No asignes direcciones de correo electrónico

by Julen

Hacía mucho tiempo que no planteábamos una idea radical. Imagina la escena. Luego la comentamos y si quieres, como siempre, lo hablamos.

– Bueno, entonces… ¡enhorabuena! Estás admitida, vas a comenzar a trabajar con nosotros a partir del próximo lunes.

– Estupendo, por fin. Ya pensaba que esto de la crisis no se acababa nunca. Empezaba a desanimarme.

– Bueno, son tiempos complicados. Creo que a todas las empresas nos afecta. Pero creemos que puedes aportarnos muchas cosas. Así que, lo dicho, el lunes comienzas aquí, en la que va a ser «tu empresa».

– Genial.

– En fin, quedan algunos trámites operativos. Por ejemplo, si no te importa, pásate por favor por el Departamento de Sistemas para que te den una cuenta de correo y te expliquen todo el asunto de cómo trabajamos aquí con lo digital, ¿de acuerdo?

Entonces Ana se queda mirando al tipo que tiene enfrente y no sabe muy bien si preguntarle o no. Una duda asalta su mente. Por fin se decide.

– Pero…, ¿para qué quiero yo una dirección de correo electrónico? Si… ¡ya tengo!

Pues eso: ¿debe la empresa dar una dirección de correo? ¡¡¡Qué preguntas más tontas!!! Pues claro. Te da un «dominio». Te identifica, te dice quién vas a a ser. Es una prestación que vas a obtener por entrar a trabajar en una empresa: esta será tu dirección de correo electrónico. Claro que todo esto bajo una óptica de escasez, de empresa ominipresente, de empresa-poder frente a persona-vasalla. Claro, claro, ¡soy un exagerado!

Por supuesto que es evidente que nadie usa la dirección de correo electrónico del trabajo para temas personales… ¡como si esto fuera posible! Trabajo y vida personal se funden, compañeros de trabajo y amigos forman un conjunto que se funde, la vida corre más deprisa que la separación categórica entre trabajo y no-trabajo, entre cuenta de correo personal y profesional.

Pero hay una imagen, una identidad, un proyecto, un norte, algo que define a la empresa. En el orden superior son unos valores, una visión, una misión blablabla. Claro, pero, ¿las personas no tenemos valores, visiones, deseos, objetivos? ¿No tenemos una vida tan rica o más que la que la empresa me ofrece? ¿No tenemos una o varias identidades digitales? Entonces, la empresa me da «otra identidad». Pero puede no hacerlo si acepta la regla de la red distribuida y un enfoque más relajado y, por qué no decirlo, más centrado en quienes somos. Sí, más humano.

La empresa puede jugar entre tres enfoques:

  1. Te da una identidad digital fuerte. Toma tu cuenta de correo, aquí están los valores (el kit, por supuesto, incluye visión y misión), este es nuestro modelo de gestión, «así nos gusta la gente aquí». O sea que tu identidad, o alguna de ellas al menos, debe encajar en la empresa. Te valoramos en tanto tu perfil encaje aquí. Te vigilaremos.
  2. Te da una identidad digital más. Toma tu dirección de correo, úsala con sentido común. Sabemos que eres una persona, con tu propio universo. Aceptamos diversidad, aunque te contamos nuestro modelo. Y habrá tensiones, porque la empresa es la empresa y necesita determinado tipo de gente.
  3. Te da un espacio donde desarrollar tus identidades digitales. Claro, el enfoque de una ONG que atrae personas voluntarias. Pero ¿no hay empresas o «no-empresas» que nos enganchan porque facilitan que nos desarrollemos a través de ellas? Quizá no haga falta que me des una dirección de correo. Quizá sí. Pero hay alternativas. Acepto quién eres y ya veremos hasta qué punto tu proyecto encaja en esta organización.

Ah, por cierto, ¿cuánto se gasta una empresa en mantener el orden y la seguridad en su recinto? La policía es cara de mantener. Hay que montar sistemas para vigilar y luego castigar. Y si hay sospechas razonables, no hay elección: se levantarán sistemas donde pagan justos por pecadores. Primero se prohíbe, luego ya se verá. ¿Alguien usa de forma indebida una red social? Pues se prohíbe el uso de las redes sociales en Internet y asunto arreglado. Es lo que tiene la seguridad, que provoca daños colaterales.

