Empresas que nos limitan

by Julen

Ayer tuve ocasión de escucharlo de nuevo. Una vez más la realidad se impone. Empresas que más que favorecer el desarrollo de las personas actúan en cambio como factor limitante. Hablé de ello hace cerca de cuatro años: son las organizaciones tapón. El tiempo pasa y nada sustancial cambia. Vivimos en el gatopardismo.

A medida que veo más y más empresas, tengo la sensación de que son una minoría las que actúan como contexto movilizador de las capacidades de las personas. En tanto que el fin de conseguir resultados y facturar sigue siendo el prioritario de la empresa, las personas continúan siendo recursos necesarios. Hasta que son prescindibles, claro. Buena parte de nuestras empresas están perdiendo la oportunidad de ser lugares donde cumplir sueños. Los sueños no se cumplen en las empresas.

El baño de realidad llega día sí y día también. La gente, si puede, quiere salir de esas cárceles. Pero otra mucha se queda allí, asumiendo un destino contra el que no son capaces de reunir fuerzas para cambiarlo. Esta gente acaba siendo un recurso. Coloca el mínimo imprescindible en su actividad profesional, pero permanece desmotivada sine die. Y, claro, lo peor no es que tengas gente desmotivada, lo peor es que no quieran irse de tu empresa.

Me parece que hace falta un cambio radical. No sirven las medias tintas. Es un giro completo y absoluto. Las empresas necesitan crear contextos donde las personas deseen hacer cosas. Si el deseo no aparece, el panorama ennegrece. No podemos sustentar la competitividad en costes o en protección del conocimiento. La competitividad va pegada cada día más a lo que tu gente sepa, pueda y quiera hacer.

Ayer lo sentí de nuevo. Tras muchos años en una misma organización, aparece la falta de oxígeno, el cambio para no cambiar nada. ¿Os suena? Podéis elegir la artesanía. Hoy más que nunca tiene sentido. No más organizaciones tapón por favor.

———

La foto en Flickr es de massimo25…

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19 comentarios

m@k el buscaimposibles 25/02/2010 - 08:53

A «vuelamóvil».Dices que las empresas nos alienan (estás hecho un marxista,que lo sepas),¿y propones que los alienados formen una,que se hagan patronos,aunque sea sólo de sí mismos?Por otro lado,¿mostrar ímpetu,ganas y proactividad va a suponer más sueldo?¿No?Pues «no way!».Si no todo el mundo puede ser ingeniero,tampoco podemos todos ser artesanos:alguien tiene que cultivar lo que comeis,tejer vuestras prendas,…,venderos lo que necesiteis o simplemente fabricarlo.Y no,no vamos a la empresa a realizarnos,eso ha sido un cómodo engañabobos:vamos para lograr dinero, lo que necesitamos para mantener la familia o desarrollar gustos y habilidades,las 2 facetas donde más claro veo lo de «realizarse»,que tampoco está claro que persigamos todos ni siempre.Como trabajador del conocimiento has bajado hasta el último nivel de la cadena trófica laboral (otros dirán que estás en la cúspide,pero esa cadena es 1 collar),y ahí sois pocos,sois una élite más.No caigas en los errores de diagnosticar a todos el mismo mal ni de recetarles la misma medicina.

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Julen 25/02/2010 - 08:58

Querido Mak, todos podemos ser artesanos, cada cual de su actividad profesional. No pienses en servicios, piensa en contribuir a la sociedad que compartimos. Puedes hacerlo con tu tiempo e intercambiarlo, puedes hacerlo fabricando cucharas de madera o como quieras. Luego decide hasta dónde la pulsión por la pasta recorre tu cuerpo. Va a haber una campana de Gauss; me temo que así somos los humanos.
Se te ve brillante, compañero camarada 😉

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luis jones 25/02/2010 - 09:37

