Cooperativas opacas 2.0, paradoja servida

by Julen

Ayer estuve compartiendo una jornada sobre comunicación interna en las cooperativas. Es un curso que he impartido por tercera vez para Erkide, la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza y Crédito de Euskadi. A él acuden directivos y personal técnico de diversas áreas de la empresa y también miembros de órganos colegiados de algunas cooperativas. Ayer estuvieron unas 20 personas. Algunas reflexiones tras la sesión:

  • La mayor parte de las cooperativas viven al margen de Internet y la web social. Generalizar es peligroso, pero por alguna extraña razón, tal como pasa también en MONDRAGON, las cooperativas no han avanzado lo que sería de suponer cuando hablamos no ya de usar herramientas de la web social, sino de los valores que las acompañan. Siento tener que insistir en ello.
  • Las cooperativas, según la ventana de Johari, siguen guardando buena parte de sus contenidos en la habitación número 4. Allí se cuece el caldo que alimenta la vida cooperativa. Por supuesto que si se trata de asuntos delicados o de problemas, se asume el estándar de que abrir un problema no tiene sentido. Eso lo resuelves de puertas para dentro. Las miserias se agolpan en la habitación número 3 y la policía vigila para que nadie que no sea socio acceda allí.
  • Internet da miedo. Internet es una amenaza. Para la gran mayoría de personas con responsabilidad en empresas cooperativas industriales de tamaño medio, Internet no hace sino joder el panorama. Ni lo entiendo, ni me interesa, ni sé qué hacer. Me pone la cabeza como un bombo y no me ayuda en la gestión. Así que, si puedes, déjame en paz. Conclusión: no quiero saber que no sé.
  • Si una cooperativa tiene problemas -no sé  por qué extraña razón- parece que no hay que intervenir en el caso de que el problema se airee, de que pase a la habitación número 1. Es decir, que esa información que se mueve fuera de los límites de la cooperativa no parece digna de ser atendida cuando es problemática. Todo el mundo sabe que las cooperativas son objeto de conversación, para bien y para mal, pero parece que intervenir ahí no aporta valor.
  • Muchas cooperativas viven en la paradoja de decir de sí mismas que son transparentes de puertas para dentro y comportarse de forma más bien opaca hacia fuera. Las jornadas de «puertas abiertas» son la excepción que confirma la regla: por defecto somos cooperativas cerradas y un día excepcional las abrimos.
  • No estamos, ni de lejos, preparados como personas para tratar con la transparencia. No en gran parte de las empresas cooperativas. Aunque su vinculación con el entorno geográfico inmediato es fuerte, la forma en que se desarrolla la actividad empresarial requiere esconder miserias («como todo el mundo lo hace», tal como se dijo en la sesión). La potencia de la conexión con el lugar donde actúas y con el que tienes compromiso no provoca trabajar con transparencia ante él.
  • La forma en que movemos información y comunicamos dentro de las cooperativas vive atada a sus órganos colegiados. Asamblea general, consejo rector, consejo social, consejo de dirección y consejo de vigilancia son fórmulas garantes que están desbordadas por los acontecimientos. El mundo se mueve a una velocidad que esos órganos no son capaces de seguir. Saben que el mundo cambia, pero no están acertando con la forma en que sintonizar con él.
  • Los modelos de información/comunicación dentro de muchas cooperativas no están asumiendo que la información es una commodity, que ya está, que «no puede no estar». No miran a cualificar al socio para que se maneje con esa información «que ya está» sino que siguen produciendo elaboraciones empaquetadas que se distribuyen como productos cerrados. No hay cultura de acceder a los datos, sino al producto terminado. El código fuente de la cooperativa no parece interesar.

Me parece fundamental hurgar en el modelo cooperativo, tal como lo está planteando, por ejemplo, la gente de las Indias Electrónicas. Creo en la democracia empresarial y en modelos de gobernanza dignos para las personas que construyen cooperativas. Sigo creyendo que es un modelo útil y con el que merece la pena trabajar. Pero también digo que cuando entras en sus cocinas, hay veces que se te cae el alma a los pies. Lo siento, puede ser que esté en fase valle de mi ciclotimia cooperativa. Los acontecimientos estos últimos días se han puesto en mi contra.

¿Cómo tratar con las cuatro habitaciones de la cooperativa ante la sociedad que la rodea?

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3 comentarios

QQ 16/12/2009 - 13:44

Me ha encantado este post. Supongo que las coops de las que hablas no son las mismas con las que yo trato en el sector agro del sureste de España, pero percibo que son muy parecidas.

Comento los puntos uno a uno.

1)Esto tiene que ver con el arraigo a un modelo que ha funcionado durante muchos años, pero que está caduco. Este modelo económico está dirigido a menudo por personas sin formación, donde algo tan básico como la evaluación del desempeño o medición de la productividad no existe. Sencillamente no son empresarios, sino mercaderes. Conozco coops con facturaciones de muchos millones de euros que no pueden disponer de datos digitales de entrada salida de sus trabajadores.

