Los mayores de 50 vamos a arrasar

by Julen

multitudMi padre trabajó toda su vida para una misma entidad que fue mutando a lo largo del tiempo: un banco. Primero Banco de Vizcaya, luego otra cosa que se llamó Induban, después Banco del Comercio y finalmente una entidad que unió a los enemigos: Banco Bilbao Vizcaya. A él no le pilló la época del BBVA, pero el camino ya estaba trazado. Una sola vida profesional, una sola empresa mutante. Si quieres comprender esas historias puedes leer La empresa viviente, de Arie de Geus (pdf con pequeño resumen), un libro que parte de esa forma de ver el mundo. Eso sí, es una versión edulcorada, pero que encierra un destino insoslayable: esta será tu empresa, esta será tu vida.

Sin embargo, hace tiempo que las empresas no pueden quieren  soportar la carga de compromisos a largo plazo. Son costes estructurales y hay que huir de ellos como del diablo. A los 50 años, sobre todo si la entidad es multinacional y hay plan estratégico de por medio, estás en la cola del trampolín: salto a la piscina. ¿Tiene agua? Depende de lo que cada cual haya ido añadiendo con el paso del tiempo. La gran empresa dirá que está a rebosar debido a su ímprobo esfuerzo por hacerte la vida fácil. Todo es interpretable. Es tu percepción lo que cuenta. Citando a Séneca, al que cita Bauman en El arte de la vida, «cada cual es tan desgraciado como imagina serlo«.

La única forma de que con más de 50 años no estés en la cola del trampolín es que estés muy muy arriba en la organización (o que ya estés fuera de ella, claro está). Si eres obispo, ministro o presidente de algo que se llame corporación, tranquilidad. No hay prisa. Disfrutarás de hermosas vistas de la piscina sin que nadie te empuje al trampolín. Y hasta bien avanzada edad, por cierto. Porque incluso podrás modificar las reglas del juego y alargar tu vida al margen del trampolín. Paradojas de las vidas profesionales.

¿Qué hacer entonces con las personas mayores de 50 años? Desde luego no es problema que sólo pueda abordarse desde la empresa. Es una cuestión social. Sin embargo, algo va a cambiar en los próximos años: ¿cuántas personas vamos a tener más de 50 años dentro de 10?, ¿qué «poder» vamos a ejercer, sea en las urnas, en la asociación de vecinos, en la empresa o en Internet? Vamos a arrasar y el primer mundo va a tener que plegarse a nuestros deseos. ¿Conflicto intergeneracional? Nada nuevo bajo el sol, pero vamos a ser más en número y en exigencia.

Así pues, ¿durante cuánto más tiempo las grandes empresas van a poder tirar por la borda a sus mayores de 50 años? ¿No es la mejor evidencia de que las personas son un coste y no un valor en sí mismas? Habrá que tener cuidado con ese ejército de gente cincuentona desilusionada de su vida profesional y en la que lo que tienen, claro, sobre todo, es quién es el enemigo.

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13 comentarios

Jordi Arias 28/08/2009 - 11:17

Acertadísima reflexión !.

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M@k, el Buscaimposibles 28/08/2009 - 11:22

No es por aguarte la fiesta, pero para ese momento los cuarentones serán más, y de siempre son ellos los que detentan el poder 😛

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Enrique 28/08/2009 - 13:31

Hace ya varios años que vengo escuchando que España será, para el año 2050, el país con mayor media de edad de todos los paises europeos, con una media de 55 años.

Independientemente de tal estadística es complicado hacer valoraciones del futuro a largo plazo porque llevamos una velocidad de crucero enorme con respecto a los cambios en nuestras vidas y en la sociedad. Hay control para esta velocidad?

Leyendo lo de «una empresa – una vida profesional» recuerdo que en algunas organizaciones, el que lleva muchos años es el que puede hacer lo que le de la gana o el que se lleva mejores privilegios…no hay criterio de meritocracia sino de «experiencia» por haber estado mucho tiempo en la empresa.

Me gustaría indagar la relación entre “el poder” de estas personas mayores de 50 años y la experiencia que atesoran, para dentro de 10 años;

El activo intangible (experiencia) que una persona de 50 años tiene a día de hoy es menos útil que la de alguien en la misma situación hace 30 años, pues hace 30 años las cosas no cambiaban tan rápido. Por otra parte anteriormente la experiencia estaba más cara, hoy está más barata, más accesible, podemos acceder a textos escritos en primera persona, transparentes que hablan en plata, de algún modo incorporar esa experiencia sin tener que pasar por ella.

