La delicada línea que separa voluntariado e imbecilidad

by Julen

En la viña del señor cada cual decide dónde coloca su pasión. Puede habitar en las grandes causas, en pequeños detalles o en lo que te enchufan por la diversidad semejante de telediarios en prime time. Esa es la extraña diversidad humana.

Las organizaciones con un potente sentido del propósito pueden jugar con la pasión de sus seguidores. No sé si hablar de trabajadores; quizá sea mejor usar la palabra «seguidor». La organización con propósito puede repartir migajas entre sus seguidores porque sabe que las cogerán del suelo con un placer inmenso. La comunidad se construye sobre pilares emocionales. Como las sectas. Ponte a separarlas. A veces es difícil, ¿verdad?

Hace ya tiempo leí que en El Blog Salmón que el Real Madrid y la Federación Española de Fútbol buscaban voluntarios para la final de la Champions. Es impresionante. Me refiero a que un negocio como el fútbol -pasiones para qué os quiero- pueda jugar con las emociones de un montón de personas y embaucarlas para que den su tiempo a cambio de… sí, claro, a cambio de una experiencia cumbre en sus vidas. ¿Cómo puedo tener la osadía de criticar tamaño sentido de autorrealización humana?

Porque la pasión, insisto, la colocamos donde nos apetece. Me imagino cola de gente para trabajar gratis haciendo lo que fuera para Fernando Alonso o cualquier otro ídolo de masas. Esa inmensa satisfacción de logro ante el dios publicitario es impagable. Así que, por supuesto, no se paga. No es tanto problema de los súbditos sino de los dioses. Porque la tentación de jugar con la plebe es evidente. Y, además, gratis. ¡Qué más se puede pedir en el reino de la competitividad! Reduzcamos costes y traigamos voluntarios.

Cada cual se construye donde puede su choza de felicidad. Bastante jodido baja el mundo como para andar mirando estas menudencias. Si puedo soltar cuerda para que la cojan mis creyentes, ¿por qué no repartir migajas de felicidad? Pero es que aquí casi casi como que ninguno podemos esconder la mano. Todos vivimos atrapados en ese círculo de la pasión. La conexión emocional la hacemos con las cosas más extrañas. Puede ser una Barbie, el equipo de petanca, CR9, los robots Mindstorms de Lego, el software libre, un coche de carreras o salvar ballenas. Sí, conforman una categoría: cosas para las que pueden reclutarse voluntarios. Un dos tres…

En tiempos de pasiones mediáticas, los hay que juegan sin escrúpulos. Tengo que leerme el último libro de Christian Salmon sobre Kate Moss, ahora que parece que también anda detrás de Belén Esteban. A ver si entiendo algo más del circo en que vivimos. Porque digo yo que la sensación de payaso no tiene por qué ser tan desagradable, ¿no?

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8 comentarios

diego 30/04/2010 - 06:20

Algo parecido a lo que dices de la Champions pasó con el tema de la traducción de Twitter al castellano. Una empresa de 140 trabajadores, con una financiación brutal por detrás, pidió a los usuarios que tradujesen al castellano la web. Y hubo palos para participar… Ahora esta empresa pone publicidad y posiblemente se forrará con ello.

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gallas 30/04/2010 - 07:21

Ja, ja, ja… Imbéciles del mundo uníos. Hummmm Totalmente de acuerdo… Es un temazo porque esta en la base del proceso de domesticación de la acción ciudadana. Acordaros de los voluntarios de barcelona 92 en plena redacción del plan del voluntariado… Interesante. Eskerrik asko Julen

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aNTONIO 30/04/2010 - 07:59

Muy bueno, Julen. Estoy en etapa de aplicar lo que me replanteé.
Te dejo el Oscar al Mejor Corto de Animación 2010, donde en 15 minutos aparecen más de 600 marcas
«LOGORAMA»
http://vimeo.com/10149605

Seguid Bien
Abrazo

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jesus 30/04/2010 - 10:40

a mi se me ocurren oros ejemplos, no de voluntariado, pero en la línea, como los concursos, donde por un premio redículo la gente se mata y aporta a la empresa montones de ideas nuevas y frescas, además de basura, que la empresa jamás hubiera podido obtener por ese precio en condiciones normales. Ideas brillantes todas éstas. Igual la de la participación ciudadana en los periódicos y revistas etc etc. (yo el primero) Más leña a la hoguera que se consume…

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Donare 30/04/2010 - 18:35

El post quizás debería titularse algo como «La delicada línea que separa la solicitud de voluntariado de la sinvergüenzura», porque el enfoque del artículo está puesto más en quienes piden ayuda gratuita que en quienes la prestan (y con el título puesto como está, el calificativo llega a los voluntarios), aunque está claro que de los segundos depende que la acción se llegue a efectuar o no.