Sucede parecido con la internacionalización. Es curioso ver como coops que exportan millones y millones de euros no tienen gente en el extranjero ni comerciales que DOMINEN el inglés. Es un mundo que tira a endógeno.

2)El área subconsciente de las coops es muy grande sencillamente porque no han profundizado en el llamado “conócete a ti mismo”. En mi opinión es un espejo de los dirigentes.

3)El mundo de las coops es un mundo muy viral. Todo el mundo se centra en “que dirán de mi” y el peso de los comentarios y rumores es excesivamente grande. Internet da miedo porque en Internet existe cierta transparencia y lo que uno escriba lo dirán todos. Recuerdo que hasta 3 veces, haciendo una visita en una alhóndiga, me dijeron, “no vayas a poner nada de esto en tu blog!!” Te aseguro que no había nada de que temer.
Por otra parte veo aplicaciones de “quien se ha llevado mi queso” a estos casos de las coops.

4)En demasiadas ocasiones los problemas no se gestionan hasta que alcanzan un umbral que condiciona algo tan grave como por ejemplo la supervivencia de la empresa. Es como ir al médico (gestionar el problema) sólo cuando estoy tan cojo que no puedo caminar y por tanto no ir al trabajo. Pero caminaré cojeando lo que haga falta.

5)Vaya, tengo reminiscencias políticas. El verbo ser y parecer. El día de puertas abiertas se prepara tanto que no tiene nada que ver con el las puertas cerradas. ¿Qué es lo que les lleva a tener tanto miedo? si lo analizaran se darían cuenta que no hay tanto que tapar, y mucho para enseñar que tendrá efectos indirectos positivos.

6)En mi opinión sería mas fácil ser transparente si estuvieran a la vista de todos los objetivos y metas de la empresa. Y cuando digo a la vista me refiero a poner un cartel, a ponerlo POR ESCRITO.

7)¿Que formación tienen las personas que componen estos órganos? ¿Están dispuestos o tienen voluntad de cambiar?

8)Que bueno no había pensado esto. Lo que si se es que la información en las coops o gestión documental aún va mas bien en plan te llamo y te lo cuento. Da miedo dejar las cosas por escrito, porque eso significa compromiso.

Julen, como ya le comenté un día a Amalio, es un mundo de cavernas y dragones. Es duro.

Han pasado los años disfrutando de bonanzas económicas para ahora enfrentarse con un modelo caduco ya que otros pueden hacer lo mismo mucho mas barato. El valor añadido no se hace de un día para otro y creo que es importante seleccionar a los mas preparados y dispuestos para trabajar con ellos y no intentar enderezar un arbol de 20 años que se despreocupó de su crecimiento porque la mitad va a desaparecer tal y como hicieron los dinosaurios.

Creo que una innovación de estas coops pasa por incluir mecanismos usados en modelos de economía social. Un saludo.

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Yuri 16/12/2009 - 14:27

Hola Julen

Comparto contigo – como es lógico – a 100% (además, este post me viene fantásticamente para tener las ideas bien recogidas).

Y por supuesto como tú «Sigo creyendo que es un modelo útil y con el que merece la pena trabajar». Y dado que es así… ¿Qué hacer? Ahí estamos gente como tú y como yo… «intentando con una persistencia inagotable, probando ir por aquí, probando por ahí,…”… eso ¡pura artesanía!

Sobre la pregunta… ¿Cómo tratar con las cuatro habitaciones de la cooperativa ante la sociedad que la rodea? … Tratar de que las paredes sean transparentes es ilusorio (incluso puede ser lioso)… ¿Que tal si ponemos un techo alto de espejo para que sea posible ver entre partes? 🙂 Por supuesto, alguno puede que opte poner un techo opaco entre medio… pero sería una acción tan visible de «yo no quiero ser trasparente», y eso no está nada bien vista en nuestro entorno.

¿Quien decide poner ese techo de espejo?
Opción 1.- a voluntad de cada uno, haciéndose visible, dando ejemplo… pero eso puede ser valiente, ejemplar… pero puede quedarse único.
Opción 2.- cambiando el proceso de comunicación, desde la misma normativa. Pero claro, si los que tienen informaciones deciden mantener en opaco, porque “piensan realmente que deben de ser así”…. Ufffff…. cómo se complica el tema.

Así que, «Gestiona bien tu valle, porque sabes muy bien, que está conectado a una cima» -Cimas y Valles – 🙂 ¡ANIMO!

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Julen 23/12/2009 - 07:57

@QQ, gracias por tu reflexión tan completa. Seguro que hay puntos de coincidencia, aunque también creo que la figura cooperativa admite muchas interpretaciones y que al final están llenas de matices. Eso sí, la «bonanza económica» que citas creo que ha perdido a muchas de ellas en el mar de la abundancia.

@Yuri, puede ser una idea interesante que no se me había ocurrido lo de techos altos… pero me da que el problema es llevar algunas cosas más (no todo, pero sí algo más) a la habitación número 1.

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