Cuanta razón en ese post, cuantas sensaciones recordadas, hasta que decidí y ya veremos hasta cuando ( espero que vaya bien) crear mi propio negocio, rodearme de gente a la que valoro por lo que valen y se nota. Vamos creciendo en cuanto a proyecto y los más importante. COMO PERSONAS
Gracias por recordarnos estos valores

Luis

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Javi Sánchez 25/02/2010 - 09:45

Me ha encantado el artículo, y lo comparto absolutamente. La mayoría de tus comentarios reflejan una realidad contundente y acentuada ahora por la situación de entorno empresarial. Situación ecnomómica real para muchas compañías, pero también interesada para otras que ven una nueva herramienta para aumentar el tapón, con foco solo en los resultados.

Un comentario sobre «…A medida que veo más y más empresas, tengo la sensación de que son una minoría las que actúan como contexto movilizador de las capacidades de las personas…». Es cierto, si, si, pero no son empresas en sí, sino que hoy existen un determinado ‘tipo de perfiles’ en la compañías que son vedaderos dinamizadores de los que les rodean: veáse http://en.wikipedia.org/wiki/The_Tipping_Point dónde se describe el perfil del ‘Maven’, por ejemplo.

Gracias,
Javi.

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alvizlo 25/02/2010 - 10:10

Julen, dices «lo peor no es que tengas gente desmotivada, lo peor es que no quieran irse de tu empresa.»

si no te los piden por contrato ni te los remuneran en la nómina, la motivación y la ilusión en el trabajo… como los juguetes de los niños en el cole que te los llevas en función de lo que te importe que se pierdan o se rompan… igual nunca se te pierden o igual vas a un cole donde hay niños que roban… a saber…

del mismo modo en que cualquier empleado es libre de largarse cuando quiera, cualquier empresa puede prescindir de «sus» gentes desmotivadas cuando quiera. me parece muy perverso el discurso del gestor víctima de malvados empleados desmotivados ¿por qué no los larga y busca otros?

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M@k, el Buscaimposibles 25/02/2010 - 10:49

Dejadme ser un poquito brutote: pensar que el trabajo (entendido como obligación) nos ayuda per se a realizarnos es como creerse la máxima «Arbeit macht frei» sobre cancela de hierro negro nazi.Y el trabajo es trabajo lo hagas bajo el paraguas nuclear de una empresa o a la «intemperie»… ¿Es que acaso una persona que no trabaje tiene menos dignidad per se que una que sí lo haga?Desmitifiquemos el mundo laboral,que cada uno asuma sus realidades,y el descontento disminuirá.»Conócete a ti mismo».

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ANAVITO 25/02/2010 - 11:54

Tu post me induce dos reflexiones, pero dos interrogantes. Siento no aportar, además hoy tengo el aura negativa y este comentario me sirve de terapia para lanzar mis dudas y asi medio liberarme de ellas.

La primera es si ese cuarto sector ,que a ti y a mi tambien nos rebolotea en el pensamiento estos días, no estará en ese grupo de empresas que no limitan. Las que se echan en falta por escasas.

La segunda pregunta es que nombre ponerles a aquellas empresas que habiendo iniciado procesos hacia la potenciación de su talento y no limitandolo, sufren un cambio de gerencia y se centran en buscar la eficiencia, en recortar costes y perseguir la inficiencia, donde no la hay. Se me ocurre EMPRESA TOXICA, por aquello de cargarse el medio ambiente y provocar el cambio climatico labor. Se me ocurren unas cuantas, que se excusan en las urgencias de la crisis y todos a tragar.

PD: He leido el post a primerita hora y hasta este momento no había podido escribir. Que relajo, me siento más animada. Prometo que otro día, que te dé el bajón, soy yo la que meto optimismo al blog.

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Alberto López 25/02/2010 - 13:09

Lo peor es el cainismo de los compañeros que estan amargados y no pueden entender que buscas algo mejor.

