Ayer comencé con un grupo de empresas un nuevo programa de 5S a través de Euskalit (una de esas pocas instituciones con blog, por cierto). Es de las cosas con las que más disfruto. En parte porque me devuelve al mundo físico, al taller, a la taladrina, al flujo de materiales y las fugas de aceite. La metodología de 5S es bien simple. Tal como la manejamos en Euskalit:
- 1S: Suprimir innecesarios
- 2S: Situar necesarios
- 3S: Suprimir suciedad
- 4S: Señalizar anomalías
- 5S: Seguir mejorando
La segunda S trata del orden, de la clasificación de los elementos alrededor de nuestro puesto de trabajo. Tiene que ver, por tanto, con optimizar la forma en que disponemos herramientas pero también la materia con que trabajamos o la que producimos. Hace mucho que le leí a Howard Rheingold recoger aquella cita de que en nuestra actividad profesional somos «ovejas que cagamos hierba». O sea: comemos información y también la defecamos. Información.
Pero cuando hablamos de «ordenar» elementos físicos no cabe sino reconocer que vivimos atados al mundo de los átomos. Por contra, la información fluye cada vez más en bits. ¿Tiene sentido hablar de un «orden» para la información? ¿Asumimos que la etiquetación social ha arrasado con las taxonomías? ¿Conviven ambos modelos mentales?
Una tentación es dejar que sea la capacidad de procesamiento de la máquina la que triture información y me la devuelva mediante una interfaz de búsqueda: gran hermano Google hace el trabajo para mí. Por ejemplo, Google Desktop se traga toda la basura de una unidad de disco y devuelve lo que hay allí metido. ¿Cómo ordeno o clasifico? Puessssss… esto… quizá hasta es irrelevante.
Pero, al mismo tiempo, «ordenar» provoca en muchas personas un sentimiento de tranquilidad, de control. Un horizonte abierto y no repleto de elementos innecesarios transmite paz. Una mesa o cualquier espacio de trabajo lleno de cachibaches de todas las formas y colores transmite ¿descontrol? ¿Del caos físico emerge un orden? ¿Hay que pelear contra la entropía negativa y disponer sistemas que combatan la natural tendencia a que las cosas estén hechas un lío?
Es curiosa esta paradoja moderna: del caos emerge orden (etiquetación social). Esto quiere decir que ¿necesitamos orden?
Por cierto, si quieres ver los videos de Euskalit sobre 5S, los dejé en su día accesibles desde esta entrada.
8 comentarios
Muy buen comentario, yo diría sistémico y reflexivo; lo que comentas es el fondo de lo que trae la metodología, actúa en nuestro estado de ánimo y en nuestra forma de ver las cosas, por eso es tan exitoso cuando se lleva bien.
Saludos
Efectivamente el orden contemplado en un contexto mucho más amplio que el de los objetos físicos genera paz.
La paz de un convento con un Dios cierto en el que creer, los objetos imprescindibles, las rutinas, los horarios y las actividades conocidas. Un camino indubitado hacia el Cielo.
Demasiado orden….. ¿limita la creatividad y la innovación?
… Para ser eficaces y efectivos el orden me parece una condición necesaria.
Otro tema es que a la velocidad a la que cambia el mundo, es necesario que el «orden» tenga que ser algo dinámico y en continua transformación.
Y otro tema es que el «orden» tenga un efecto colateral bastante negativo, y es que como dice Angel indudablemente acaba limitando la creatividad. Pero quizás podamos reservar dentro del «orden» un espacio para el «caos».
… yo tengo ya un empacho de 5s (aquí no lo detallo, pero podrás intuir la razón).
Pero me ha gustado: «Es curiosa esta paradoja moderna: del caos emerge orden (etiquetación social). Esto quiere decir que ¿necesitamos orden?»
Yo respondería a esta pregunta con un «sí». Pero estoy con Angel Vida, que un excesivo orden podría ser limitativo (no solo en materia de innovación-creatividad, sino de la ampliación de redes o nuevas formas de relacionar).
Me gusta la idea de…. «¡Qué caos! los voy a ordenar» pero a diferencia de 5s en taller, en materia de ideas, organizaciones, redes… no me gusta la quinta S.
Es decir «shtuke-creación de hábito- mantener ordenado». Ese supuesto esfuerzo en mantener un orden ‘definido’ es lo que puede ser limitativo.
De modo que 5S en taller sería aplicable para 2.0 los cuatros S pero no la 5ª.
¿No crees?
@Jose, supongo que el «estado de ánimo» influye, no cabe duda.
@Angel, el exceso hace perder perspectiva desde luego.
@Telemaco, siempre es bueno guardar dosis de improvisación en nuestra vida, ¿verdad?
@Yuri, para mí el gran problema de lo digital en general (más allá de lo 2.0) es que no se somete a lo que dice la segunda S: «un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio». En la información «cada cosa» admite muchas diferentes «ubicaciones» (son las etiquetas). Ese me parece la gran paradoja.
Me encanta este tema. Ayer lo hablaba con una amiga. Pero la cuestión es ¿orden para qué?…¿Para tenerlo todo ordenado sólo?. ¿para ser más eficaz?¿para estar más tranquilo?. Se me queda corto. Ya sabes que yo voy al fondo. El orden, la estructura, los andamiajes… para tener cada día menos peso, no para ordenar lo que se acumula. La filosofia de lo incesario, del valor de las cosas, de hacer correr los recursos, de limpiar y que entre aire nuevo, luz, de hacer espacio para lo nuevo, de valorar lo que se posee y desposeerse de lo que ya ha pasado, de reflexionar sobre tu identidad la que es y se va construyendo con las cosas, etc.
A mí me ha recordado a las imágenes que más me gustan de la complejidad para principiantes. Nadie puede decir que una abeja guarde un lugar que le hubieran asignado dentro de un enjambre. Por el contrario, su movimiento está sujeto a una variabilidad casi infinita. Pero, sin embargo, la evolución del enjambre, si no es fácilmente describible o predecible, sí resulta reconocible porque muestra un cierto orden tácito. Para mí esto refleja a lo que pasa con lo digital.
También me ha recordado la idea de que el exceso de orden, en un organismo vivo, significa organismo enfermo.
Pero hay algo más. Quizá el orden que sentimos perdido en lo digital esté en lo que denominamos «semántica», en la información contextual que parece que va a proporcionarnos grandes sorpresas de aquí a poco tiempo.
Y para terminar… oye, de verdad… ¿qué hace un chico como tú en un sitio como ese?
Muy interesante lo de que estamos ya fallando en 2ªS.
Me has abierto una nueva línea de trabajo para impulsar a mi organización hacia la cultura 2.0.
Interesante pregunta por hacer a todos los implicados… ¿Sabemos realmente para qué y cuándo usar cada cosa? ¿Lo estamos aplicando?
Gracias Julen por la reflexión.