Es posible que por el hecho de ser mas, se consigan mejores beneficios sociales en las empresas para el colectivo mayor de 50 años, y la ley obligue. También es posible que se vean casos no deseables porque cuando hay muchos, ya se sabe…

Encontré esta gráfica de la pirámide poblacional: http://www.mialbumdefotos.com/fotos/Hurin/68860

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Un mundo complejo 28/08/2009 - 14:05

Muy atinado el post.

Un saludo.

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antonio 28/08/2009 - 19:37

Arrakasta.

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Visi Serrano 28/08/2009 - 22:40

Este texto me lo enviaron hace tiempo. Se titula el «encanto de los 50», entonces me hizo muchísima gracia.

«Si usted está que llega, o ya llegó a los 50, cuídese de todo, de todos y de todas. Usted está en sus bodas de oro de nacimiento, y ha llegado a una tal edad dorada, que no es otra cosa que la época en que todo comienza a arrugarse, agacharse y aperezarse; es el indefectible e incontenible inicio del declinar de la existencia.

No se trague el cuento de que usted está en su mejor edad. Eso fue a los 30 y a comienzos de los 40, cuando repetir de todo no sólo no hacía daño, sino que era posible, y hasta motivo de orgullo y de jactancia.

Pero a los 50, «repetir» es palabra maldita y prohibida. Veamos:
¿Repetir matrimonio? ¿con qué, con quién y a qué horas? ¿Repetir la sopa de ajo ? Acidez segura. ¿Repetir plato de alubias? ¿y los gases qué? ¿Repetir el acto sexual? Será dentro dos o tres semanas.

Después de los 50 no hay de vuelta posible. ¿Volver a empezar? ¿con qué tiempo? ¿Volver a ser padre? No seas ocioso. ¿Volver a correr? Infarto seguro. ¿Volver a nadar? Será flotar. ¿Volver a cantar? Te ahogarás, mi vida. ¿Beber como antes? Ojo, tu higado amenaza cirrosis.

Después de los 50 todo es grave, de cama, de muerte. Un catarro es una bronquitis; un resfriado, una neumonía; una tos, una tisis; un golpe, un hematoma; un pan duro, un diente partido.

A partir de los 50, un dolor de cabeza es un derrame o ictus; un dolor muscular, gota; dolores en las manos, artritis; un olvido casual, mal de Alhzeimer; una tiritona, Parkinson; un estornudo, tuberculosis.

Una oclusión intestinal después de los 50, es cáncer de colon; un dolor de muelas, visita al dentista; sed, diabetes; un kilo de más, escoliosis; un kilo de menos, ¿será leucemia? hacer pis a media noche, próstata.

A los 50, lo que no crece se cae. El que sabemos, por ejemplo, fiel cómplice de ternuras en otros tiempos, es ahora un perezoso y desvergonzado, especialista en contradecir tus arrestos, haciéndote quedar muy mal.

A los 50 todo es peligroso: sonarte fuerte, hemorragia nasal; visión borrosa, cataratas; cera en los oídos, otitis; insomnio, ataque depresivo; un pelo en el peine, calvicie; dolor en la nuca, osteoporosis.

Si después de los 50 usted se despierta y no siente nada, es porque está muerto. Si le duele el estómago, le tienen que poner suero; si frena en amarillo, le dan por detrás; si le ponen trabas al renovar el seguro de vida, solicite vez en salud mental.

No es por mortificarlo, compañero. Pero es mejor que sea consciente de lo que le espera, le sugiero que compre un seguro de vida, haga testamento y escoja un buen lugar en su cementerio favorito. Por cierto page todo por adelantado. No sea que a su pobre familia le toque decidir todas estas cosas en momentos de apremio.

Claro, puede que llegue a los 80; pero no le recomiendo confiarse demasiado; y en todo caso, nunca será lo mismo»

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Jaime Izquierdo 28/08/2009 - 23:43

Hola Julen,

Me alegra volver a entrar a comentar en tu casa, pasado este mes de agosto tan «seco».

Ojalá tengas razón, pero… no lo veo. Y desgraciadamente uno de los factores que me parece que más alejan a los cincuentones de la prosperidad es la negación de lo que se nos viene encima (o tenemos encima ya), entre otras cosas una revolución de la sociedad tecnológica que no entienden ni aceptan.

Espero equivocarme.

