Canjáyar-Almería

by Julen

Aquí estamos de nuevo recorriendo nuevos tramos de la TransAndalus. De hoy lunes al viernes quiero hacer la arte almeriense que dejé pendiente en verano pasado. Hoy ha sido la primera de estas etapas. Primavera que aquí en Almería ha dejado de serlo. Porque 33 grados son ya verano, ¿no?  Y con el goretex por si acaso… en fin.

Canjáyar es dejar atrás las Alpujarras almerienses. Ayer pasé la tarde recorriendo sus callejuelas mientras el sol dejaba huella en los montes que la rodean: Sierra Nevada y  Sierra de Gádor, sobre todo. En la plazuela de la iglesia, frente al Ayuntamiento, allá tiene Eustaquio la posada. Un lugar humilde y escondido, de los que dejan pasar el tiempo. Cayó un plato alpujarreño que en el primer mundo estaría prohibido por cualquier médico de nuestro tiempo. Ni me lo pude terminar, no digo más.

Con mis costumbres madrugadores, para las 6:30 de la mañana ya estaba organizando todo. Menos mal, porque el calor ha apretado de lo lindo. De Canjáyar se vuela hacia Instinción; son diez kilómetros que uno olvida rápido por la velocidad con que los hice. Así que a eso de las siete tocaba compartir cafelito con los lugareños en Instinción. El bar a tope con Manolo Escobar, cosas de por aquí. En la esquina te espero se llamba el bareto 😉

La subida desde Instinción hasta la sierra de Gádor es profunda, constante, larga. Salvar mil metros de desnivel es lo que tiene. Pero para eso hemos venido, ¿no? Sarna con gusto no pica. A media subida el calor ya apretaba. Regulando tragos de agua, poco a poco se va cogiendo altura. El Desierto de Tabernas abajo y a lo lejos las cumbres nevadas de Sierra Nevada (redundancia evidente). Tira parriba.

Y arriba está la nada, unas pocas huellas humanas en estos montes tan cercanos a Almería. Eso sí, comenzando a bajar te encuentras con el progreso: los enormes molinos del parque eólico de Énix. Zumbido sobrecogedor. Cosas del progreso.

Bajando a Énix por carretera a toda pastilla, ¡zas! pinchazo. Murphy viaja conmigo y elige la ruda trasera. A ver si no. No hay problema. Ya tenemos práctica. Así que en diez minutos de nuevo en ruta. Paradita técnica en la placita del Ayuntamiento en Énix, agua y zumo, preguntar por un encargo de Fran Cortés, el coordinador de la TransAndalus, y seguimos camino de Almería. Calor, calor, calor.

Carreterita olvidada por el mundo civilizado hasta coger un tramo de calzada romana con  piedra  a tutiplén. Pero la bajada es escandalosa. Son unos veinte kilómetros ara abajo hasta Almería. Poco a poco se la va viendo al fondo. Y sí, menos mal que es bajando porque adiós al agua que traía, que sólo sirve para hacer una infusión.

Mañana más. Os dejo, que tengo los dedos pegajosos de escribir en este teclado de un ciber de inframundo. Espero no pillar nada y que estas moscas que me rodean no porten ningún mal demasiado agresivo. Otro día me vengo con guantes de látex.

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La foto de Almería en Flickr es de Matias! y la del Desierto de Tabernas es de la wikipedia (espero poder encontrar una batería para la cámara digital porque, como un idiota, me he venido sin ella)

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3 comentarios

Iván 31/05/2010 - 21:48

Disfruta Julen del sur del sur,por esas tierras fui bastante feliz,espero tus relatos del Cabo de Gata 😉

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David Sánchez Bote 01/06/2010 - 07:41

Aupa Julen, siempre me han gustado los desiertos, a ver si me traes una foto chula de alguno de ellos!

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Kevin 30/10/2010 - 17:50

Ver http://www.canjayar.org para información sobre Canjáyar. La información incluye información turismo, programación de fiestas, ocio, historia, gastronomia y senderismo. Hay una mapa que muestra como llegar y una otra con los ubicaciones que muestra donde dormir, donde comer y donde beber. También hay galerias de fotos, algunos videos y un formulario de contacto si tiene una pregunta. http://www.canjayar.org es de propiedad privada y por eso no contiene publicidad.

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