover el uso y desarrollo de formatos abiertos.

Lo que quiero compartir es la importancia de sentirse co-partícipe de una sociedad a la que tenemos que contribuir mediante nuestras aportaciones singulares. ¿De qué me sirve preservar como secreta una aportación? ¿Acaso para jugar a los solitarios? No, la gracia está en aportarla para que sea remezclada y mejore porque más personas conseguirán sacarle mejores prestaciones.

¿Es en el fondo un simple hecho de confianza en el género humano? Pues en parte sí que lo es. Es una actitud de partida: poner a disposición de las demás personas aquello que puede favorecer el desarrollo. Cierto que luego llegará la interpretación de cada cual (la sociedad de los intérpretes de la que hablábamos ayer a cuenta del artículo de Innerarity)  y la apropiación -relativa- de estos nuevos usos. Nada que no esté planteando el esquema clásico de la innovación abierta, como nos presenta Aitor Bediaga.

Pero, ¿qué estándares abiertos podemos construir en el complejo mundo hipercompetitivo de las empresas? ¿Quizá las normas ISO reconceptualizadas para eliminar de ellas la carga burocrática e impositiva? Es evidente que necesitamos los estándares abiertos para aportárselos a la gente que comienza con nuevos proyectos empresariales. ¿Cómo podemos transponer al mercado empresarial iniciativas como la de Platoniq con Youcoop? En el fondo es un juego para conseguir una construcción modular, escalable y que permite la remezcla.

YOUCOOP es el laboratorio de I+D de Platoniq en Internet, fruto de la experiencia acumulada gracias al proyecto Banco Común de Conocimientos (BCC). En esta plataforma se encuentran tanto nuestras líneas de investigación, textos sobre nuestras metodologías y ejemplos prácticos, como juegos y proyectos representativos de agentes afines a la filosofía y práctica de Platoniq. En líneas generales, los contenidos apuestan por alternativas que aplican el funcionamiento de las redes y el P2P en contextos educativos, económicos o de innovación social. Platoniq, a través de YOUCOOP, facilita procesos de cooperación e innovación social distribuida por medio de dinámicas, metodologías y workshops para introducir cambios culturales en organizaciones como ONGs, instituciones, cooperativas o empresas sociales.

Quizá el sentido altamente competitivo de muchos negocios cierra la puerta a los estándares abiertos. Puede ser que la percepción del propio poder tenga que ver con ocultar las cartas al vecino. Pero si jugamos con las cartas boca arriba no resulta un escenario imposible sino otro escenario, con otras reglas y donde también cabe el progreso de las partes.

Tenemos que ahondar en los estándares abiertos del management. Documentar prácticas para ponerlas al servicio de otras personas e instituciones, sabiendo además que la «gracia» del asunto está en que no son prácticas replicables miméticamente. Porque el estándar abierto es la capa base sobre la que actuamos y como humanos que somos siempre va a suceder que vamos a aplicarlo de forma diferente porque interpretamos y traducimos. Manejamos símbolos, no somos puras máquinas que con la misma materia prima obtienen el mismo resultado.

Necesitamos estándares abiertos, también el management.