Crisis, personas y empresas

by Julen

prohib-cazar-persAhora que el nivel de las aguas desciende, se ve el fondo, no cabe duda. Y ahí emergen las prácticas reales de las empresas respecto a sus personas. Se evidencia el hecho incontestable de que en la mayoría de las ocasiones las personas son un recurso y que cuando no hay facturación suficiente, se eliminan recursos. Eso sí, podemos llamarlo de múltiples maneras, pero «la mona, aunque se vista de seda, mona se queda«. Ahora bien, ¿hay alternativas?

No cabe duda: lo que haría falta es un acuerdo solidario,satisfactorio personal y colectivamente, en las empresas. Pero esto es bien difícil, desde luego. Porque aunar el interés particular y el colectivo introduce una tensión compleja, casi imposible de manejar, en la que el mercado ahí fuera actúa de condicionante cruel.

La crisis resquebraja los ¿falsos? principios que decían que las personas eran el activo más importante con que contaban las empresas. No lo son en tanto que son prescindibles. Eso es un hecho. Así que ¿cuál puede ser esa relación ente empresa y trabajador en un momento como el actual? Quienes trabajan, depende su ubicación en el conjunto, estarán sintiendo ya el aliento en sus cogotes. Más o menos directo según su posición relativa dentro de la organización.

Pero los ejemplos son muchos: sus puestos de trabajo son prescindibles. No hay trabajo: no hacen falta personas. ¿Es una guerra del personal directivo y de la propiedad contra el resto del colectivo?, ¿son personas las que deciden prescindir de otras o es el «sistema», sea este lo que sea, quien decide que nos sobra gente?

Es un momento delicado: las empresas pueden representar el lugar donde acordamos alternativas y donde, con imaginación, se emprendemos nuevos caminos… o pueden ser el lugar donde una vez más se evidencia que no, que las empresas representan, en buena parte, un modelo a sustituir. Porque en el fondo: ¿somos capaces de seguir viendo empresas comprometidas, «con propósito», con responsabilidad social corporativa, cuando suprimen tantos puestos de trabajo?

De nuevo planea la gran pregunta otra vez: ¿necesitamos empresas?, ¿necesitamos a este tipo de empresas?, ¿no podemos poner en práctica otras formas diferentes de colaborar para generar valor y riqueza para la sociedad que nos rodea? ¿Está acabando una forma de entender la empresa o se está muriendo la empresa en si misma y deberemos generar otro tipo de acuerdos colectivos? Muchas preguntas.

Reflexiones anteriores en esta línea:

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8 comentarios

María 06/02/2009 - 11:01

uau! hilando lecturas, te confieso que sólo las preguntas, las buenas preguntas son las que hacen pensar. Las tuyas…excelentes.
Lo que está claro es que la mierda-empresas en las que trabajamos algunos está en vias de extinción. Y a las pruebas me remito, que cuando vienen mal dadas,…se ve que todo es de carton-piedra.
Ya puestos a preguntar, me pregunto: ¿cuántas de esas empresas que están optando por reducir costes – estoy contigo en lo de recursos, y yo añado que, se ven no rentables ni amortizables- se han propuesto como primera meta, antes de botar a nadie, contemplar unos objetivos economicos reales, más ajustados…, sí ganar pasta pero con menos margen…?¿ o realmente quieren que los beneficios vengan tambien de desechar recursos?
Aquí huele a caca, ¡con perdon!.
Voy a mirar si he pisado….

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Iván 06/02/2009 - 12:08

La verdad es que yo entiendo poco de macro-micro economía,pero cada vez entiendo menos el SISTEMA.