En ese sentido, estamos plenamente de acuerdo con que es una sinvergüenzura una acción como la de la Champions, que bien podría ser pagada, y que se aprovecha de la pasión de los aficionados. Y como ésta, habrá muchos otros ejemplos. El de Twitter puede no ser el mejor. Para quienes no participan con frecuencia en las redes sociales, o para quienes lo hacen sólo para autopromoverse, por ejemplo, puede costar comprender la lógica colaborativa de estos espacios. Sin duda que Twitter podría haber contratado a traductores profesionales y pagado por su servicio. Pero también sabemos que nadie mejor que los mismos usuarios para traducir los contenidos de un espacio de acuerdo con el uso que se le da. Y también que somos muchos los que, gratis, nos beneficiamos de Twitter todos los días y hemos logrado grandes cosas gracias a esa plataforma, lo que puede hacernos sentir gratitud, e interesarnos por aportar, traduciendo o de alguna otra manera, a que el servicio se desarrolle.

Finalmente, cabe destacar la enorme labor que realizan miles y miles de voluntarios por todo el mundo, sin cuyo trabajo muchísimas necesidades sociales dejarían de atenderse, así como las iniciativas de organizaciones del Tercer Sector que sólo pueden concretarse gracias a ese apoyo incondicional y desinteresado. En esos casos no puede hablarse, de ninguna manera, ni de aprovechamiento, ni de sinvergüenzura y menos de imbecilidad. Son otras, muy distintas, las variables las que guían la labor de un voluntario (les dejamos un artículo sobre eso acá: http://donaremundo.com/2010/04/valores-voluntariado-empatia-dar-humildad).

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Alberto Blanco 30/04/2010 - 22:36

Julen, coincido con tus planteamientos. Casualmente hace unos días asistí a una conferencia que impartía el director de RRHH del Real Madrid. No sólo se planteó este caso de voluntariado que mencionas como un caso de éxito, sino que además se utilizó para ilustrar el éxito de sus estrategias 2.0 como empleadores. Como dijo aquel… manda huevos.

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J. Jiménez Gálvez 01/05/2010 - 01:02

Estoy absolutamente de acuerdo contigo. Algunas instituciones utilizan el voluntariado como un recurso para ahorrarse costes. Otro ejemplo clave en el mundo del deporte, son los voluntarios de ls Mundiales, Juegos Olímpicos, etc. Recuerd por ejemplo, cuando fue el Mundial de Atletismo de Sevilla en el 99 que la gente casi se pegaba por ser voluntaria a cambio de nada. Estamos hablando de un negocio en ese caso que se ahorró miles de sueldos y logró incrementar considerablemente sus beneficios gracias a esta iniciativa (que, además, suele contar con el apoyo de las instituciones públicas).

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QQ 03/05/2010 - 16:55

Que buen post. El post de las personas chiquititas.

A mi también me parece una imbecilidad sin embargo las cabecitas de estas personas están disfrutando y viviendolo, de algún modo tocan la zona alta de su rango de felicidad. Es una contraprestación de emociones y para mi hay dos preguntas clave que definen esa linea que titula el post:

-¿Existe aprendizaje en la contraprestación?
-¿Qué hace la otra parte con el resultado de tu trabajo, donde va a parar?

Hablando de la autorrealización, el futbol y la capacidad de depositar energía en ello que hay en este pais, otros también se aprovechan de otras formas; En este post podeis ver una foto que dice: «cada joven tiene un sueño: irnos a Sudáfrica a ganar el mundial» http://www.enriqueserrano.es/tag/publicidad-cajamar (un sueño no son 2.000€)

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