Verdades y mentiras

by Julen

Chocheo. Me hago mayor y no me creo ahora buena parte de lo que escucho. Tiene que ver con la cantidad. En un mundo conquistado por cientos de miles de megáfonos, sólo queda la actitud crítica. Aunque nos haga parecer cada vez más cascarrabias. Y eso sí, con una pizca de optimismo e ingenuidad. De un tiempo a esta parte, pienso demasiado. No hace falta que sigas leyendo. Sólo te voy a liar más.

Primer plano de un alargado réptilLa mayor parte de la gente -supongo que estaré incluido- actúa para que la hagamos caso. Sí, todo dios quiere su minuto de gloria. La inflación de mensajes pone las cosas duras. Captar la atención es la llave que abre el tesoro del éxito. Aunque el éxito ruede en un potente todoterreno negro, moderno símbolo del éxito personal a base de lucha. Reconocimiento social inmediato: joder, tío, qué bien te va. Enhorabuena, campeón.

Hasta no me fío de la euforia por emprender. Autoridades empeñadas en que la sociedad innove y emprenda. El sistema debe retorcerse cuanto más mejor a la búsqueda de ideas geniales. Creatividad en la escuela, en el trabajo. Originalidad y liderazgo. Todo ello en el gran circo de la autoayuda y el mito de triunfar. Hay que joderse con el puto triunfo. Arriba sólo hay sitio para uno. Y si es macho alfa, mejor.

Así que hay que exhibir carnaza en prime time. ¿Alguien duda a estas alturas de la película de que tuenti y facebook son los escenarios del nuevo mercado empresarial? Casas ajenas donde la verdad y la impostura caminan juntas en una mixtura indisoluble. Y Tíscar venga insistir en que hay que mirarlo todo con sentido crítico. Verdades y mentiras. Por favor, espero que no te canses de repetirlo. Porque si nosotros no lo decimos, al final la bazofia gana la batalla y contamina todo.

Mientras tanto la sociedad del espectáculo muestra a dirigentes políticos hablando de modernidad donde deben y a futbolistas de éxito como modelos de comportamiento para niñas y niños. Verdades y mentiras fabricadas para la ficción que son tan reales como el original. La copia digital es perfecta. Esa es la guía para fundir impostura y autenticidad. No hay forma de distinguirlas. Son lo mismo. Sólo queda tu intuición y tu sentido crítico. Háztelos mirar. Aunque, por supuesto, no soy nadie para dar consejos.

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La fotografía tomada de Flickr es de Ana_Cotta.

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4 comentarios

jose del moral 11/09/2010 - 16:11

Así que voy a ir a peor? 😉
Sea como fuere, creo que voy a llevar conmigo la próxima vez que vaya al Silicon Valley. Allí verás que ese espíritu crítico es clave de progreso. Un abrazo, jose

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diana 11/09/2010 - 19:38

Tu post me deja una sesacion de derrota ante todas las adversidades que se presentan para poder llegar a «triunfar» sabemos que es dificil, pero hay personas que ya lo lograron…. Solo es cuestion de trabajar intelifentemente… creo yo

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Alberto 12/09/2010 - 00:18

Tal vez no vivimos en la era de la información sino de la «sobreinformación». Tal vez debamos volver a fijarnos en lo verdaderamente importante.

Un saludo

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Jesús Fernández 12/09/2010 - 12:11

Hola… soy alguien, soy diferente a los demás, necesito que te des cuenta…

Actuamos para que nos hagan caso, claro, pero no siempre es porque necesitemos nuestro minuto de gloria… sino de respeto.

Se trata, simplemente, de que si me muevo… necesito que alguien lo escuche, que no me borre desde la indiferencia. Pero eso no es de hoy, ni tiene que ver con triunfar, a mi modo de ver.

Otra cosa es el macho alfa, la política y la empresa. Ahí hay humanos tratando de exprimir las posibilidades de alineación (alienación) y de tracción de los humanos. Y suelen ser (inteligentes) listos…

Peeeero… se pueden distinguir. 🙂

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