Bueno, hemos cumplido un hito en Obea, nuestro grupo de investigación de empresa abierta. Lo que comenzó siendo una nebulosa ha acabado convirtiéndose en un objeto real de investigación. Hemos tenido que perfilar lo que entendíamos por «economía abierta». Y buscar organizaciones que respondieran a esas ideas. Ya está. Hemos parido un informe de todo ese trabajo, con conclusiones incluidas.
Pero, más allá de lo que hemos escrito, ¿no se trata en el fondo de organizaciones marginales? Claro que entre los veinte casos hemos incluido también «gente normal». Pero hay lo que hay, y mirando al conjunto de la investigación, cuanto más grandes son las organizaciones, más previsibles se vuelven. Parece que crecer es volverse organización más conservadora, más controladora, ¿menos abierta? No sé, hay algo en el tamaño que destroza la apertura.
David ya lo ha dejado caer en más de una ocasión: estamos ante un modelo atípico de empresa, que se aleja del estándar y que se hace menos empresa y más «proyecto» (sea personal o colectivo). El paradigma imperante es el que es. Punto. Corbatas, control, dirección, planificación, excelencia, modelos de gestión. Eso es la empresa en la mayor parte de las ocasiones. Sí, algo aburrido, lleno de palabras grandilocuentes que quedan a años luz de la gente de a pie.
La economía abierta no va a ser paradigma imperante nunca. Pero esto no impide que pueda cumplir una labor interesante: cuestionar la norma y mostrar que otros modelos de gestión son posibles. Y ya están aquí. No en grandes cantidades, pero sí con casos significativos.
Y entre toda esta parafernalia de lo «abierto» habrá quien juegue con habilidad las cartas del marketing de garrafón. Venderá lo que luego no encuentras ni aunque escarbes en el susbsuelo de la cultura empresarial. Si sirve para vender, diremos que somos abiertos, que nos apuntamos a la openinnoveision, a la güebdospuntocero o al craudsorcin. Da lo mismo, nos preparamos unos ppts -o, mejor, unos prezi, que mola más- y tira palante.
Seamos realistas, la economía abierta no está hecha para la empresa promedio. Esto tiene que ver con actitudes distintas a las habituales. Y no merece la pena sufrir queriendo hacer lo que no sale de dentro. A otra cosa, mariposa.
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La imagen en Flickr es de lapidim.
6 comentarios
Buenísimo!! Importante aviso a navegantes este. Los modelos abiertos de empresa son para los que los usan y a veces, para los que están pensando en organizarse, no para un mundo ya establecido que atiende a otros incentivos y objetivos y donde sin cuestionamiento desde el común y desde dentro, no cabe «reforma» sino «cosmética».
Abrazos veraniegos!
«La economía abierta no va a ser paradigma imperante nunca.» En esto difiero radicalmente. Si me hablas de los 3 próximos años estaré de acuerdo contigo, pero nunca?
Llevamos con la economía cerrada 7000 años y el cambio no solo requiere modelos y metodologías, sino cambios sociales y de ruptura de marcos mentales. La economía abierta es el estigma/ADN de los supervivientes en un marco temporal de 30 años.
Por cierto nuestros radares también requieren cambios… Un ejemplo: Open Hardware, la ‘manifestación más espectacular que he visto fue en la Universidad Libre La Rimaia, si, esa de los ocukas recientemente desalojados de Barcelona, 40 Arduinos y cada uno con su proyecto. Por cierto dirigida por una de las empresas analizadas en vuestro estudio http://tuxbrain.com
Recordáis lo que se decía hace 15 años de los desarrolladores de GNU/Linux? Red Hat, Ubuntu, Sun, IBM…
Ya hemos mandado imprimir el pedazo informe, pa no dejar las pestañas en la pantalla. Lectura veraniega. No se trata de que una rareza se haga imperante, sino de que cada cual desarrolle sus propias rarezas (quizá para otr*s tan normales). Atreverse a autodeterminarse.
Al principio, leyendo este artículo, conseguiste convencerme Julen. Pero leyendo el comentario de JosepJC… ya no lo tengo claro.
De todo lo que ha dicho JosepJC, lo que más me ha convencido es la reflexión que ha hecho sobre Linux. La mayoría recordamos las risas de menosprecio que la imagen del idealista y «hippioso» Stallman suscitó en la mayoría de ejecutvios del mundo del software. Ni siquiera el genial Steve Jobs, supo ver lo visionario de la filosofía del Software Libre (y sigue sin verlo… ateniéndonos a la estrategia actual de Apple).
Y sin embargo, ahí está: hoy mismo cuenta con el apoyo de algunos de los grandes de la industria de la informática y las telecomunicaciones (IBM, Oracle, Nokia, Intel, HP, etc…).
Supongo que deberíamos alejarnos más de los árboles, para tal vez ver el bosque. Me explico.
A pesar de que hablo un poco desde el desconocimiento (soy un recién llegado a tu blog, apenas desde hace un mes y medio), diría que en este artícculo has intentando ver el futuro de «la empresa abierta» inmersa dentro de un mundo «no abierto». Y probablemente, el futuro será «mucho más abierto que ahora». Intenta imaginar, Julen, y analizar la viabilidad de la «empresa abierta» en ese nuevo contexto (hipotético) mucho más abierto. Tal vez entonces te darás cuenta que toda una nueva economía y una nueva sociedad es posible (yo diría probable).
Es lo que ha sucedido con Linux, por ejemplo. Los que sabemos un poquitín de su historia, sabemos que Linux le debe el auge que tiene ahora a la revolución de internet, para empezar, y luego a la proliferación de dispositivos «informáticos» móviles y de «bajo costo». Claro que Linux no tenía mucho lugar en la informática de hace 30 años! pero mira ahora…
¿Si me explico?
Es decir, ¿querría un mundo de empresas abiertas? pues trabaja por un mundo más abierto 😉
Saludos amigos!
SERGI
**SÒC CATALÀ I PARLO CATALÀ**
[…] etc.) ya no sólo se explican bajo sus productos, sino aderezando estos bajo banalizaciones que, como contaba Julen, toman la forma de dudosas advocaciones (innovación, apertura, responsabilidad social, […]
[…] etc.) ya no sólo se explican bajo sus productos, sino aderezando estos bajo banalizaciones que, como contaba Julen, toman la forma de dudosas advocaciones (innovación, apertura, responsabilidad social, […]