12 ideas sobre participación

by Julen

Llevo un par de días dándole vueltas al asunto de por qué se participa en algún sitio en Internet. David, por ejemplo, le ha dado muchas vueltas analizando cómo han funcionado las comunidades de Lego en torno a su robot Mindstorms. De algunas conclusiones que él ha sacado y otras que he ido recopilando, comparto aquí este corolario. ¿Qué provoca participación?

  1. Una primera cuestión tiene que ver con el momento en que se participa: es más poderosa la participación en el origen, desde los momentos iniciales. Requerir participación sobre chiringuitos ya montados presenta limitaciones. Claro que hay temas y temas, y eso quiere decir que no todo es «participable» desde su origen. Pero ante la duda, mejor ir hacia atrás en el tiempo.
  2. Otro asunto son las «herramientas» para participar. Es importante articular grados de participación y en diferentes formatos. Ahí enfrente las personas son diferentes entre sí. Esa heterogeneidad no puedes limitarla a una o dos vías de participación. Dejas fuera demasiadas prácticas. Hay que montar un sistema inteligente de participación, que muestre fórmulas nuevas a medida que se van produciendo.
  3. Hace falta dotar al sistema de una permanente retroinformación sobre el «estado de la cuestión». Sea mediante una barra de progreso, con hitos preestablecidos, a través de un contacto vía correo electrónico o mediante otros medios más ingeniosos e impactantes. Quien participa debe saber qué puñetas está pasando con su contribución.
  4. Hay que gestionar la interacción entre quienes participan. Cuando participas es probable que haya otras personas cercanas a tu preocupación. ¿Cómo conseguir que interactúen en la participación? De entrada el sistema debe «proponerte» amistades sobre la base de participaciones previas, ¿no?
  5. Un espacio de participación debe ser humilde desde quien lo concibe. Cuanto más oropel y grandilocuencia en quien lo presenta, más provoca el desánimo. Lo institucional y las grandes palabras vacían la bolsa de la participación. Las personas entran mejor en lugares donde ven a sus «iguales» y no a «superiores».
  6. El lenguaje de la participación requiere verbos, las cosas claras y evitar rodeos. Los formalismos son para otros lugares. En la cancha de la argumentación formalizar respuestas elimina vida e introduce la percepción de que es «más de lo mismo».
  7. Allá donde se quiere dar relevancia a la participación debe primar el contenido de quienes participan y no de quienes organizan el sitio. No tiene sentido inundar con contenido de la parte que requiere participación. Eso es materia que debe segregarse del espacio de participación para no ensuciar las contribuciones.
  8. Un espacio de participación no puede concebirse en forma centralizada. La participación es algo que ya está pasando, pero no allí donde «la organización» quisiera que pasara. Así que hace falta una labor callada y de seducción para que esos lugares donde a gente conversa estén presentes de alguna forma. Parece que tiene más sentido visualizar una participación distribuida que no allá donde uno quiere que suceda. La abundancia de participación a través de una escasez de plataforma sólo muestra el error de la centralización.
  9. Hay que construir la participación con una actividad destacada de los nodos que ya consiguen concitar densas mallas de relaciones a su alrededor. Esos nodos ya están consiguiendo lo que el espacio de participación ortodoxo quiere lograr. Acercarse con humildad a esos nodos y pedir su contribución para sumar fuerzas es fundamental. Y sí, a veces, son nodos incómodos.
  10. Las personas necesitan reconocimientos emocionales y los necesitan de distinta forma. Hay quien funciona mejor con incentivos, hay quien busca complicidad y sentido de comunión en el viaje; puede utilizarse zanahoria o palmada en la espalda. La dosis adecuada es diferente para cada persona y no todos los reconocimientos son útiles para todas las personas. Pero hay que adentrarse en este campo.
  11. La famosa «delicious lesson» sigue presente aquí también: ¿qué gano yo cuando participo?, ¿en qué me beneficio? La contribución altruista debe contar, pero también la contribución egoísta necesita comprender que tiene sentido participar en el conjunto.
  12. El sistema completo requiere retroalimentación global. Cuando llegas a un sitio conviene ver números que te digan que allí está pasando algo. ¿Cuántas contribuciones?, ¿cuántos comentarios?, ¿cuántas líneas abiertas?, ¿cuántos temas resueltos? Dime que algo está pasando, por favor.

