Ayer recogí ideas. Es lo mejor de compartir tiempo y espacio: sacas tu capazo a pasear y los hongos saltan a él. Ni siquiera hay que hacer el esfuerzo de agachar a recogerlos. Sólo hay que desplegar orejas y escuchar. Escuchar, por cierto, gran palabra. Se la escuché, recursivamente hablando, a Felipe.
Acabo de leer el post de Rubén sobre la sesión de ayer: Cuando casi todo son preguntas. Creo que hay una expectativa sobrevolando nuestro encuentro: ser más de lo que somos. Claro, es humano: ser más y cambiar el mundo. Claro que la dimensión inhumana del mundo lo hace difícil. Las pequeñas dinámicas son más manejables y cercanas. Allí las cosas no es que puedan suceder, es que suceden. Small is beautiful. Gracias, Carina. Quizá es que no quiero ser más.
Pero pisamos el acelerador y no queda sino llegar a toda velocidad a la paradoja. Es una curva permanente que no da paso a ninguna recta. Es un giro continuo donde no hay horizonte más allá de seguir girando. En el imposible de los posibles, surge la necesidad de organizar la autoorganización. Tensión y logros, hay que conquistar la cima de la libertad de forma organizada, hay que darle un buena tunda al sistema a base de sistematizar nuestra autoorganización. Se van a enterar.
Pero en modo storytelling, ficción y realidad caminan de la mano. Plan B que es plan A. No hay escapatoria. Somos el sistema que se recrea en forma de twitts. Somos punta de lanza que queremos llegar por la vía rápida. Perseguimos los fantasmas de la hiperproductividad, que diría María ptqk. Estamos atrapadas en la lógica del premio y el castigo. Imposible aislarse porque recibes castigo.
Los microbios tienen que aceptar la sobreexposición. Si no dejan traza de su actividad, mueren. Sólo narrando su existencia sobreviven. Pero es una narración que mezcla ficción y realidad. En breve continúa la dosis paradójica de buscar lo que no tenemos y nunca tendremos. Porque cuando lo tengamos habrá que destruirlo.
4 comentarios
Bajo mi punto de vista, no es tanto ser MÁS que lo que somos, sino poder ser OTRA COSA.
@Ricardo_AMASTE, a lo mejor es OTRA COSA MÁS jajajajaja
Observando nuestra mayor fuente de conocimiento, la madre naturaleza, podemos discernir dos comportamientos que hacen variar el rumbo de la evolución de los seres vivos, la búsqueda de nutrientes por pérdida y por hallazgo. Las plantas clorofílicas buscan los rayos del sol, huyen de la oscuridad, por ello evitan obstáculos y crecen al aire libre. Espero que cada uno de nosotros, sepamos identificar los nutrientes básicos, para hallarlos antes de que se pierdan y tengamos que rectificar por pérdida en vez de por hallazgo.
Contento por conectar con otros seres vivos 😉
Julen, no suelo enviar comentarios porque no me da la vida, pero tengo una sensación tan extraña de que cada vez que un tema me está bullendo en la cabeza llega la última entrada de tu blog (al que soy adicta desde hace tiempo) y parece que la telepatía existe porque hablas de aquello que no puedo quitarme de la cabeza ese día y tu visión es tan clarividente ¡¡¡ ni que tuvieses micrófonos en mi cerebro !!!. Te conocí en un curso de Open Innovation en Zamudio, igual me pones cara y sino pregunta a Sain. Gracias por la inspiración.