Reflexiones en torno a la jornada sobre Democracia Económica

by Julen

e3deComo ya sabéis por posts anteriores, este viernes día 20 David de Ugarte y sus colegas de la Sociedad de las Indias Electrónicas organizaron un encuentro sobre democracia económica. Por mi parte, pensé que el contenido sería diferente, pero no por ello dejo de reconocer que fue interesante. ¿Por qué me había hecho otra idea? Yo pensé que abordaríamos alternativas a los sistemas actuales para «hacer empresa». Es decir, pensé que hurgaríamos más en nuevos modelos de empresa, en busca de caminos más consecuentes con la sociedad actual y su evolución (sea esto lo que sea).

Resultó que el encuentro giró al cien por cien en torno al modelo cooperativo. De ahí el Grupo Cooperativo de los Exploradores Electrónicos. Y quizá ahí, en esta misma afirmación de «al cien por cien en torno al modelo cooperativo», está lo atractivo y lo decepcionante. Quizá tenga mi punto de vista demasiado pervertido por los años que llevo conviviendo con el hecho cooperativo. Quizá no sea la persona más adecuada para extraer todo lo mejor de una fórmula jurídica pensada en su origen para garantizar la idea de «una persona, un voto» también en la empresa.

Es más que probable que sea yo como persona la que no soy capaz de ver en lo simple de la propuesta el valor que encierra. Sí, estoy seguro. Son mis prejuicios. Mi mirada está sucia, contaminada por años de convivencia con lo malo y con lo bueno del modelo cooperativo.

En cualquier caso, comentaba con David de Ugarte en uno de los descansos cuál sería el número máximo de personas de una empresa para asegurar que aprovechamos la potencia de la relación humana. ¿El número de Dunbar? No, ¿quizá 60-70 personas? Mi número mágico es 5 ó 7. Y no pasa nada por hablar de 1-2 personas. A mayor tamaño mayor despilfarro. Sigo pensando en que todo es más fácil, más fluido y más lógico cuando se trata de un equipo reducido de personas. ¿Para qué más?

Lo fundamental son las conexiones. Así que ¿por qué no pensar en unidades pequeñas que se coordinan con otras unidades pequeñas? ¿Para qué crecer, burocratizarse y asumir los planteamientos de las organizaciones maquinales? ¿Para qué, cuando podemos hacer las cosas mejor y con más sentimiento al conectarnos de forma natural con nuestro equipo?

En la jornada estuvimos Andrés Bedia y el menda compartiendo nuestra experiencia sobre Mondragón en tanto que modelo de crecimiento. Frente a la excitante idea de segregación (para mí «el modelo» más interesante) Mondragón supone otra fórmula de éxito. Entre Andrés y yo tratamos de explicar tanto lo positivo como las zonas oscuras de este modelo. Desde luego que todo es matizable cuando hablamos de una corporación de cerca de 100.000 personas, pero creo que la conversación estuvo bien. Mucho interés por parte de mucha gente.

Así que seguro que continuaremos trabajando en los modelos de empresa (o de no-empresa) que puedan conducirnos a la expresión natural de lo que somos como personas. Porque esto de trabajar acarrea ciertos modelos mentales. Y ahí a veces cuesta «soltarse el pelo». En fin, que nos leemos.

Por cierto, fue un placer volver a ver a Gustavo Julio García, saludar a Jose F. Alcántara, compartir mesa con Natalia Fernández, Malena, Vicente Pérez y Luis Pérez, tomar unos tragos con Sergio Monge, Teketen y Haritz Rodríguez o conocer a José M. Peláez, a otras indianas e indianos y mucha más personas a las que el tiempo no da para recordar. Un placer compartir ese rato.

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4 comentarios

josempelaez 23/03/2009 - 10:13

Julen, quería agradecerte tu generosa participación en el Encuentro. Creo que Andrés y tú ayudásteis a indicar las diferencias significativas entre las raíces de ambos modelos: el de la cooperativa laboral y el de los exploradores del nuevo mundo de las redes electrónicas.

Hablando con Sonia y Nat durante el paseo final a la nueva sede, saqué la conclusión de que los indianos están más interesados en la regulación legal de las cooperativas que en su modelo laboral, pero entiendo que eso ya lo irán aclarando.

Por otra parte, lamento que mi despiste y la distribución de mesas no me facilitaran el haber podido saludarte antes y comentado los aspectos relativos al tamaño.

No obstante, creo que todos compartimos que la unidad organizativa para trabajar en el nuevo mundo económico de las redes de conocimiento está más cerca de 10 que de 100. No lo tengo tan claro para muchas actividades de producción industrial y distribución comercial ¿En el siguiente encuentro?

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David de Ugarte 23/03/2009 - 10:54

Muchísimas gracias, antes que nada, por venir y compartir. Fue fundamental vuestra aportación.

Es cierto que este primer encuentro giraba en torno al modelo cooperativo y la verdad que lo que comentásteis sobre Mondragón nos reafirmó en el camino del Derecho a segregación y el trabajo en grupos pequeños.

Estamos ya empezando a trabajar el segundo encuentro, con idea de que sea para septiembre. Os escribiremos y comentaremos, pero adelanto que estamos olisquenado modelos un poco más venecianos tipo kibbutz urbanos, etc.

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Juan Bernardo (montejb) 24/03/2009 - 00:09

Enhorabuena Julen por la estupenda, distendida y amena exposición del mundo cooperativo junto con Andrés.

Coincido con los comentarios de José María y David en cuanto a grupos reducidos y organización horizontal en el que el compromiso con uno mismo y los demás favorece un fuerte vínculo e incita la busqueda, siempre aproximada, de lo mejor.

Quisiera que pronto se pueda organizar otro encuentro de modo que podamos aunar e intercambiar conocimiento.

Gracias a todos y saludos

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Julen 29/03/2009 - 09:56

@josempelaez, estamos empezando. Tenemos tiempo. Seguro que seguimos viéndonos en encuentros posteriores.
@david, cuenta conmigo para lo que quieras. Gracias a vosotras/os por el encuentro.

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