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Juanjo Brizuela 25/02/2010 - 14:30

Como decía la canción «…aaaaireee, aaaah… soy como el aiiireeeee…»…
queda mucho para que las empresas se den cuenta del valor de crear contexto diferentes, seguramente, para hacer le mismo trabajo… pero de otra manera y seguramente con otro resultado…

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Mikel Iridoi "himikel" 25/02/2010 - 16:31

Yo tb me siento pequeño 😉

La empresa no debería de limitara al trabajador, creo que debería de impulsarlo, esto es motivarlo entrenando sus habilidades en vez de explotando sus capacidades y recompensándolo por ello. Creo que las empresas tienen que ser creíbles para que la gente quiera comprometerse en serio con ellas, y lo mismo en sentido contario. Pero la empresa no debería de contar con el futuro del trabajador ni el trabajador con el de la empresa, que ambos tengan menos dependencia, y creo que mientras la empresa tradicional no esta por la labor, algunos artesanos sí empezamos a estarlo… 🙂

Salu2!

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alvizlo 25/02/2010 - 17:12

viendo como evolucionan los comentarios, no me puedo resistir a ponerle un poco de música al tema con este mítico vídeo:

http://www.youtube.com/watch?v=q8UKmFOZ4dA

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Metaziri 25/02/2010 - 18:38

Me resulta extremadamente curioso como hablamos de las empresas como entes con vida y personalidad propia. Las empresas son un conjunto de personas que hacen algo para otras personas, siempre personas, conjuntos diversos de seres humanos.
Cuando decimos que las empresas no permiten que se realicen los sueños de cada uno, ¿deberiamos decir que hay personas que no permiten realizar los sueños de otros? Cuando decimos que una empres es Tóxica ¿no son acaso las decisiones tóxicas que han sido tomadas por personas? Cuando decimos que la empresa no debería limitar al trabajador, ¿Serán personas, inperfectas (como todos) los que limitan a otras personas? ¿no?
Pero estas son palabras muy gordas, ¿quien y donde consigue sus sueños? ¿algo tan personal y subjetivo es planteable en una empresa? Es curioso que planteemos externalizar en modo outsourcing, la libertad, los sueños, la independencia, etc. ¿Es la empresa(las personas) la que lo tiene que garantizar, cuando por cuenta propia no somos capaces, ni un poquito? Me suena a …..que me den un piso oiga!!!

¿No os habeis planteado nunca que quizá queremos interpretar una realidad (subjetiva) extremadamente compleja y caotica, con billones y billones de variables, que al final le ponemos nombres como familia, empresa, sociedad, etc. buscando una respuesta o ley universal que no existe?

Creo que «casi» todos queremos hacer las cosas lo mejor posible, los de dentro y los de fuera, los de arriva y los de abajo, cuando decimos que una empresa nos limita, estamos hablando de personas que nos limitan, pero a su vez esas personas que limitan tambien «sufren» limtaciones. Y creo que cualquiera que tiene su propio negocio, sabe de lo que hablo. Cuando estas en una empresa te limitan (los de arriva), cuando estas por cuenta propia, tambien te limitan (los clientes, colaboradores), cuando tienes una empresa, tambien te limitan (los socios, los de abajo, los de al lado, los clientes, los bancos, el gobierno, los sindicatos, etc.).

Evidentemente que las empresas limitan, y siempre lo harán, como construcción humana que es, pero entiendo que es algo intrinseco al genero humano, sea en una empresa o fuera de ella. Acabaremos agobiados y deprimidos por no ser capaces de respirar debajo del agua, !maldfita limitación¡

Aio

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alvizlo 25/02/2010 - 19:27

Metaziri: creo que la empresa es algo más que el conjunto de sus partes, es más, tiene personalidad, jurídica, propia… un juego lleno de límites este de personas físicas y jurídicas cuyas interacciones están condicionadas por relaciones contractuales y flujos monetarios.