creo que hay una fuerte perdida de valores( empezamos por la parte de arriba de la pirámide,por muchos de los directivos)y estos años pasados fue un desmadre padre,opino como María,creo que hay unos buenos pufos de empresas,liderados y gestionados por gente de otra época.También creo que hay una profunda perdida de valores sociales,en ellos se fomenta desde la tele ya la cultura del pelotazo,de no vale la pena estudiar ni formarte si puedes ganar + pasta que un médico o un ingeniero liándote con alguién famoso y contando eso en la tele

hubo y todavía hay una cultura del pelotazo total,falta de planificaciones a largo plazo,USAR a las personas,creo que una pescadilla que se muerde la cola,usan a los jóvenes,los jóvenes no ven en los empresarios reflejos y la peña se quema,vive hastiada de currar y palabras como motivación,ilusión,pasión,sueños,retos etc son usadas en las empresas contadas con cuentagotas

por cierto Julen,tu que tienes experiencias sobre estos temas ¿realmente se cumplen los planes estratégicos?¿ siguen teniendo la vigencia y la forma que hace 5 años? el mundo y todo cambia muy rápido,llega un patinazo de estos de 2-3 años y todo se vuelve del revés

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María 06/02/2009 - 12:56

Julen, otra cosa, no he podido recordar aquel tuyo,» pero es imposible», sobre lo de aunar esfuerzos. Colectivizar: Tan necesario en nuestros dias.
¿puedes volver a colgarlo para nuestro disfrute? Es muy bueno y muy apropiado.
ah!, y no se que dirás, pero en lo que a mi me toca…los planes estratégicos si es que existen….solo en papel.
en fin, que yo lo Obea.

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Odilas 06/02/2009 - 20:57

Yo creo que están emergiendo nuevas formas de organizarse como alternativas a las empresas. Las herramientas relacionales nos ayudan y la crisis de confianza en la gestión ajena, nos empuja.

Las empresas tradicionales, tendrán que reaccionar y esta vez no será suficiente con el maquillaje milonguero que han utilizado tantas organizaciones hasta ahora.

Seguramente las dos corrientes avanzarán paralelas y no son excluyentes.

Aunque sea un clásico, son momentos de cambio y estoy segura que para mejor.

…tú sigue «preguntando» 😉

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Josu O. 06/02/2009 - 21:19

De acuerdo Julen, las personas no son el mayor valor de las empresas pero entonces, ¿Cúal es ese mayor valor? ¿Puede que no sean «todas» las personas sino «las personas que me interesan»? En ese caso ¿Cúales son las personas que interesan al inversor?

Estoy de acuerdo con Iván pero entonces ¿Cúal es la propuesta? ¿Vivir del subsidio? Me imagino que no.

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Lula Towanda 08/02/2009 - 12:51

Las empresas han borrado todo compromiso con sus trabajadores. Son máquinas de ganar dinero y cuando les sobran piezas, las tiran al cubo de la basura. Solo en la empresas que se precisa de los recursos muy especializados, como en las eléctricas, se mantiene aun ese compromiso, pero por interés.
Eso es lo que hay, si no nos gusta habrá que inventar algo nuevo para ganarnos el pan.

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Gabriel 11/02/2009 - 11:56

Sospecho que la hiperconectividad de que hoy disponemos, permitirá articular especies de cooperativas donde el poder gravite del lado de los clientes y la alineación y producción de valor se alinee con los intereses del colectivo de clientes.
Menos o cero intermediarios y las instancias productivas interactuen en transacciones y reputación transparente.
La intuyo como una economía patas para arriba.
Clientes apropiados de la tecnología, activos participantes en la conversación que haga falta, interconectados, decidiendo lo mejor para ellos, y los prestadores de servicios bailando a su son.
Ideas, solo ideas. Falta quizás el cambio cultural.

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Julen 22/02/2009 - 06:37

@María, hay mucha mierda esparcida. Es difícil no pisar caca. Gracias por los piropos: me lo anoto para rescatar ese escrito. Ya verás cómo «no es imposible».
@Iván, los planes estratégicos son una herramienta para generar seguridad, muchas veces ficticia. El mundo camina deprisa y ciertas planificaciones han perdido sentido. Al menos en sus versiones clásicas.
@Odilas, preguntas, tengo todas, quizá demasiadas.
@Josu O., una respuesta (no «la» respuesta) es emprender camino por tu cuenta, salir del sistema y recomenzar la historia desde abajo. Entonces sí que vas a ver la necesidad de colaborar con otras personas y lo que quizá no van a hacer falta son las empresas tal como las concebimos hoy en día.
@Lula, en ello estamos, en ello estamos.
@Gabriel, creo que nunca como ahora tenemos las condiciones para ponerlo todo «patas arriba».

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