Independizarse del empleador

by Julen

CadenasEl tiempo juega a nuestro favor: las personas podemos independizarnos de nuestros empleadores. Por supuesto, primero hay que querer. Segundo, hay que poder. Pero cada vez «podemos» más y mejor.

Creo que hay dos grandes condiciones: cualificación y una red de contactos adecuada. La cualificación es fundamental porque hay que saber aprovechar el potencial de colaboración que ofrecen las nuevas tecnologías. Y aunque no tiene por qué ser obligatorio un manejo avanzado de ellas, sí que facilita la independencia. Antes, claro está, necesitamos asegurar que nuestra vocación es colaborar y cooperar con otras personas desde la igualdad.

El segundo aspecto tiene que ver con conformar una red distribuida con otras personas. Y para ello no conviene mirar sólo a la clásica cadena de valor o a un esquema lineal de relación cliente-proveedor que suele acabar en un tubo de irrealidad. La competitividad mediante colaboración viaja a través de nuestra red de contactos. En ella «contacto» puede representar un lazo fuerte o uno más débil. Los primeros deben moverse en el terreno de la confianza y son fundamentales para aguantar cuando llega temporal.

En realidad, «independendizarse» del empleador es aterrizar en la interdependencia. Que nadie piense que por independizarte vas a jugar sólo por tu cuenta. Imposible. Es más, creo que una de las mejores formas de sentir la necesidad de colaborar es salir del circuito empleador-empleado. ¿Por qué el talento tiene que entrar en el redil de una organización que se rige por principios de escasez y por una clara limitación de libertad? Existen alternativas.

En los  tiempos recientes lo he visto de nuevo en gente que quiere apostar por trazar su propio camino. Hablaré de ellas un día de estos. Todo esto sin negar la necesidad de que existan organizaciones, empleadores y jefes. Convivimos jugando a la diversidad. Independizarse del empleador no quiere decir romper lazos con él sino redefinirlos.

Y es evidente que quienes dimos el paso de independizarnos necesitamos «cobertura social». Por eso no hay que mirar a otro lado. Hay que gestionar de forma activa esa cobertura. No hay que esperar a que venga de terceras partes. Las mejores estructuras de apoyo son las que nacen desde abajo, por pura necesidad. En mi caso, si sirve de ejemplo, la consultoría artesana o aprendices.

En el fondo, independizarse es un reto a nuestra inteligencia. El sistema se modifica y hay que reubicar fuerzas dentro de él. Sin pensar que somos más que nadie. Sencillamente hemos elegido otra opción. Y hay que ser coherente. No me gusta la gente que siempre se anda quejando de la escasa cobertura que tienen los «autónomos» y que al mismo tiempo ensalza la figura del emprendedor como referente social. Prefiero ser humilde y hacer el camino. A veces mejor, a veces peor. No soy mejor; quizá algo diferente al «estándar», pero nada más.

Insisto en el argumento que ya he manejado otras veces: nunca como ahora tuvimos mejores condiciones para elegir una alternativa al modelo empleador-empleado. Tenemos herramientas. Si nos convence colaborar con otras personas bajo la perspectiva de conformar una cada vez mayor red distribuida, entonces ¿por qué no te independizas?

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La imagen en Flickr es de SpejoBlancoNegro.

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9 comentarios

Franck 13/10/2010 - 07:42

Para mi, no hay nada peor que independizarse de su jefe para alienarse a un trabajo como autónomo vendiendo horas trabajadas a una tarifa. Lo estándar es trabajar más, ganar menos y perder los derechos sociales del empleado

La verdad es que muy pocas personas están preparadas para hacer una tarea técnica bien (suele ser el inicio de un negocio de autoempleo), saber vender, administrar cuentas, realizar el soporte cliente, comprar bien a proveedores, tener disciplina, aguentar dificultades, estar solo, y tener visión+ entender de marketing. El 90% de las empresas de nueva creación fracasan antes de 5 años por eso mismo. Independizarse es pasar de ser bueno en una tarea (como empleado) a tener que gestionar 10 tareas de las cuales 9 están desconocidas

La tecnología está, el mercado por ahí va (redes sociales, menos intermediarios en la cadena de valor), pero lo que falla es que nadie te explica que tu negocio debe funcionar sin ti, desde el primer día que lo montas, porque sino sencillamente no tienes ningún negocio.

Por supuesto, soy consciente que hay excepciones, en las que te incluiría Julen.

