Con el tiempo me voy sintiendo cada vez más cómodo con ella. Es signo de los tiempos. Está aquí y no tiene por qué enfadarse con nosotras, las personas. No saber qué hay para mañana forma parte del juego de la vida. No podemos mirar hacia otro lado: casi siempre tenemos la llave para interpretar el sentido de lo que va a acontecer, aunque no sepamos qué será.
Predecir es un ejercicio que mucha gente necesita para arrancar mañana el día con algo entre las manos. Pero mañana puede ser un día bien diferente de como lo habíamos planeado. No digo que no debamos jugar a predecir, digo que a veces nos vamos a equivocar. El juego tiene estas cosas. Unas veces blanco, otras negro. Pero en la mayor parte de las ocasiones son tonalidades de gris que mutan con nuestra percepción. En el vaivén de las posibilidades acertar es sólo uno de los boletos.
Equivocarse es tan digno como acertar. Entonces, ¿por qué esa presión por acertar?, ¿por qué tanta insistencia en el análisis? Buscamos en los detalles lo que no podemos encontrar en el horizonte. Pero si bajamos mucho la mirada perdemos perspectiva. Allá hay un sentido que ni tú ni yo vamos a poder captar. Necesitaríamos más tiempo. Y no lo tenemos. Así que este momento merece la pena. Tanto como el siguiente, aunque no sepamos apenas de su forma y color. Son interpretables.
Rebuscamos entre nuestros sentimientos para encontrar el que mejor nos prevenga contra el desasosiego. Y allí al fondo escondemos la incertidumbre. No por ser tan difusa pierde poder. Aunque no veamos el final, los pasos y las huellas inmediatas que quedan sobre el terreno son suficiente motivo para amanecer mañana. Feliz domingo.
5 comentarios
Casi siempre, nos asalta la incertidumbre a la vuelta de la esquina. Por eso hay quien prefiere caer en el Himalaya antes que hacerlo en una autopista de peaje. Esta es la esencia de la escalada.
Cuando has aprendido a vivir con tu incertidumbre elegida, se puede ser feliz.
¡¡Viva el plácido domingo y el jodido lunes también!!
De acuerdo!! No es más que un retorno. De hecho, las sociedades occidentales son de las pocas que planean a 20 años vista o más…que inocencia.
Para mi, la incertidumbre es uno de los ingredientes fundamentales para el respeto. Si no esperásemos que el otr@ se comportase tal y como había previsto, quizás admitiríamos esa flexibilidad y cambio que tanto invocamos. Al fin y al cabo, las decisiones se llevan a cabo a partir de las variables que actúan en el momento. Utilizaré este post para la gestión de mi propio estrés. Gracias.
Por cierto, a ver si como maestro artesano nos das un toke a los aprendices, que estamos debatiendo sobre valores y de eso, tú ya tienes mucho camino recorrido…
Salud!!
Releyendo cosas de Innovación he vuelto a leer el primer mandamiento de Silicon Valley
Tolerancia al fracaso,el primero
Imagino que al sur de Islandia( aunque alli tb ha caido la suya ultimamente) y sobre todo en latitudes latinas los errores y el salirse del guión establecido no son demasiado bien vistos,el problema es que al trasladarlo a nivel empresarial las cosas se complican mucho cuando hay resultados y balances que cuadrar,cuando la pirámide estructural de la organización empieza a mirar con lupa
creo que el estilo de la mayor parte de directivos va por seguir navegando por las mismas aguas del resto ,el caso de los que se arriesguen y les de por ir contracorriente va con el valor añadido de poder equivocarse y pegarse el castañazo padre ¿ cómo les volverán a mirar en su organización tras esos supuestos fracasos?,el premio puede ser alto, un oceano azul como una casa y posibilidades tremendas
A esa incertidumbre que bien describes en mi caso también me estimula las casualidades que vienen al romper con lo establecido,los encuentros que en el camino aparecen,que están a la vuelta de la esquina cuando uno se lanza buscando olas y corrientes desconocidas,diferentes o alternativas al sistema establcido
Opino de forma parecida. Se puede encontrar información parecida y sobre las distintas consultoras Consultoría y tecnología Matchmind Capgemini Accenture todo consultoría
Hoy hablaba con unos amigos sobre la incertidumbre, pero mas bien le llamábamos miedo, miedo a perder el trabajo, miedo a no tener dinero, miedo a equivocarnos, miedo a perder lo que tenemos, miedo en general.
Tanto en el mundo laboral como profesional tenemos esos miedos, pero hay que aprender a convivir con ello, a jugar con ello y a mirar para arriba.
Gracias Julen por recordarnos que la incertidumbre siempre esta aqui pero que también podemos jugar con ella.