Vacío

by Julen

En el centro no hay nada. La forma de embudo termina en un lugar donde en vez de salida, sólo hay vacío. Resulta extraño cuando todo parecía indicar lo contrario. Pero allá, al final, no hay nada. Por encima se ha acabado el aire y sólo queda la tranquila angustia de saber que el camino no conduce a ningún lado.

Sus formas geométricas son duras y dejan a las claras cuál era la funcionalidad esperada. Trazos directos, sin ambages, en busca de un resultado. Una línea recta como camino más corto que une dos puntos. Es como tiene que ser. Nadie puede cuestionar que no sea lo que se esperaba.

Pero al final la esperanza queda escondida en mitad de la sorpresa. No hay salida. No hay salida. La caída termina en un golpe contra el fondo metálico. No hay lugar  por donde continuar. No hay aire. Y junto a la sorpresa, el silencio abrumador de algo que se acaba. Al otro lado hay luz. Pero desde el lugar de quien observa, sólo un sinsentido.

Aunque la fe mueve montañas, el centro permanece quieto. Es una forma de demostrar la sinrazón del poder. Es manifestación pura de soberbia. Eliminar lo previsible para que la huida sólo pueda acontecer a través de la imaginación. Es lo único que aquel embudo no era capaz de cercenar. La imaginación de un ser humano desesperado.

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La foto en Flickr es de González-Alba.

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1 comentario

gallas 25/01/2010 - 11:00

Coincides en tema con Anna. ¿Lo sabíais? http://blog.polimorfic.net/?p=1351

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