En cuanto a la propuesta de empresas tóxicas, es de lo más acertado y de uso común en según que sectores profesionales, creo que un síntoma de diagnóstico es la incidencia del absentismo laboral.

Por otro lado, resulta curioso comprobar que las empresas que contaminan su entorno también suelen tener altos niveles de toxicidad en el ambiente interior… debe ser que la falta de respeto a las reglas del juego no entiende de límites…

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Carlos Gallego 25/02/2010 - 19:43

¿Y cómo te vas a ir?, muchos entre los que me incluyo tenemos un contrato indefinido, el irte a no ser que tengas otras opción asegurada significa irte sin paro, etc. Para muchos la crísis a resultado ser una liberación, bien porque has sido indemnizados y les queda paro, y aprovechan para desarrollarse profesionalmente o para emprender nuevos proyecto. Pero si es cierto que en algunas empresas el que un trabajador se desarrolle demasiado en una empresa es incluso malo. Pero la realidad es así.

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Metaziri 25/02/2010 - 20:59

Kaixo Alvizio, agradezco las matizaciones, es verdad, es algo más que la suma de sus partes, pero al final todo se basa en decisiones, y las decisiones las tomas los seres humanos, cada acto, microacción, proyecto, etc. están basadas en decisiones super pensadas, decisiones al azar, decisiones tomadas contra nuestra voluntad, decisiones tomadas en base a nuestro estado de ánimo, decisiones tomadas de forma impulsiva, millones de combinaciones. Incluso aquellas decisiones automatizadas, decisiones algoritmicas, decisiones heuristicas y predictivas, etc. que parecen que no intervienen personas, han sido desarrolladas por personas para optimizar tiempos y procesos, detras de todo, escarbes donde escaves, habra sienpre alguna persona, algun interes…de alguna persona.
Las decisiones, muchas veces no dan el resultado previsto porque hasta que sucede, no podemos determinar cual sería el resultado. Pero despues de conocer dicho resultado, y despues de visto todo el mundo es listo, (tambien llamado falacia narrativa, recomiendo que le echeis un vistazo al cisne negro de Nassim Taleb), empezamos con el juego de las limitaciones, …me limitan, tengo mala suerte, es que yo valgo mucho pero no me dejan, si esto lo haría yo le daba la vuelta en dos tardes, yo soy creativo pero no me dejan, etc. Lo de siempre, la varita mágica famosa que cosas de la vida, no existe. Y de hay pasamos al ensablaje, etiquetado y estandarización de mapas mentales y prejuicios y con un poquito más, llegamos a la guerra de baja intensidad, los de «arriva» son unos cabrones, los de «abajo» se tocan los huevos y todo les da igual, aqui se hace lo que yo diga, no os pago por pensar, me cojo la baja y que le den por…, a mi me importa un pito la empresa mientras me paguen…………

Quizá sea hora de no estar cagandonos en la p.m de la dichosa limitación, si no de aceptarla y abrazarla, y darnos cuenta que los que supuestamente nos limitan son seres limitados y con limitaciones, que quizá las limitaciones no sean siempre la consecuencia de un plan superinteligentemente trazado por las ordas empresariales, si no limitaciones del azar y los resultados de billones de convinaciones posibles, que en el fondo nunca sabes si te van a favorecer algún día.

Aceptar que somos seres limitados y limitantes es aceptar que nuestras creaciones son limitadas y limitantes.

Y para terminar un cuento chino que viene al cuento:

Había un chino que tenía un hijo y un caballo.
Un día el caballo se le escapó del corral y se fue en busca de su libertad a las colinas. Esa noche vinieron sus vecinos y le dijeron:
Se ha ido tu caballo? Que mala suerte.
El anciano chino contestó: Por qué? Cómo saben ustedes que eso es mala suerte?
Y por cierto, a la noche siguiente, el caballo volvió al corral en busca de su acostumbrado pasto y de agua, trayendo doce sementales salvajes. El hijo del granjero vio a los trece caballos, se deslizó fuera del corral y cerró la puerta. De repente tenía trece caballos en lugar de no tener ninguno.
Los vecinos se enteraron de la buena noticia y vinieron a charlar con el granjero:
Mira, ahora tienes trece caballos. Que buena suerte. Le dijeron.
Y el anciano chino les contestó:
Cómo saben ustedes que eso es buena suerte?
Unos días más tarde, su joven hijo estaba interesado en domar a uno de esos sementales salvajes, el cual lo tiró al suelo y se rompió una pierna. Los vecinos se enteraron del accidente y esa noche fueron a visitarlo y emitieron otro juicio bien intencionado:
Tu hijo se ha roto una pierna? Que mala suerte.
Cómo saben ustedes que es mala suerte?
Unos días después, pasó por el sector un jefe militar chino y reclutó a todos los jóvenes en buen estado de salud, llevándoselos con él a la guerra, muchos de ellos para no regresar jamás, pero el joven se libró de ir por tener la pierna rota.

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Mikel Iridoi "himikel" 25/02/2010 - 23:50

Veo que el tema sigue vivo 😉 para enfocarlo me gustaría cambiar un poco de ángulo:

Como cuenta Inés Temple una ejecutiva Peruana a través de un video en su blog, ella nos propone: sin darnos cuenta todos ya somos empresarios, desde esa óptica, todos los empleados ofrecemos nuestros servicios profesionales a nuestro cliente empresa, y nuestros compañeros de trabajo son nuestros colaboradores. Entonces yo planteo…, ¿ese cliente, esos colaboradores y ese contexto de trabajo, ¿van a permitir desarrollarnos de la mejor manera posible nuestra carrera profesional? o quizás sería mejor que pudiésemos elegir nosotros mismos, el contexto, nuestros colaboradores e incluso nuestros clientes… ¿?

Os dejo esta reflexión, a ver que os parece… 😉
Salu2!

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Alicia Pomares 26/02/2010 - 00:56

Totalmente de acuerdo, solo te dejo una entrada a un post que escribí hace días con las mismas reflexiones: Atrapados en una celda de oro
http://www.serendipia.eu/

Saludos

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alvizlo 26/02/2010 - 15:59

Estimado Metaziri, gracias por tus reflexiones.

Creo que todos viviríamos felices abrazados a la limitación, siempre que la limitación no nos haga la vida imposible y respete las reglas del juego.

Desde mi punto de visita, el problema viene cuando la persona jurídica toma decisiones que machacan a las personas físicas, fuera de las normas establecidas entre personas y con criterios puramente monetarios.

Bonito cuento, supongo que el general que volviese victorioso y el político que mantuviese su estatus tendrán otra literatura con la que animar a sus iguales.

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Marcial Quintanar 04/03/2010 - 04:29

Prefiero llamarlas como Alejandro Melamed titula su libro «Empresas Depredadoras». A mi parecer es la herencia del modelo industrial de hacer empresa en la que las personas son un factor de la producción y deben estar al servicio (absoluto) de la organización. Las organizaciones están organizadas y son dirigidas conforme a un diseño obsoleto. Si queremos que respondan a las necesidades, aspiraciones (sueños) de las personas, tenemos que alterar ese diseño, a veces inconsciente, de nuestras organizaciones.
No me parece justo que millones y millones de personas, entre ellos nuestros hijos entren a trabajar todos los días, en organizaciones que lejos de potenciar sus capacidades y sacar lo mejor de sí mismas en el trabajo, por el contrario limitan su potencial y su desarrollo.
De esta manera no solo están anulando la innovación y el desarrollo de la propia organización sino que arruinan el crecimiento de las personas en nuestros países.
No más empresas y organizaciones depredadoras. Necesitamos poner a trabajar nuestro talento y ayudar a los dirigentes a ver la enorme riqueza (económica, moral, intelectual, social) que esta alcance en la medida que elevemos las organizaciones a la altura de las personas.

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