¿Cómo sería un modelo empresarial donde las personas mantienen su identidad digital? Pensad en la práctica, pensad en la realidad que os rodea: ¿cuántas personas juegan con su correo de Google integrando en él cuentas profesionales o de otro tipo? Pues eso, la realidad a veces supera a la ficción. No hay que olvidarlo. Y ojo, que hablamos de Google. Más leña al fuego.

No digo que no haya que dar dirección de correo electrónico «corporativo». Digo que es una posibilidad. ¿Qué me define mejor: jiturbe@eteo.mondragon.edu o julen@jiturbe.com o juleniturbe@gmail.com? ¿Qué me aporta la primera frente a las demás? Me parto la caja con LinkedIn cuando veo que obliga a proporcionarle un «dominio» para aceptar la creación de una empresa. Claro, es pura realidad: empresas poderosas que se diferencian de los simples humanos porque nos dan una identidad. Sí, pero ¿cuánto de atractiva es esa identidad digital que, como empresa, me proporcionas? Porque hoy esa identidad compite con otras y quizá pierde de forma nítida en la comparación.

Vivimos en una sociedad más distribuida aunque haya quienes jueguen a reducir la abundancia a escasez artificial. Podemos querer que la montaña venga a Mahoma, pero pudiera ser más lógico que Mahoma se mueva hacia las montañas, ¿no?

Mi lista de ideas radicales, que espero ir aumentando poco a poco.

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14 comentarios

Josu O. 28/04/2010 - 07:47

Buena reflexión Julen. Pero creo que habría que diferenciar por una parte la identidad digital de la empresa y de la persona y por otra la gestión que de esas identidades haga esa persona de su trabajo en la red.

Hay sistemas para leer múltiples cuentas en un único lugar. Tu te lo guisas, tu te lo comes. Pero en cuanto a la identida digital de la empresa los ejemplos de tus correos que pones creo que pueden ser bastante asumibles pero ¿que me dices si tu cuenta personal es txorralaire@hotmail.com o xxx69@hotmail.com?

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Celia-Concilia2 28/04/2010 - 08:05

Tus posts siempre me hacen pensar. Y creo que eso es un gran piropo 😉 Gracias por compartir tus ideas radicales

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Franck 28/04/2010 - 08:20

Desde luego que es una idea radical. En el fondo tiene todo el sentido del mundo. Es como pedir a un mujer que se casa renunciar a sus apellidos.

Se que está muy de moda crear tu marca personal, pero creo que parte del sueldo que te paga tu empresa incluye que harás algo de publicidad de la empresa a tu red de contactos (no siempre es buena la publicidad que hacen los empleados de una empresa).

El dominio de tu correo electrónico es para mucho de los empleados (todos los que no hacen venta) la herramienta más utilizada de cara al exterior, y es una forma muy eficaz de hacer branding y/o cerrar ventas por recomendaciones a terceros.

Ahora bien si planteas un modelo de empresa donde todos los «empleados» son freelance (¡!), estoy seguro que las empresas no insistirían mucho en perder el email corporativo. Los beneficios son enormes para la empresa.

No estoy seguro en cambio que seria mejor para los «empleados»..o llámalos como quieres. Tener marca personal no seria un activo más, sino una obligación para sobrevivir…

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Héctor Jaumandreu 28/04/2010 - 08:31

Tu post me parece muy interesante, creo que es posible que esto que cuentas se pueda plantear en un nuevo modelo de empresa más colaborativo, donde los empleados no sean empleados sino «colaboradores», donde no haya nóminas sino facturas, donde el trabajo común de muchos profesionales individuales generen más sinergias que una corporación piramidal.
No obstante a día de hoy creo que el correo electrónico es algo así como la tarjeta de visita. Cuando vamos a ver un cliente nos sentimos profesionales, nos sentimos personas únicas e independientes, pero representamos a una empresa, es decir en el mundo real, desde siempre, hemos tenido varias «Identidades virtuales» y lo hemos llevado con naturalidad. Mucha gente tiene varias tarjetas (al menos la particular y la de empresa) y no por ello se han sentido esclavos de una corporación. En el momento de dar tu tarjeta de empresa te comprometes con la compañía que te paga la nómina, pero en muchos casos al salir de la oficina, sin mediar palabra te conviertes en tu avatar particular y puedes tomarte un café con la misma persona que acabas de discutir a brazo partido una bajada de precio…