Pues eso, por si sirve para algo. Y no miro a nadie 😉

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10 comentarios

Alorza 02/02/2010 - 08:01

Excelente el dodecálogo: directo al del.icio.us

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alberto bokos 02/02/2010 - 11:37

Absolutamente de acuerdo en general. Pero con matices te comento.
Con respecto al punto 5: “Un espacio de participación debe ser humilde desde quien lo concibe. Cuanto más oropel y grandilocuencia en quien lo presenta, más provoca el desánimo. “. Aunque creo que comparto la línea básica de la explicación, percibo un latido (¿mío?, ¿del texto?) que es reactivo frente a una cierta dimensión de las cosas, y nos coloca en una senda de “humidad”, que no sé yo de qué fuentes económico-religiosas bebe. Entiendo que la “humildad” también es una postura, una forma de presentarse, por lo tanto una representación, un escaparate más. ¿Esta forma te hace más accesible? ¿Más igual? Esto mismo piensan los publicistas de las campañas electorales que nos presentan a los candidatos en su dimensión “humana”, “familiar…”. ¿Cómo valoras en este sentido el funcionamiento de las comunidades desarrolladas por las marcas? Creo que lo fundamental pasa por utilizar los medios adecuados en relación a las necesidades de las comunidades (o sea garantizando aspectos como la protección de datos, el respeto, diferenciar un fin comercial de uno que no lo es…) procurando ser lo más coherente y transparente, y no vender lo que no hay. Por otro lado no olvidemos la compleja e “inmensa” arquitectura tecnológica (oculta) que soporta cualquier red social, con interfaces “sencillas” de usar.
Y en referencia al punto 6, “El lenguaje de la participación requiere verbos, las cosas claras y evitar rodeos. Los formalismos son para otros lugares.”. Me sucede una cosa, entiendo que quien escribe casi espontáneamente argumente así, suerte que podéis. Ahora bien quienes todavía seguimos jugando a pelota “al segundo bote” nos cuesta un poco más. Pero lo que me parece más “sospechoso” es la abjuración de “la forma”, que además “elimina la vida”. Vuelvo al punto anterior. El estilo “libre-natural” está muy bien, pero es un estilo. Las formas están en todo. No sería tan taxativo en cuanto al estilo verbal (”verbos”, “cosas claras”). De hecho esa forma que propones me deja fuera. Me recuerda a quienes cuando piden datos están reclamando números, y penaliza otras alternativas.
Estimado, sin más. Ya sabes que me encanta llevarte la contraria. Alberto.

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Julen 02/02/2010 - 12:42

@alberto bokos, encantado de que me lleves la contraria. Eso nos ayuda a todas las partes a hilar argumentos y relativizar puntos de vista. Allá vamos.

En general creo que un problema para participar en algo es la percepción de asimetría. Lo he escrito un buen número de veces en este blog (sí, me repito mucho, demasiado quizá). Si llego a un sitio y «me deslumbra» puede que no me sienta capaz de aportar. Si lo que veo es un contenido de relumbrón, bien por el mensaje o por el mensajero, puede levantarse una barrera. También puede que no suceda, porque aquí cada cual es diferente. Pero yo creo que se incrementa la posibilidad de que no participe.
Cuando los publicistas nos muestran el «lado humano» de, por ejemplo, un político puessss lo siento, pero buena parte de la gente interpretamos que «forma parte del show». Queda hueco. Otra cosa es que me digas respecto a quienes adoptan el rol populista 24/24. Eso es otro especimen digno de análisis sociológico profundo.

Respecto a las cosas claras y la acción, fíjate cómo se expresan en el buzón de sugerencias del Ayto de Vitoria-Gasteiz, un sitio que parece que está funcionando. Mira cómo habla la gente y cómo responde la Administración. Parecen en las antípodas de la expresión. La elaboración del mensaje siempre ha funcionado en la comunicación. De eso ha vivido -y sigue viviendo- en buena parte. Pero ahora hay matices que cambian las reglas: cada vez se puede descubrir mejor lo que hay debajo de la cosmética del mensaje. Cuanto más lo edulcoras, más te alejas.

Y, claro, todo es opinable. Tu turno 😉

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alberto bokos 02/02/2010 - 14:09