De verdad, creo que hace falta más educación y formación antes de que muchos se crean que la vida como autónomo sea una panacea

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alvarezval 13/10/2010 - 07:43

Estimado Julen, siempre la «independencia» significa romper paradigmas. Cuando tienes relaciones laborales de dependencia casi te ata más el dinero que el empleador. Mi experiencia es que aquí no se propicia demasiado el salto, pese al efecto multiplicador que generaría de empleo, pues casi todos, empleadores y empleados seguimos el viejo paradigma de comprar y vender el talento. Seguiré en el tema después pues me interesa mucho. un abrazo
Jesus

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aitormanah 13/10/2010 - 08:11

Sí, comparto muchas de las cosas que citas, Julen. Sin embargo, creo que la gran pregunta (sin respuesta) es: ¿por qué no QUIERE la gente? Poder es un factor que puede tener su parte «externa», pero el querer, es algo íntimo, ¿no?

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Maria 13/10/2010 - 18:46

Julen, muy a cuento…

Pues yo estoy bastante de acuerdo con todo lo que opináis, pero creo que se olvidan dos aspectos del proceso de independendizarse que, en mi caso, supone una gran barrera para dar el paso: la soledad y la mayor responsabilidad que conlleva.

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angel l blanco 13/10/2010 - 22:32

Frank los derechos sociales del empleado son, muchas veces, trabajar (como mucho) ocho horas, hacer que se trabajan diez y emplear otras dos o tres en ir y venir del trabajo a casa. Es verdad que hay que hacer «de hombre orquesta» y tocar muchos palos para los que no siempre se está preparado, pero bendito abismo al que salté va a hacer ahora cinco años (parece que pasé el «rubicón»). Si trabajo más (que tampoco) es para mi, y concilio trabajo, persona y familia como nadie. Un saludo a todos y gracias por compartir

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Ane 14/10/2010 - 10:08

A mí la palabra clave en toda esta reflexión, que nosotros la ponemos sobre la mesa en muchas ocasiones, es saber entender y manejar la INTERDEPENDENCIA. No sólo con las empresas/clientes, sino también con colegas con los que vas tejiendo esa red distribuída. El cambio de chip que es necesario para hacerlo con éxito es muy grande, porque la interdepencia significa coordinarse desde posiciones de igualdad y con libertad para comprometerse: y estamos demasiado acostumbrados a cobijarnos en relaciones más desiguales, que sostienen las jerarquías de las organizaciones.

Estando de acuerdo contigo Franc, en que no es ni fácil ni una panacea, creo que esas nueve tareas a las que te refieres, pueden ser manejadas con practicidad e inteligencia. Y por lo menos, en nuestro caso, que ya somos 4 socios en Vesper, nos está mereciendo la pena y consideramos que estamos aportando valor con esta manera de estar en el mercado profesional y de reinventar lo que hemos venido llamando las relaciones laborales (que un buen meneo ya necesitan)….

Es una reflexión a la que merece la pena darle unas cuantas vueltas… Gracias Julen, por ponerla sobre la mesa…

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Juanjo Brizuela 14/10/2010 - 22:34

Otro chute de «ilusión»…

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Julen 16/10/2010 - 07:59

@Franck, yo no lo veo tan crudo; seguro que requiere un reenfoque global de la actividad profesional, pero no me parece tan «difícil».

@alvarezval, de acuerdo en que es un «nuevo paradigma», pero creo que hay formas más suaves de tender puentes hacia la autonomía.

@aitormanah, que no «quiera» la gente es respetable al 100%. Puede que no se trate de que haya más emprendizaje sino que el que se lleva a cabo resulte de más éxito.

@María, ¿soledad? Hay tanta gente con la que «enredar» cuando das el salto 😉

@Ángel, me alegro por ti. Yo también pasé el «Rubicón» y tan contento 🙂

@Ane, a lo mejor algún día podemos organizar una charla sencillita sobre nuestras experiencias de puesta en marcha de nuevas actividades empresariales, saliendo de grandes empresas, por ejemplo. Voy a anotarlo en mi lista de «ideas futuribles».

@Juanje, ya me he cansado de decírtelo, tú tienes todos los mimbres para hacer el cesto 😉

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Mónica Carratalá 18/10/2010 - 19:11

No puedo estar más de acuerdo contigo Julen! Aunque soy una «recién llegada» y poca experiencia tengo como autónoma, jamás pienso que estoy sola, sino todo lo contrario! Tener que realizar otras tareas que antes no me correspondían, no hace sino variar mi día a día, pero sinceramente me siento muy arropada por todos los profesionales que que colaboran conmigo y por los que me voy encontrando por el camino, que más que empujones, me tienden su mano.. Gracias!

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