Irracional

by Julen

¿Deprisa? No tiene sentido porque el tiempo no va a alargar su cadencia. Así que no es una alternativa real. El camino continúa hacia arriba. Serpentea y no deja ver el final. De vez en cuando entra aire a través de los árboles. Aire que compone ruidos extraños.

El sonido de las hojas secas bajo los pies esconde el relieve. No hay grandes trampas, pero si irregularidades que provocan algún que otro traspiés. El camino se empina, las piedras se enojan, el aire amenaza con mutar a viento.

Las sombras aparecen y desaparecen. Porque el sol no tiene claro que hoy deba aparecer. Entra algo de bruma por la derecha. De vez en cuando. No hace falta que se haga densa. Sólo necesita asegurar su presencia. Una dosis mínima, para dejarse notar, mientras sientes que la seguridad que creías traer se va quedando en alguna esquina del sendero. Allí habitará con los restos de otras convicciones humanas.

Casi al final, consigues ver algo parecido a un animal. Eso crees, aunque la bruma ha escondido en parte la figura. Parece que se mueve. Pero no está allá arriba, sino a tu espalda.

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La imagen en Flickr es de santigalicia.

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1 comentario

sergi 26/07/2010 - 22:39

jejeje, querido julen, tu narración con toques de interiorismo me ha trasladado por un momento y sin preguntar a cuando hace unos 18 años caminé por 15 días por el Camino de Santiago.

Sin lugar a dudas una experiencia DIFERENTE, que te hace experimentar cosas diferentes, que te pone a prueba, que te cuestiona, que te da tiempo, en donde -como tú dices- la velocidad no es un factor tan importante como el no-detenerse, mas que para beber y respirar profundamente, para contemplar tu destino borroso en el horizonte y decirte a ti mismo que en 4 horas estarás más allá de él.

El Camino de Santiago es un camino sobre todo interior, cómo cualquier camino que uno realiza con esfuerzo y en contacto con la realidad, con la naturaleza y con la gente con la que te cruzas. Pero siempre y cuando tengas tiempo para pensar, para analizar, para contemplar y contemplarte, es decir, para resituarte.

Gracias por devolverme sin preguntar a esos momentos mágicos del pasado, que en realidad siguen formando parte de mi presente 😉

Saludos!
SERGI
**SÒC CATALÀ i PARLO CATALÀ**

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