Innovación abierta con las PYMES en Gijón

by Julen

Dioni Nespral me puso en contacto con el Club Asturiano de la Innovación para impartir una conferencia sobre Open Innovation. Será este martes en el Parque Científico Tecnológico de Gijón de 18:30 a 20:30 (inscripciones aquí). Me gusta porque habrá, sobre todo, gente de pequeñas y medianas empresas. Y creo que ahí me siento más en mi terreno. Además, creo firmemente en la competitividad de ese tipo de empresa, mucho más que en el de la gran multinacional.

Desde mi proyecto personal de Consultoría Artesana en Red he sentido la necesidad de abrir mi forma de trabajar. No veo otra manera de desarrollarlo. Y, claro, esto no tiene por qué ser lo mismo que crecer. He aquí la paradoja. Se puede tejer un cluster (en terminología de redes sociales) sin necesidad de ganar en volumen propio. En mi caso tiene que ver, sobre todo, con el acuerdo con la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea. El hecho de que mi empresa forme parte del grupo de investigación de empresa abierta ObEa, me permite abordar ciertos proyectos que por mi propia cuenta serían imposibles.

Así que si me pongo frente a un grupo de PYMES no me queda otra que explicar que la competitividad viene de ese complejo cluster que tejemos a nuestro alrededor. Ahí surgen las grandes y las pequeñas oportunidades. Cuando ves cómo le brillan los ojos a la persona con la que compartes conversación, entonces nace una oportunidad de colaboración. Las empresas, siguiendo las ideas de Coase,  en buena parte para minimizar costes de transacción, pero esos costes han reventado. Tienden a cero. Así que pequeñas y medianas empresas tienen ante sí un horizonte estupendo. Pueden afrontar grandes proyectos sin soportar estructura.

La innovación abierta no es sino una forma natural de concebir la gestión de una PYME. ¿Acaso tienen grandes presupuestos y la capacidad de captar profesionales de gran nivel a base de dinero? No, lo que tienen son proyectos donde colaborar con otras empresas y con otras personas es una necesidad. Va pegado a su código genético. Por eso, aunque sé que puede parecer una contradicción, la pregunta es: ¿cuánto tiempo pasas conversando y «tramando» proyectos con gente «de fuera» de tu organización? Ahí radica parte buena parte de tu competitividad.

La presentación que voy a realizar es una remezcla de contenidos propios y de ideas de nuestro grupo de investigación. Especial mención a Aitor Bediaga. Su proyecto fin de MBA nos sirve en cierta forma como base «académica». Además, en la presentación citaremos, cómo no, Learning Around The World, el proyecto de nuestro cool hunter asturiano, Iván Marcos Peláez.

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8 comentarios

Aitor Bediaga 20/04/2009 - 14:02

Suerte!! Ya contarás el feedback recibido y si ven factible su aplicación…

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pasaba por aquí 20/04/2009 - 15:27

Desde que yo conozco este blog no te he visto más que poner velas a dios y al diablo en cuestión de la persona a la que has criticado en blogis usando un texto escrito por otro. Te vendría bien que algún día te saques de las tripas, pero bien sacado, lo que tengas que sacar.

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Julen 20/04/2009 - 15:53

@Aitor, descuida, que ya contaré.
@pasaba por aquí, no entiendo lo que dices. No sé qué quieres decir con «poner velas a dios y al diablo en cuestión de la persona a la que has criticado en blogis usando un texto escrito por otro».

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Amalio A. Rey 20/04/2009 - 21:01

Julen:

Estas haciendo un trabajo estupendo. Me inspiras mucho para seguir adelante en mi trabajo. Yo también estoy muy centrado trabajando con Pymes, con las pequeñas empresas, que son las que mas participan en las charlas que organizo. Me gusta trabajar para ellos.

Pero quería comentarte otra cosa. Estuve mirando tu PPT de Gijón, y he visto que citas la idea de Alberto Ortiz de Zarate sobre los blog corporativos y su afirmación de que «las empresas no conversan». También haces alusión en otra parte de tu presentación a la idea de que «la mejor política de blogging es no tener política de blogging».

Pues mira, si bien entiendo lo que quieres decir citando a ALORZA, y creo que es importante insistir en lo que en esencia significa CONVERSAR, y la parte humana de lo que eso implica, creo que nos equivocamos si seguimos separando tanto a las EMPRESAS de las PERSONAS.

Mi tesis es que las empresas sí que pueden conversar, y además, ¡¡deberían!! ¿Por que una empresa no puede conversar haciendo cosas como éstas:

1) Estimulando a sus empleados a que conversen sobre la empresa

2) Conversando (es decir, empatizando y humanizando su lenguaje) con sus empleados

3) Creando espacios para «conversar» con sus clientes (¡¡conversar!! y no solo «escuchar» porque una conversación también implica que uno se exprese)

4) Propiciando que PERSONAS de la empresa tengan blogs, y sobre todo directivos, para que compartan con la gente su «mirada más humana» o pasional de la empresa, o de lo que le dé la gana, pero seguramente tambien hablará de la empresa (como el caso del directivo de GM que cuenta ALORZA).

Yo mismo intento que mi empresa «converse» por todas esas vias. ¿que soy yo el que lo hace como «persona»? Vale, es cierto, pero en definitiva todo eso se proyecta, y proyecta a la empresa, ¿o no?