Un saludo muy, muy cordial,

Jaime

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fernando_mh 29/08/2009 - 00:32

Muy acertada reflexión, Julen, y espero que también aciertes en la intuición inquisitiva final. Por la cuenta que nos trae 😉

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jemarba 29/08/2009 - 08:59

Cuando una persona como yo, 58 años, lee algo como este post y sus comentarios, solo puede sonreir sobre la ingenuidad (o maldad) de la condición humana.
Es mucho más real la refexión de Visi Serrano que lo escrito en el post.
Lo siento, pero como suele decirse mucho por los jóvenes de hoy. ¡Es lo que hay!

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PARSENAL 09/09/2009 - 15:39

En tanto no se cambien los condicionantes económicos de la empresa, los de 50, los de 40 o los de 20 sufriran las mismas consecuencias que en este momento.

¿Qué seremos más los de 50 dentro de unos años?. Perfecto, más masa salarial liberada…y no hay más

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Alberto 08/10/2009 - 20:47

Enrique:
No es lo mismo saber como se hace para ser padre que «saber ser padre».
La experiencia no se lee, es algo que se hace, no se aprende leyendo sino haciendo y eso es lo que tiene una persona mayor de 50 años.
Nunca un frio texto podrá suplir la experiencia de vida de una persona.
Podrás leer muchos libros sobre el tema que quieras, el amor, cibernética, mecánica, ingeniería, economía y lo que quieras, pero si no lo ejerces, no lo practicas, jamás tendrás la experiencia requerida para hacer algo.
Me parece brillante que los jóvenes quieran hacer cambios, pero cuidado, la velocidad es hoy tan grande que no se dan cuenta que están siendo presas de sus propios adelantos, hoy son más «recursos humanos» que «humanos con recursos» y esta es la gran diferencia de las generaciones.
Volvamos a tener en cuenta los valores, la familia, la amistad y la solidaridad. No son solo palabras para aquellos que tuvimos la felicidad y la valentía de adoptarlas para crear un mundo mejor. Lamentablemente, a veces no se puede con aquellos que están del otro lado y lo unico que buscan es su propio bienestar a costa de lo que sea.
Así como estamos, no creo que el mundo vaya en una dirección correcta.

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Enrique 08/10/2009 - 22:47

Hola Alberto, gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo con que no se puede sustituir.. es parecido al viejo debate de las diferencias entre sabiduría y conocimiento.
Yo no hablo de sustituir, sino de la ventaja que aporta el poder acceder a la experiencia que otros cuentan por escrito.

Hace solo 10 – 15 años un individuo no podía leer al momento los secretos/experiencias/interioridades/miedos de otras personas que hoy en día sí se pueden compartir por internet. Además el campo de alcance se expande si uno domina el inglés.

No es que por leer lo que escriban otros ya lo vamos a saber todo, pero sin duda es una ayuda para orientarse y llamemoslo «aprender por adelantado».

Para mi el hecho de leer las experiencias/ideas/… de otros en internet es como irse de erasmus, se produce un enriquecimiento que no sucedería si uno se quedara toda la vida en Sevilla. Y se nota los que han salido y los que no.

Tengo muy presente la importancia de los valores, en ese sentido te enlazo este bello post http://cumclavisblog.blogspot.com/2009/10/legado.html

Nuestra sociedad de jovenes está falta de modelos, la buena noticia es que algunos existen digitalmente y comparten sus ideas. Un saludo.

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Alberto 08/10/2009 - 23:55

Estimado Enrique:
Muchas gracias por el contenido del post, realmente es una belleza.
Yo tengo 66 años y hace unos 6 meses escuché una frase que hizo «click» en mi mente, la misma dice: «Que nos llevamos de este mundo? y la respuesta es «LO QUE DEJAMOS».
Esa frase para mi fue un disparador y produjo un gran cambio en mi vida. Soy un Consultor de una larga trayectoria en varios paises de Lationamerica, inclusive estuve en España e Inglaterra. Realmente tengo mucha experiencia en diversas especialidades, por eso me decidí a «Dejar todo lo que me voy a llevar de este mundo, mi experiencia y conocimiento», estoy dedicado a brindar cursos de capacitación, en forma desinteresada, en Universidades y ambitos privados. Es mi forma de brindar modelos, a mi me gusta hacerlo en forma presencial, vernos la cara, darnos un apreton de manos hacer una pregunta y contestarla, ver la reacción de los alumnos, etc., es algo realmente impagable que no podrá suplirlo ningún medio electrónico por más avanzado que sea.
Gracias por tus comentarios.

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