He tenido ocasión de conocer recientemente el trabajo que se lleva a cabo por parte del departamento de psicología del Athletic de Bilbao. Me pareció muy interesante, complejo pero muy atractivo. Así que invitamos a María Ruiz de Oña para que se acercara a impartir una sesión en un programa de postgrado en la universidad. Fue hace un par de meses y explicó cómo enfocan la formación de un jugador en Lezama, la escuela del Athletic. No se me olvida que utilizó la figura del samurai para explicar algunas cosas. Fue impactante.
El caso es que en par de reuniones que he tenido con María y con un entrenador de Lezama me he dado cuenta de que su enfoque está muy cerca de los planteamientos de aprendizaje basado en problemas que usamos en la universidad. El norte común es la asunción del proceso de aprendizaje como propio por parte de la persona. Así, la tarea de «enseñar» se transforma. En vez de enseñar el objetivo es diseñar contextos donde la persona aprenda de forma activa a través de su experiencia. Quien enseña se convierte entonces más en alguien que contribuye a modelar las conductas mediante retroalimentación.
Pero al margen de las técnicas de ese aprendizaje, en el momento actual está sucediendo algo impactante en torno al Athletic de Bilbao. El sentimiento emerge y arrastra pasiones a través de un caudal irrefrenable. Me parece que lo que está pasando con el equipo de fútbol aquí en Bilbao es digno de concienzudo análisis psicosocial. Porque no es fútbol, es sentimiento desbocado, una expresión colectiva de algo muy difícil de definir. Algo que se mueve en la irracionalidad y que, al mismo tiempo, es tremendamente humano. Orgullo colectivo que sale desde cada individuo y se autorrefuerza en una espiral alucinante.
No me veo ni de lejos capaz de explicar lo que está sucediendo. Tendrá que ver con el sentido identitario, con una cierta rebelión contra nuestros tiempos líquidos, con frustraciones personales sublimadas a través del sentimiento colectivo. Supongo que podrían ponerse en marcha unas cuantas tesis doctorales para tratar de explicarlo, sea lo que sea.
Frente a mi casa aparecen más y más banderas. Pasear por Bilbao es todo un espectáculo. Hacerlo hoy día 13 va a ser increíble. Pase lo que pase. Estoy convencido de que ese partido ya está ganado. Incluso si se pierde. Así de irracional es toda esta historia.
¿Qué demuestran estas cosas?, ¿hay algo que podamos aprender?
10 comentarios
La verdad es que este tema da para una tesis doctoral.
Es cierto que es increible. Da miedo.
Dice mucho de una sociedad, pero dice mucho de bueno y dice mucho de malo (y no se que pesa más).
Toda esa energía, sentimiento o lo que sea ¿se podría trasladar además a otras cosas?
Por que sólo nos movilizamos colectivamente por cosas como esta (además de por hechos catastróficos). ¿Es algo natural o inducido? Yo creo que tiene mucho de conductismo.
Si hoy tiene que ganar alguien, que gane el «mejor».
Pues hasta yo estoy desbordado, y soy habitual de San Mamés. Puestos a elegir, Ricardo, que gane el Athletic.
Julen, lo del aspecto psicológico tengo mis dudas, aunque reconozco que es desde fuera, sin conocer el trabajo y creo que es relativamente reciente. Sólo de ver partidos de cantera y del primer equipo. Y no sé si las «cabezas bien amuebladas» son la norma.
Iñaki, estoy acostumbrado a quedarme bastante sólo defendiendo muchos temas, pero soy consciente de con respecto a el Athletic, no me quedo sólo, me quedo SOLÍSIMO.
El Athletic ya ha ganado ; )
Ricardo: Ya somos dos
Lo de Bilbao esta semana ha sido un verdadero desfase y creo que no es extrapolable a otros temas. Principalmente, y perdonenme los forofogoitias, porque no exije ningún compromiso (aparte de cierto gastos). Aparte de la gente que siente los colores de verdad, y quizás en el Athletic si se vivan los colores de una forma diferente que en otros clubs, para la gran mayoría esto es ocio (no Aitor), fiesta, un viajecito, unos potes, pasárselo bien y poco más. Buena caja la que estos días han hecho los bares, las tiendas de chinos, las tiendas oficiales del Athletic,…
No es extrapolable a otros temas que exigen compromiso personal, definirte en temas trascendentes, etc.
El problema puede ser que a los temas realmente importantes les demos la misma importancia que a un partido de futbol.
Ah, y se me olvidaba: AUPA ATHLETIC!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 😉
Tuve la fortuna de disfrutar de una comida en un restaurante de Bilbao cerca de Licenciado Poza el día de la semifinal contra el Sevilla. Sy un total desapasionado/desentendido en temas de fútbol, pero tras el almuerzo quise acercarme a la calle que transitan no poca cantidad de hinchas del Athletic en su caminar, con continuas paradas para repostar, hacia San Mamés. Fué algo increíble. La calle atestada de forofos que cantaban, agitaban bufandas y banderas, bebían y se autoanimaban. Llegué a emocionarme por estar allí en esos momentos.
Disculpas por el retraso en retomar el hilo de los comentarios.
@Ricardo, la «energía» sale de dentro las más de las veces y se rige por lo irracional, me temo.
@Iñaki, insisto en que buena parte de toda esta historia no puede ser comprendida desde el raciocinio.
@guiller, ganamos, ganamos. Fue evidente, ¿o no?
@Josu, es que todo este torrente tiene también su lado económico y ahí es donde lo irracional se complica…
@picapiedra, me alegro de verte por aquí… emocionado 😉
[…] una cosa sea el fútbol y otra el Athletic. Ahí quiza pueda encontrar razones para reconocer que el sentimiento también va conmigo, porque es lo que veo a mi alrededor. Y como, si algo tengo claro, es que este sentimiento se […]