En resumen, creo que tenemos que tener cuidado en poner tanto el enfasis en que las PERSONAS son una cosa tan distinta a las EMPRESAS. Lo mejor que nos podría pasar es que éstas últimas se parezcan a las primeras, intenten emularlas, y es lo que tenemos que intentar… en lugar de decir «Deje a las personas por un lado, conversando.. que usted es una empresa, y no puede hacer otra cosa más que discursar».

Defiendo la idea de que las empresas pueden tener blog, y que les vienen bien, siempre que no sean «corporativos» sino «blogs-de-las-personas-que-conforman-la-comunidad-de-la-empresa», que es un concepto diferente.

Por ultimo, en emotools tenemos «una politica de blogging» que consiste en los principios siguientes:

1) conversa todo lo que puedas con libertad y responsabilidad
2) los blog son una mirada personal y humana, no una visión corporativa
3) se transparente y honesto cuando escribas
4) a la empresa le encanta que converses sobre la empresa, asi que adelante con tu blog

Es, como ves, una política sencilla, de pocos principios, pero es también una «politica de blogging», que busca facilitar y estimular, y no intervenir o regular.

Mi respuesta completa a Alberto Ortiz de Zarate está aqui: http://blog.alorza.net/post/2008/11/05/nuevoperiodismo-el-texto-de-mi-ponencia

Suerte en Gijon (yo estoy haciendo algo parecido en Santiago de Compostela, y seguro que mañana hablo de esto en mi curso)

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pasaba por aquí 22/04/2009 - 08:32

«no entiendo lo que dices» también es una respuesta. Como no se trata de hacer polémicas, sólo desearos que seáis muy felices y comáis perdices, que eso también ayuda a crecer

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Ivan 23/04/2009 - 12:24

Espero que te fuera grato por mi tierra,A ver si vamos dando pasos y haciendo cosas alli 🙂 a pesar de la crisis y que sea una region ahora tocada,sigue habiendo bastante potencial humano y creativo

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Julen 28/04/2009 - 07:23

@Amalio, pues dices bien y seguramente no es lo que queremos decir. De hecho, en empresa abierta solemos colocar como referencia inicial a la persona. Pero el caso es que encontramos demasiado territorio inhóspito para las personas en las empresas… que han sido creadas, claro está, por personas. Un cierto nudo.
De todas formas, algo que debemos reflexionar es hasta qué punto la empresa es necesaria bajo el enfoque clásico que usaba Ronald Coase: los costes de transacción han decrecido de forma impresionante y quizá muchas personas pueden trabajar con mayor autonomía sin necesidad de «ser gestionados».
@pasaba por aquí, pues eso, intentaremos ser felices y comer perdices.
@Iván, fue bien… gracias a tu tío, entre otras cosas 😉

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Amalio A. Rey 28/04/2009 - 19:48

Estamos de acuerdo en que las personas pintan poco en muchas empresas (esos territorios inhospitos a los que te refieres). Que las empresas pecan de ser precariamente humanas. Precisamente por eso insisto tanto en que las empresas «conversen», empezando por «escuchar» pero tambien «hablando» de un modo que suene más a las personas que la forman.

Perdona que sea tan pesado con lo mismo, pero decir que las empresas «NO» conversan, e insistir tanto en ello, introduce un cierto sesgo fatalista. Parece que no hay nada que hacer, compañero. Las personas por un lado, con sus blog y conversaciones «humanas», y las empresas con su cantinela corporativa por el otro.

La empresa que yo me imagino, y por la que lucho, es aquella que funciona como una-agrupación-de-humanos, y por tanto, debe aprender a escuchar y hablar como ellos. ¿eso no es posible? Por supuesto que sí… y hay formas de hacerlo.

Cuando digo que «una empresa vale lo que valen sus conversaciones», lo que quiero decir precisamente es eso: oye, empresa, por favor… escucha, construye confianza, trata bien a tus interlocutores, exprésate con respeto, dialoga (nada de monologos), libera sin complejos tu parte humana, huye de la dictadura de la imagen, e incluso.. ¡¡sé tu misma!!! Jjj, como ves, lo mismo que le recomendaríamos a una persona.. ¿y por que no?

Y en cuanto a los costes de transacción de Coase, hace tiempo le estoy dando vueltas al tema. Esta clarisimo, se han desplomado. Podemos prescindir de «empresas» para hacer muchas cosas.. pero, de hecho, es lo que esta ocurriendo aunque timidamente.

Podria darte muchas razones para que las empresas sigan teniendo sentido. Todavia es «caro» coordinar individuos demasiado autónomos. Por otra parte, mucha gente prefiere trabajar para otros, y asi sera por mucho tiempo. Pero bueno, es materia que merece un post aparte que intentare escribir.

Lo que sí tengo claro, clarisimo, es que aunque las empresas sigan siendo necesarias (por razones que no explica la ley de Coase, y que escapan al factor costes), hay un mito que se está desplomando en muchos negocios: «la obsesiva necesidad de crecer a golpe de estructura propia». Las redes bien avenidas reemplazan con creces esa necesidad… porque con ellas se consigue masa crítica sin renunciar a la flexibilidad, y encima, al final termina siendo hasta más divertido (una variable que Coase, en su tiempo, no pudo introducir en la formula).

Prometo escribir sobre esto en blog…

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