Mi opinión es que la web se va pareciendo poco a poco más a la realidad física y muchas soluciones a los problemas que se plantean en ella las tenemos delante de nuestros ojos desde hace miles de años. En otras ocasiones tenemos la posibilidad única de cambiar las cosas y crear hábitos sociales que sustituyan viejas malas costumbres.

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Jorge Campanillas 28/04/2010 - 09:10

Buenas Julen

Excelente post e idea radical! y plantea muchas cuestiones e interrogantes interesantes, muchas de las cuales ya has planteado. Quizá si que es necesario que las empresas se planteen si todos sus trabajadores necesitan correo electrónico, y si éste debe ser personalizado. Tampoco tengo tan claro que todos debamos tener una marca personal.

Y no entro a valorar otros aspectos, pero cuando hoy en día la vida online se basa en la confianza, la contratación la realizas porque te han escrito desde una cuenta de una empresa (y ya no hablo del phishing,suplantaciones varias, etc.), dudaríamos si nos están hablando desde una de gmail, etc. Además, creo que als empresas en caso de problemas se lavarían mucho más las manos. (no se si me explico).

Interesante idea a madurar…

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Tona Pou 28/04/2010 - 09:11

Discrepo. Yo soy asalariada de toda la vida, y no entiendo como un acto de control trabajar con el dominio de la empresa para la cual, en ese momento, estoy aplicando mi conocimiento. Puede que para los ingenieros de sistemas sí que sería una revolución no poder gestionar los noséqué que se gestionan desde los servidores o perder el control, `y fijo que a algún empresario se le cortocircuitan las neuronas por puro desconocimiento, porque trabajar con un dominio determinado no implica que tu valor, como trabajador y como persona, quede circunscrito a una empresa determinada.

Como idea radical vale mogollón, pero útil, o determinante para el trabajador, pues no sé yo… La identidad (digital o no) la hace uno con su trabajo, su calidad humana y su coherencia, no con el dominio desde el que se relaciona laboral o personalmente.

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robertoC-DudasGratis 28/04/2010 - 10:55

Y más radical todavía, ¿por qué no usar cada uno su teléfono móvil personal en el trabajo y ya pagará la empresa la parte de la factura que le corresponda, o incluso toda la factura? Yo no acabo de verlo ni como asalariado ni como responsable del área de una empresa. Creo que es importante diferenciar tu faceta personal (individual) de la laboral (colectiva, como un «todo» de la empresa). ¿Qué hacemos con nuestro nuevo empleado, un profesional fantástico, cuya dirección personal es algo así como pichabrava@hotmail.com? Es un caso extremo pero hay otros intermedios. A mi no me gustaría usar mi dirección personal para cuestiones profesionales (si bien es cierto que en ocasiones he usado mis cuentas personales de linkedin o twitter, y aquí falla un poco mi argumento, caramba). 🙂

El otro argumento es el de separar roles. La empresa en la que trabajo no se puede tachar de tradicional, pero es una empresa pública y tenemos nuestros horarios. Así que eso de la ética hacker no es fácil de aplicar, porque hay que cumplir unas horas y si resulta que tu momento creativo es a las 3 de la madrugada, lo lógico es que lo uses para otros menesteres (supongo, igual aquí también hay un agujero argumental). El asunto es que si un empleado separa claramente su horario laboral del personal, dudo mucho que aceptara recibir correos o llamadas del trabajo en vacaciones, fines de semana…

En fin, que mejor separar direcciones y teléfonos profesionales y personales (o no, caramba, qué lío) 🙂

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Juan Vicente Mañanas Abad 28/04/2010 - 16:14

Pues justamente eso, una nueva cuenta de correo, es lo que pido a cada uno de mis nuevos clientes. Eso sí, lo hago por cuestions de praxis de mi servicio artesanal.

