Cuando motivar es un insulto

by Julen

Proyecto Habla

Ayer estuve conociendo más de cerca el proyecto que Úbiqa ha estado desarrollando en el Perú para Anesvad. Impresionante. Se trata del proyecto Habla, del que Itxaso ha realizado una reseña en su web. Ella y José Luis han estado dos semanas en el departamento de La Libertad en Perú trabajando en la realización de vídeos con teléfonos móviles producidos directamente por las personas implicadas. El fondo de la cuestión es empoderar a las comunidades locales para que su voz emerja también a través del formato audiovisual usando para ello un artilugio como el teléfono móvil.

El proyecto se lleva a cabo para Anesvad y centra la problemática en torno a la tuberculosis, una enfermedad que parece haber huido del primer mundo, pero que todavía está presente en otros lugares. Ayer me explicaban Itxaso y José Luis esa actitud de agradecimiento y al mismo tiempo respeto que veían en la gente con la que han trabajado. Supongo que nos ven como los llegados de El Dorado, un lugar que ahora en el siglo XXI se ha mudado al otro lado del charco, allá lejos.

El proyecto Habla es otro intento para dar voz al Sur. ¿Por qué no cualificar a las personas para que tengan capacidad mediática? Si Castells habla de la «autocomunicación de masas«, ¿por qué pensar que sólo la ciudadanía del primer mundo puede hacerla efectiva? Hoy en día manejar un móvil es algo a lo que pueden tener acceso muchas personas en el mundo. Muchas más que a un ordenador. El móvil es un artefacto pequeño, fácil de llevar, con cada vez más capacidades. Quizá el móvil es la puerta de entrada a la autocomunicación de masas en países en desarrollo. Las personas pueden comunicar masivamente su situación y elevar su voz también a través de estos nuevos medios.

Después de la experiencia en Aldea Moret, Ubiqa continúa trabajando en experiencias similares. Ahora con más contenido social, si cabe. De un barrio marginal de Cáceres a otros aún más recónditos y con problemáticas diferentes allá en Trujillo y alrededores, en el Perú. Su metodología pasa por cualificar a las personas. A través de unos talleres las personas que participan adquieren la cualificación para grabar y editar vídeo a través de teléfonos móviles. Por supuesto que la narrativa es diferente y también hay que aprenderla, pero a lo mejor no es tan complicado.

Cuando volvía para casa después de la comida con la gente de Ubiqa iba pensando en lo caprichoso que puede llegar a ser eso de la motivación. La necesidad sigue siendo un gran movilizador. Si para mejorar tu situación personal, si para poder erradicar la tuberculosis como una lacra social, ves que un teléfono móvil puede ser la herramienta que te dé voz, olvida la motivación. No tiene sentido hablar de eso. Si pasas hambre no hace falta que me expliques los beneficios de la ingesta de diferentes tipos de alimentos y las vitaminas que me aportan.

No hace falta que me motives. Tengo hambre y estoy jodido. Así que si lo que me das me sirve para salir de ahí, no te preocupes, la motivación la traigo de casa. Tú la llamas así pero es simple necesidad.

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6 comentarios

aitormanah 24/09/2010 - 08:41

Sí, gran verdad. De hecho, escuché una frase a una profesional de Cooperación al Desarrollo, q trabajó en Latinoamérica q decía: «Si vienes de Europa y les hablas de motivación se te va el proyecto a la porra, porque ellos sienten que la persona europeita que pretende ayudarles es una persona poco o nada inteligente, ¿Acaso no te has dado cuenta que motivación nos sobra?»
Sin embargo, no sé si sería extrapolable al terreno empresarial de aquí. La pirámide de Maslow la tenemos bastante llena…¿no?

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Itxaso 24/09/2010 - 08:56

Eso es, no se trata de motivar, se trata de facilitar e «innovar» (acercarles una nueva manera) para que puedan comunicar… 😉 Buena reflexión Julen, merçi.

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Pilar 27/09/2010 - 17:50

En este blog contamos la experiencia. http://www.proyectohabla.org.

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@silviadanzarina 02/10/2010 - 11:58

Excelente post. Me ha encantado este proyecto -que por cierto no conocía- . Me gustaría hacer algunas matizaciones:

1- Tenemos todavía la falsa creencia de que «manejar un móvil es algo a lo que pueden tener acceso muchas personas en el mundo». Así, por ejemplo en españa existen todavía muchas personas que no tienen acceso o no saben usarlo. Muchos proyectos e iniciativas -la mayoría de voluntariado- intentan reducir la brecha digital.
2- Está demostrado la efectividad de la figura de un mediador social, mediador intercultural, adecossor, etc -el nombre varía según la población a la que se refiera-.
3. Sin duda la idea de dar empoderamiento a las comunidades locales es una línea de trabajo magnífica y efectiva, Y -como dices- una forma de dar voz a los grandes olvidados.

4. Las personas, entidades, emprendedores sociales, etc -que trabajamos o colaboramos en distintos proyectos o iniciativas por el bien social- no somos marcas personales ni buscamos beneficios personales o económicos. Sin embargo, las NNTT y TICS nos ofrecen unas posibilidades que aún no están descubiertas o desarrolladas en la mayoría de los casos. Usar un móvil -como en este magnífico proyecto- es una forma de dar voz a los grandes olvidados.

Gracias y un saludo .-)

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Julen 04/10/2010 - 06:59

@aitormanah, yo creo que gente como vosotras/os quizá deberíais entrar más en este tipo de proyectos de fuerte contenido social, ¿no? Bueno…. sólo es una sugerencia 😉

@Itxaso, se me pasó contestar los comentarios en este artículo… espero que ahora mismo os esté yendo bien por la Asia profunda 🙂

@Pilar, no sé si te habías fijado que dejé ese enlace en el artículo. Ánimo con la experiencia de bloguear 😉

@silviadanzarina, gracias por las aportaciones. Realmente es una labor compleja la de «intermediar» para «empoderar» cuando las condiciones de origen son tan complicadas. Trabajo muy digno el que lleva a cabo tanta gente, ¿verdad?

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aitormanah 04/10/2010 - 08:33

Eskerrik asko Julen. Sí, yo también creo que tenemos un campo interesante por trabajar. Sin embargo, y aunque yo soy un amante de la imaginación, la creación y los inventos, creo que ahora mismo debemos ser conscientes de que el mayor proyecto social que tenemos entre manos, es el nuestro propio: Manahmana. Espero que este proyecto nos sirva de aprendizaje y también de venta. Ya lo decía Genís: «Empezar haciendo pequeños proyectos de éxito que después te permitan proponer proyectos más grandes»

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