Fernando Polo me envió un correo hace un tiempo pidiéndome que escribiera un artículo sobre «innovación» para un sitio que tienen en marcha: innovadirectivos, «un programa de formación a directivos de la Comunidad de Madrid, con eventos físicos, que ahora tiene un parte online» (según sus palabras textuales). Agradecido por la petición, pensé escribir… bueno, para ser sincero, no sabía qué escribir. ¿Innovación? Ya he comentado por aquí alguna vez que es de esos palabros afectados de afasia de wernicke: de tanto usarlos lo mismo no dicen nada.
Por eso al final he escrito un artículo que abre el frasco y plantea que innovar… pues habrá que innovar, pero que necesita una visión poliédrica y que incluso a veces lo que en un sitio es «falta de innovación» en otro sector puede ser revolucionario. Me acojo para la argumentación teórica a los modelos de innovación de Pavitt, uno de esos clásicos que dijo algunas cosas con sentido común. Tomado directamente del artículo:
Recurrimos para ello a un clásico como Keith Pavitt, que nos dejó una herencia interesante: esta taxonomía de modelos de innovación. Y quizá hoy la podemos retomar, pero a la luz de lo que ocurre en 2010, una era invadida por los social media. Pavitt afirmaba que la innovación en una empresa venía condicionada por el sector en que operaba. No era lo mismo moverse con unos proveedores muy especializados que manejarse con grandes escalas. No era lo mismo un entorno muy “científico” que diseñar y fabricar cosas sencillas. De ahí su idea de la innovación contingente. Ampliando a otros factores: puede depender de la geografía, de en qué momento del ciclo de vida del producto andemos o de las mismísimas expectativas de los clientes.
En fin, que esto de innovar admite múltiples caminos y que hay que ser hábil para comprender las dinámicas del sector en que te mueves. Lo que funciona en un lado es fracaso en otro. Las ideas sirven en la medida que se pegan a problemas reales. Y estos son diferentes en unos sitios y en otros.
Podéis leer el artículo completo en el sitio de innovadirectivos.es: No todo el monte es orégano, ni todo innovación. De paso -perdón que me ponga pelota- sirva este post para reconocer a uno de esos tipos que al menos desde fuera destila solvencia y criterio. Sí, sí, hablo de Fernando Polo y su equipo, Territorio Creativo. Un placer poder colaborar con ellos.
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La imagen está tomada del artículo original en innovadirectivos.es.
2 comentarios
Kaixo Julen, me gustan tus posts porque creo que dices cosas muy sensatas, que a mí al menos me parecen bien muchas veces, pero que parece que en este mundo en el que hay que ser tan estupendos, no queda bien ni pensarlas, de lo puro lógico y normales que son.
no sé si consigo transmitir lo que pienso, pero me alegro de leer tus posts.
un saludo,
miren
Venga, va. Te permito que me hagas un poquito la pelota 😉 Lo de criterio, acepto. Solvencia, si es económica, raspados, pero quién no lo está en estos días 😉
Gracias por este post, y gracias por el artículo en Innova Directivos, un proyecto que significa bastante para nosotros, en el que intentamos aportar alguno de los aprendizajes de estos años, con eTc.