Los beneficios de la imperfección

by Julen

Ando leyendo Simplejidad, de Jeffrey Kluger, un periodista de la revista Time. Este buen hombre repasa circunstancias que concurren en ciertas actividades para que las percibamos como simples y/o complejas. Cuando utilizo el «y/o» ya entenderéis que estoy haciendo alusión a que quizá no sean términos antagónicos, sino que puedan darse al mismo tiempo en forma paradójica.

Sólo llevo setenta páginas del libro, pero me permito compartir algunas citas que me parecen del todo sugerentes. Más adelante ya desarrollaremos argumentos. De momento, sólo quería compartirlas con quienes leéis este blog. Los subrayados son míos.

Referido a cómo un elemento extraño regula el flujo (pág. 53):

Los diseñadores de los interiores de los edificios han descubierto que un poste inútil colocado en el camino hacia una salida de incendios puede en realidad ayudar a que la gente consiga escapar. Si se da a los que se agolpan en dirección a una puerta un obstáculo que sortear conseguiremos que su llegada sea ligeramente escalonada, permitiendo que salgan por ella formando un flujo razonablemente controlado, en lugar de chocar de inmediato con ella y provocar una colisión.

En cuanto a que hay que tener en cuanto que son humanos quienes desarrollan las conductas, hablando de modelos de simulación en ordenador (pág. 54):

Corrigieron aspectos como la accesibilidad y la proximidad de las salidas, haciendo que más trabajadores virtuales eligieran las salidas más cercanas y convenientes. Pero una vez hecho eso, el programa asumía que las personas se comportarían sensatamente. Esto, naturalmente, era un disparate.

Hablando de la evacuación de las Torres Gemelas durante el atentado del 11-S (págs 58-59):

Lo que no llegaron a calcular los defensores de la seguridad en la década de los sesenta fue que en 2001 más de dos terceras partes de la población estadounidense tendría sobrepeso o sería obesa, lo que significaba no sólo que ocuparían más espacio en unas escaleras ya estrechas sino que incluso sin que estuvieran abarrotadas de gente tendrían que esforzarse más para poder hacer todo el camino hasta abajo.

Hablando de la generación de más capacidad en un sistema (pág. 69):

Si abrimos otro túnel o construimos otro puente en una ciudad abarrotada al principio el resultado es exactamente el esperado: repartir un número determinado de coches por más arterias y agilizar las cosas para todo el mundo. Pero el hecho de poder conducir más deprisa anima a que más personas cojan sus coches por la ciudad, saturando nuevamente el tráfico hasta que todo vuelve a ser como antes.

¿Y todo esto para qué? Pues para encontrar alternativas al managament actual. To be continued…

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7 comentarios

diego 06/08/2010 - 10:56

Lo interesante de leer este tipo de libros no es tanto lo que dicen, que también, sino las sugerencias que provocan en tu cabeza mientras los estás leyendo.

Ese momento «flow» en el que, mientras lees, se te va la cabeza a uno de tus problemas. A veces para encontrar una solución. Otras, para que aparezca otro problema mayor… 🙂

Por lo menos, a mí me ocurre.

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Rafael Javier Rodriguez Sanchez 06/08/2010 - 11:00

El último texto que comentas me recuerda mucho a la refutación del concepto de «desmaterialización de la economía» que utiliza la economía convencional para desacreditar la limitación de recursos naturales y energéticos a la que nos enfrentamos.
Es un hecho que según avanza la técnica para obtener una unidad de producto cada vez se utiliza un porcentaje relativo menor de recursos. (el mismo argumento se puede utilizar para la minimización de residuos).

Sin embargo, se produce lo que en economía ecológica se llama «paradoja de la eficiencia»; al ser más eficiente – por ende, menor coste monetario – se utiliza mayor cantidad de producto, con lo cual el ahorro en términos relativos se compensa con creces llevando a un mayor gasto de recursos en valor absoluto.

Y de aquí surge la pregunta, ¿por qué exigirle siempre más y más capacidad a un sistema? ¿Por qué no empezar a hablar de límites? ¿Por qué no pasar de una racionalidad maximizadora a una racionalidad acotada – Herbert Simon o en nuestro país, Javier Echevarría-?

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Julen 07/08/2010 - 06:03

@Diego, sí, estoy de acuerdo con contigo. A mí también me resultan evocadores y me hacen pensar en situaciones donde eso que leo ha tenido o tendría sentido.

@Rafael Javier esto que comentas es una de mis obsesiones. Los sistemas (las empresas lo son) no tienen por qué «crecer» como una única alternativa. Hay formas de mantener equilibrio inestable que son mucho más interesantes, desde mi punto de vista. Creo que tengo que leer más cosas de la gente del Instituto de Santa Fe. ¿Alguna recomendación en particular sobre Herbert Simon o Javier Echevarría? Gracias.

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Rafael Javier Rodriguez Sanchez 12/08/2010 - 03:43

Julen,

La recomendación no es directamente a esos autores………sino de un autor en el que he encontrado numerosas fuentes para seguir avanzando en ese cuestionamiento. Me refiero a Jorge Reichmann………..te recomiendo dentro de su «pentalogía de la autocontención» : «La habitación de Pascal» ( de hecho, el título de mi poco actualizado blog ) o «Gente que no quiere viajar a Marte» publicados ambos en Libros de la Catarata.

De Javier Echevarría (filósofo, creo que paisano tuyo) no he leído nada (para mi desgracia, el bien más escaso, el tiempo , no me permite leer todo lo que quisiera) , pero tengo un libro pendiente : «Ciencia del bien y del mal», Herder, 2007

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Julen 12/08/2010 - 05:56

@Rafael Javier, gracias de nuevo por las referencias. Con Rafael Echeverría he tenido ocasión de trabajar en un equipo dentro de Innobasque, concretamente uno en el que estuvimos colaborando en conceptualizar la innovación social. Luego pudimos colaborar en un proyecto relacionado con la educación pero al final no salió. Tomo nota de tus referencias.

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Consultoría artesana en red » El problema de la eficiencia desigualmente distribuida 27/11/2011 - 08:55

[…] buscar la optimización de ciertos recursos, dejando siempre un espacio a la imperfección y tolerando (si no impulsando) […]

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Aprender de casos reales de empresas | Consultoría artesana en red 02/05/2013 - 05:30

[…] claro, el mundo es imperfecto (y tiene sus beneficios), aunque para muchas empresas la excelencia sea un santo grial y marque el camino hacia una […]

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