Básicamente, la necesito para gestionar las comunicacions que yo deba hacer en nombre del cliente (eg. gestionar su presencia en directorios)

Pero sí, la idea me parece muy buena. En todo caso… asigna un alias 😉

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Rafael Rengifo 28/04/2010 - 17:50

Disculpa, no suena algo paranoide?…No me chupo el dedo con las empresas o con la red y su poder, pero creo que llegar hasta ese extremo fragiliza todo, nada tiene sentido, es más, tu propio blog es quizás una estratagema maligna para creer que hay gente inteligente pensando en estas cosas…Un saludo desde Venezuela, donde sí tenemos cosas reales de las cuales asustarnos….

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Rafa Aguilera 29/04/2010 - 10:08

Salud Julen!

Provocador, como casi siempre… Enhorabuena.

Por cierto, creo -y corrígeme si me equivoco- que conoces suficientemente la realidad de los medios de comunicación como para, por ejemplo en esto que planteas, consigas información de primera mano sobre un asunto que está a la orden del día…

Hablamos.

Rafa

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Julen 30/04/2010 - 05:02

@Celia-Concilia2 gracias
@Franck quizá «marca personal» compite con «marca empresarial»… ambas son «marcas», ¿no?
@Héctor, dices bien cuando hablas de varias «tarjetas de visita», quizá tengamos que asumir que eso es así, que manejamos diferentes roles (identidades a lo mejor es palabra de mucho más sentido) en diferentes circunstancias. Eso sí, hasta ahora la empresa maneja mucho poder a la hora de definirnos uno de esos roles.
@Jorge, está bien eso que aportas por lo de las consecuencias de tener o no ese dominio en la dirección de correo. Seguro que soy demasiado ingenuo y hay cuestiones que tenemos que prever. Claro que para eso estáis gente como tú 😉
@Tona, bienvenida la discrepancia. El caso es que quizá debamos saber lo que la empresa nos «exige» respecto al uso de ese correo. Y si nos dijera que sólo puede utilizarse para uso profesional, ¿qué harías? Si un día te envío un correo, ¿sería personal o profesional? 😉
@roberto-c, pero ¿cómo le dices al correo electrónico que no te lleguen correos en horario que no es de «trabajo»?
@Juan Vicente, luego siempre puedes hacer colección de cuentas de correo 😉
@Rafa ¿¿??

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M@k, el Buscaimposibles 01/05/2010 - 12:01

Disiento: prefiro mantener separado el trabajo del resto de mi vida, así que la dirección de correo corporativa es esencial para mí,.De paso hace que no aumente el spam que deba gestionar en mis cuentas personales. Y no, claro, no uso la cuenta corporativa para correo personal.

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ALyCie 27/05/2010 - 19:26

Yo, había llegado a anular lafaceta personal, bajo seudónimo de ALyCie y después de una meditación, he decidido salir del blogarmario de ALyCie y he pasado a JL Salgado -casi tan anónimo como ALyCie- pero mucho mas personal
La parte de los deberes que me quedaban por hacer, los has hecho tu por mi. Es cierto, somos personas que ademas, dedicamos un tiempo a la corporación, pero no dejamos, ni dejemos, de ser personas.
Salud y saludos.

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Joan 17/09/2011 - 11:11

Cuando la empresa te da un mail corporativo te mete en una pirámide, se queda con tus contenidos (tus mails) y te quita flexibilidad.
Si tu te quedas con tu mail de siempre eres un simple nodo en una red. Depende del «control» que la empresa quiera ejercer. Seguramente irá asociado a control horario en vez de tareas.
Entiendo que la administración (que siempre llega tarde y mal) quiera usar mails propios, de la misma manera que quiere sus portales, distribuciones Linux (hablo pensando en mi ramo, la educación) pero el futuro no está ahí.
La eficacia pasa por nodos que se conectan libremente, que se organizan autónomamente sin jerarquías. Un hashtag en twitter puede tener más fuerza que todo un portal educativo de cualquier CCAA.

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