Julen,
gracias por dar pie a continuar la conversación. el ejemplo que pones del Ayuntamiento de Vitoria es aparentemente excelente, No conozco el funcionamiento actual del Ayuntamiento, pero esta web da una buenísima imagen. ¡Chapeau! Si quisiera ser malo, podría decir: ¡cómo packaging no tiene precio! Incluso puede que el producto/servicio sea de lo mejor, ¡ojalá! Pero tienes razón dan ganas de probar, te lo hace apetecible (por lo menos a mí).
Ambos estamos de acuerdo en que para ser accesible hay que eliminar barreras, permitir el tránsito. Y la cercanía ayuda en esto, siempre que no sea excesiva, a veces nos sentimos intimidados por su exceso. Y no sé si la cercanía se construye frente a la asimetría, o con ella, encontrándose con los diversos, y que cada cual se exprese como sepa/quiera/pueda.
Pero este asunto de la proximidad, como bien sabes ya lo han captado también los publicistas y los expertos en comunicación. Te recuerdo un gesto, el momento en que desapareció la corbata de los presentadores del telediario. A través de estos gestos nos retratamos, emitimos mensajes. O sea se trata de acciones construidas. Quiero mostrarme así o asá.
Mi leve matiz con respecto a tu mensaje es que tu diferencias entre el contenido (las cosas) y la forma. Atribuyendo a la comunicación, a su tratamiento, una función cosmética, un atributo embellecedor/dulcificador. Como si los contenidos (los verbos, las acciones) partieran de forma natural y su expresión no fuera un proceso en el que se han introducido ya muchas variables/opciones. Introduzco una más, para mí relevante, la posición estética, desde la perspectica de su función. La comunicación debe funcionar, y en cada contexto deberá encontrar la forma que le sea más adecuada (eficiente). ¿Podemos expresar todo en formato twitter? De hecho una de las mayores dificutades a las que me enfrento es la condensación de los mensajes, expresar las ideas en muy pocas palabras, y sin llevar a equívocos. (I’m sorry, no es una tarea que me haya planteado en este caso, como puedes apreciar.).
Dicho lo cual, no participo de la idea de que la comunicación consiste en «poner maquillaje» a las cosas. A veces simplemente es contar, pero contarlo bien, que se entienda (profundamente. de verdad), que permita expresarse y generar relaciones, buenas relaciones. Me apunto al «los mercados son conversaciones». Y la palabra «expresarse» unida a «formas» da «formas de expresión», y aquí se abre un territorio muy estimulante y diverso.

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Mikel Iridoi "himikel" 02/02/2010 - 20:58

Otro fenomenal post que quiero comentar 😉

Julen, hace casi dos años que asistí a tus presentaciones de Open Innovation (en Vitoria-Gasteiz y Donostia), y he utilizado el ejemplo de Lego en muchas ocasiones para explicar a la gente el cambio que supone la innovación abierta: pasar del equipo de ingenieros a una comunidad de colaboradores 😉

Quizás necesite más concoimiento/experiencia…, pero algo me dice que los puntos 9 y 11 deben de fundamentarse en valores que son compartidos por dichos participantes, y los puntos 8 y 12 son claves para marcar una velocidad que tenga un crecimiento sostenible (capaz de integrar, escalar, etc.)

Por último, me ha gustado tanto el dodecálogo este que se me ha ocurrido hacer un juego de palabras, utilizando las preposiciones (que de niño me empollé de cabeza, y de paso les doy una utilidad ;), sintetizando los doce puntos en orden:

para cocrear entre diferentes desde escucha bajo interacción ante humildad con acción tras participantes hacia distribuido sobre relaciones por emociones cabe altruista+egoista hasta global

Ha sido divertido ;), gracias por compartir Julen 🙂

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Iván 03/02/2010 - 07:16

muy bueno el post Julen,por cierto,voy recolectando colaboradores anónimos para Trendtrotters,como diría mi madre,lo mejor de cada casa jajjaa
creo que caemos simpáticos,les he dicho que todavía no se pueden mandar CV ,pero que todo se andará 🙂

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Julen 12/02/2010 - 09:01

@alberto, a lo mejor es que la comunicación está demasiado mediatizada por la obligación de «conseguir resultados». Ese fin y no tanto el de comunicar en sí obliga a sobrevalorar la consecuencia y no la transmisión del mensaje. Tarde, pero llego de nuevo a la conversación 😉

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Luis Jones 13/02/2010 - 14:52

Estupefacto, que grandes verdades, que bien explicado. Cuantas veces me he visto reflejado en lo bueno y en lo malo. He grabado cada paso en mi interior y espero aplicarlo tal y como lo expresas.
Un saludo y gracias.

Luis

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Participación, difícil pero posible « Liburutegiak Topaleku 13/10/2010 - 11:52

[…] Bueno en nuestro equipo le hemos dado vueltas también a este asunto. En general, tienes que hacer ver a tus lectores que su opinión es importante, de hecho, el […]

Responder
Desintermediar para la nueva economía | Consultoría artesana en red 02/07/2012 - 05:06

[…] La intermediación que han desarrollado no parece haber conseguido una ciudadanía fiel. Hoy la gente necesita participar desde el origen en la construcción de cualquier tipo de intermediación y, además, necesita luz y […]

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