La vista sólo se fija en el próximo tramo. No hay más. Hasta que vuelve de nuevo a buscar otra referencia de mayor perspectiva. Y otra vez a por algo cercano en que fijar la mirada. Extraño comportamiento convulsivo que escapa al control de quien da pedales. El pensamiento abotargado, fuera de sí.
Un tramo, un pedazo de camino, una referencia. Y otra. Siempre al lado derecho. Sirve cualquier detalle, siempre hacia arriba. El proceso es simple, un tanto animal. Sudor, instinto.
Mientras, la cima queda en el mismo lugar. Tranquila y desafiante, no entra en el juego del sufrimiento autoexplotado. Es sólo espectadora. Allá arriba lleva viviendo muchos años, tantos como para no pretender hazañas imposibles. Son los humanos quienes continúan con sus extraños rituales.
El camino pierde el sentido global para partirse en mil pedazos. Cada uno atrapando parte del esfuerzo. Continúa hacia arriba, retorcido en múltiples esquinas todas diferentes, todas iguales. Hacia arriba, siempre es la misma canción. Cuesta encontrar el sentido. Cuesta.
1 comentario
¿Con clenbuterol o sin ? :-S
Yo me he dado cuenta que subo aun mejor si no miro para arriba, lo cual deja todo sin otro sentido que el de sufrir