Recuerdo cuando, en la cooperativa en la que trabajaba antes, oía despotricar de la función del consejo social. Este órgano es, más o menos, lo que un comité de empresa en el mundo de las sociedades anónimas. En las cooperativas es el lugar de «control social» (allá tú cómo quieres interpretarlo). A veces tenía la sensación de que las críticas se podían resumir en: «es un mal necesario». Lo digo como lo escuchaba.
Pero recuerdo el día en que una de esas personas entrañables del cooperativismo de Mondragón me dijo: «Julen, cada cooperativa tiene el consejo social que se merece«. Se me quedó grabado. Hasta hoy. Y sigo creyendo en esa afirmación.
Comento esto porque una sensación parecida tengo respecto a los sindicatos. ¿Sindicatos? ¡¡Al paredón!! Ahora cada vez está más de moda meterles caña. La reciente huelga general lo ha puesto en bandeja. Los calificativos son múltiples y variados. Caña al mono que es de goma: anacrónicos, fuera de la realidad y que sólo miran por sus intereses. Pues vale. Será que son el demonio.
Pero, una cosa a tener en cuenta: ¿qué tal personaje parece el señor ese que está al frente de la patronal? ¿Cómo se llama? Sí, esto… ah, el de Viajes Marsans y Air Comet. Lo digo porque si enfrente tuvieras a un personaje así, lo mismo te echabas al monte, ¿no? ¿O es que ahora resulta que sólo hay que mirar a una parte y olvidar la responsabilidad de la otra? ¿En qué medida la existencia de este tipo de monstruos empresariales obligan por necesidad a un sindicalismo como el actual?
Si el dueño de mi empresa fuera ese señor que está al frente de la patronal… a saber qué haríamos tú yo, ¿no te parece?
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La imagen en Flickr es de altemark.
5 comentarios
Hola Julen,
Es verdad que hay empresas donde los «representantes de los trabajadores» actúan tal como se merecen sus directivos o empresarios, pero hay otras muchas donde se comportan como se merecen sus empleados, al permitir éstos (por inercia o pasotismo) que sigan representándoles individuos que, a veces solo velan por sus intereses particulares.
Aunque probablemente el mayor problema sea el de esas otras empresas que tienen no ya los sindicatos, sino los líderes que se merecen, porque sus empleados (por miedo, necesidad, etc.) aceptan lo inaceptable …
Como en todos los órdenes de la vida: tenemos, como seguidores, los líderes que nos merecemos.
http://alex-elusodesimismo.blogspot.com/search/label/Liderazgo
Cierto, pero lo mal que lo haga una parte no es excusa para seguir el mismo camino. El rasero está muy bajo y eso resulta cómodo para las partes a corto y nefasto a la larga para todo el mundo.
Ambos sistemas de organización son arcaicos, inservibles y peligrosos. Evaluar las partes ya no sirve de nada. El vídeo que elaborado por el Wall Street Journal que señala hoy La Vanguardia es preocupante. La realidad es la que es y la imagen que proyectamos también.
Pues… ahora tú me has dejado grabada la frase «cada cooperativa tiene el consejo social que se merece“. No llego a poder afirmar ni negarlo. Mmmmmm… esto merece un buen rato de reflexión.
@Santi, sí, problamente eso de «tener lo que nos merecemos» nos incluye a todas/os, no sólo a directivos. Aunque, claro, puede que la responsabilidad no se pueda distribuir por igual entre todas las partes.
@Alejandro, aunque también parece que no tengamos que resignarnos a ello, ¿no?
@Isabel, cuando dices «evaluar a las partes ya no sirve de nada» creo que das en la diana. Mejor mirar hacia delante y seguir currando para cambiar lo que no nos gusta.
@Yuri, que sepas que quien me dijo esa frase fue José Mari Larrañaga, a quien creo que conocerás, ¿no? Me refiero al que ya está jubilado.